arte
El idioma es de todos, nos pertenece, no importa qué lengua hablemos, Imagen ilustrativa. Pexels

PAGÍNAS SUELTAS

El idioma es de todos, nos pertenece, no importa qué lengua hablemos. Es viejo y se dice que, como el vino, el tiempo lo ha hecho mejor. Su uso nos pertenece, y somos los que lo hacemos bueno o malo, culto o profano. Lo usamos con palabras de domingo, refinadas, sofisticadas; con palabras corrientes empleadas a diario, imprescindibles y redondas; con palabras científicas, esas que son como dogmas de fe; con palabras prestadas de otros idiomas. Nuestro idioma tiene muchas palabras que hemos olvidado o que no hemos aprendido. Pero es algo indiscutible que, en cuestiones de idioma, toda palabra cobra vida con nombre y cada parte se separa del todo y adquiere realidad con el vocablo que la nombra.

Si has leído hasta aquí, supongo que esperas una explicación que te aclare de qué diablos estoy hablando; pues estoy hablando sobre nuestro idioma, la lengua de Cervantes, el español. Así que sin más preámbulo, estoy hablando sobre la traducción de otro idioma al nuestro, ese dificultoso ejercicio lingüístico de trasladar un texto de una lengua a otra.

Un buen profesional en este campo supera los obstáculos inherentes a la interpretación cuando consigue presentar una traducción que se percibe como natural, esa que nos muestra las ideas traducidas como si nunca se hubieran dicho en otro idioma. El buen traductor es el que ha reconocido que cada palabra, no importa el idioma, tiene sus propios significados.

La realidad es que traducir no es saber buscar las equivalencias en el diccionario, o tener en cuenta la aceptación de determinados vocablos, sino saber y entender del todo cuáles combinaciones de unidades son o no posibles en los idiomas manejados y por qué.

Leo a diario traducciones que desafortunadamente confunden al lector y hacen difícil la comunicación. Para la desgracia de nuestro idioma, estas traducciones las encontramos por todas partes, van delatando la improvisación y martirizando nuestra lengua materna, además de crear confusión y malos entendidos. ¿Cuántos formularios de información te han confundido? ¿Cuántos artículos o libros después de leerlos no has entendido? ¿Cuántos ejemplos de traducciones incorrectas puedes citar? En lo personal puedo citar miles de ejemplos.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí