La gran mayoría de los votantes estadounidenses no entienden, mientras que otros no tienen la mínima idea de qué es o cómo funciona el Colegio Electoral. La verdad es que es un tema complicado y escabroso. Conocer y entender cómo funciona este sistema electoral nos hace electores responsables e informados a la hora de ejercer el voto. Hace 233 años (1787), aquí en Filadelfia, se reunió la primera Convención Constitucional para la elaboración de un sistema político que determinaría cómo se iba a gobernar la joven república estadounidense. De ese encuentro constitucional salen dos propuestas y un compromiso. A las propuestas se les conoce con los nombres de Plan de New Jersey y Plan de Virginia. El Plan de Virginia proponía la creación de una estructura federal con un Senado, una Cámara, una Corte Federal y un presidente, elegido por el Congreso. En este Plan de Virginia, los representantes al Congreso se elegirían conforme a la población de cada estado. El Plan de New Jersey proponía que los nuevos estados tuvieran igual representación en el Congreso, conservarán más autonomía federal, una Corte Federal y sin poder ejecutivo. La Convención de 1787 estaba polarizada entre estas dos propuestas.
En vista de este tranque, el delegado de Connecticut cabildeó para alcanzar un acuerdo entre ambas partes. Es así como surge el conocido Compromiso de Connecticut (o Gran Compromiso). Este acuerdo fue negociado entre los estados grandes y los estados pequeños y determinaba que el gobierno de los Estados Unidos sería un sistema bicameral; es decir, una Cámara de Representantes y un Senado (el Congreso); una rama judicial (Corte Suprema) y una rama ejecutiva (Presidencia). La Convención ratificó el Compromiso por el cual los estados nombrarían dos Senadores, y los Representantes serían un número variable de acuerdo con la densidad poblacional, dejando la elección del presidente y el vicepresidente a un grupo de electores conocido como el polémico Colegio Electoral. Por lo tanto, la elección de los senadores y los representantes es por votación directa y por mayoría simple de votos, mientras que la elección de presidente y vicepresidente es por votación indirecta y no por voto popular. De manera que, cuando usted vota por estos candidatos, usted no está votando directamente por ellos, sino por el grupo de electores estatales. Cada estado tiene un número de electores que se determina por el número de Representantes y sus dos Senadores. Por ejemplo, en Pennsylvania tenemos 18 representantes y dos senadores, lo que equivale a 20 votos electorales, que a su vez son 20 electores. Cada candidato a la presidencia, en cada estado tiene su grupo de electores. A nivel nacional, el Colegio Electoral lo componen 538 electores. Esos 538 electores representan a 100 senadores, 435 representantes, más 3 representantes por el Distrito de Columbia, la Capital Federal.
Históricamente, los votos del Colegio Electoral se le han adjudicado al candidato que obtiene la mayoría del voto popular, pero el compromiso del Colegio electoral es elegir al que obtenga un mínimo de 270 votos electorales. Sin embargo, no hay ley federal que obligue a que estos electores voten por el candidato que más votos haya obtenido. En lo que va del siglo hemos tenido dos elecciones presidenciales (2000 y 2016), donde el candidato que ganó el voto electoral no ganó el voto popular. Estos son los casos de Bush y Trump, respectivamente.
Cada grupo de electores, en cada estado, se reúne el primer lunes después del segundo miércoles de diciembre de cada elección presidencial, lo cual sería este próximo 14 de diciembre del 2020. En esa reunión cada grupo de electores hace un certificado de voto, en el cual declara el candidato ganador de esos votos electorales, y así sucesivamente hace cada estado. Ese certificado de voto es enviado al Congreso que, en sesión conjunta, se reúne el 6 de enero, después de cada elección presidencial, para el conteo oficial de los votos electorales.
No todos los estados siguen este mismo procedimiento. Nebraska y Maine utilizan un sistema electoral en el cual solo dos votos electorales van al candidato que obtiene la mayoría de los votos en el estado, y el resto de los votos electorales se le adjudican al candidato que obtuvo la mayoría del voto en los distritos congresuales del estado. En el 2008, en Nebraska, que solo tiene 5 votos electorales, el candidato republicano (McCain) ganó el voto popular y se le adjudicaron 2 votos electorales más otros dos por los distritos congresuales, pero Obama ganó el voto electoral del segundo distrito congresuales. Lo mismo ocurrió en Maine en el 2016, que solo tiene 4 votos electorales. Clinton ganó el voto popular en el estado y se llevó 2 votos electorales, pero Trump ganó los distritos congresuales y se llevó los restantes 2 votos electorales.
El concepto del Colegio Electoral ha sido objeto de largos debates y críticas desde su inserción constitucional en la Convención de 1787. Este es un tema que seguirá en discusión por largos años. Mientras tanto hay que salir a votar y hacer que el voto de la comunidad puertorriqueña y latina se deje sentir como nunca.
Este sistema es anacrónico y antidemocrático, como es posible en pleno S XXI, siga aplicándose este sistema, como si la sociedad de usa, no hubiese evolucionado en mas de 2 siglos.
a cambiar estas leyes deberían de dedicarse esos senadores y representantes ya