Las elecciones de medio término al congreso suelen ser un reto para el partido del presidente en el poder porque son un referéndum sobre su gestión.
¿Se repetirá la historia?
La historia es, por supuesto, una guía de que los presidentes en ejercicio suelen perder escaños en sus primeras elecciones de mitad de mandato. Entre los demócratas, hay que remontarse a John F. Kennedy para encontrar a un demócrata que haya ganado escaños en el Senado en su primera mitad de mandato.
Las próximas elecciones del 8 de noviembre definirán el control de la Cámara de Representantes y del Senado que conforman el Congreso de Estados Unidos. Los demócratas controlan el congreso desde que Joe Biden gano la presidencia en el 2020 y logró el control de la Cámara de Representantes por 222 a 212, el margen más estrecho en 20 años. En total hay 435 representantes que sirven por un período de dos años.
En el Senado hay un empate 50 a 50 pero en estos casos la constitución faculta al vicepresidente en ejercicio para votar y desempatar cualquier votación. Actualmente el voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris otorga la mayora mínima a los demócratas.
Hay 35 escaños en juego en el Senado para estas elecciones, 14 escaños que están actualmente en manos de los demócratas y 21, en manos de los republicanos. Los representantes y senadores que resulten electos comenzarán su mandato de dos y seis años respectivamente el 3 de enero del 2023.
Los candidatos demócratas en las dos semanas finales aumentaron sus esfuerzos para evitar lo que cada vez parece más evidente: un triunfo republicano que podría resultar en la pérdida de más de 20 escaños en la Cámara de Representantes y quizás también el control del Senado. Casi todas las encuestas y los expertos electorales señalan que los republicanos retomaran, por lo menos, el control de la Cámara Baja.
El país va por mal camino
Las encuestas siguen mostrando a los votantes frustrados por el alto costo de la vida y responsabilizan al partido en el poder, desde el presidente Joe Biden, pasando por los gobernadores, hasta a los miembros del congreso. Una encuesta de Reuters/Ipsos realizada entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre mostró que el 69% de los estadounidenses cree que el país va por mal camino, frente a sólo el 18% que dice que va en la dirección correcta.
El panorama negativo ha hecho que algunos demócratas se replanteen tardíamente los mensajes de su partido para las elecciones de medio término al congreso. Hasta ahora habían hecho énfasis en la amenaza que suponen los republicanos para el derecho al aborto y la democracia en un año en el que los votantes han manifestado estar más preocupados por la economía y los altos índices de crímenes violentos.
Los demócratas han recurrido al argumento de «nosotros contra ellos»: advirtiendo sobre las amenazas que los republicanos pueden suponer para el derecho al aborto, la integridad de las elecciones y programas como Medicare y la Seguridad Social.
Por su parte, el Presidente Biden ha dado prioridad al tema de la preservación de la democracia, dando su segundo discurso sobre ese tema el miércoles pasado. Más de 300 republicanos que niegan que Joe Biden ganó las elecciones del 2020 se presentan a distintos cargos de elección popular en estas elecciones que también incluyen asambleas y senados estatales y gobernadores.
¿Que ocurrirá en el Senado?
Durante agosto y septiembre, los demócratas tuvieron ventaja sobre los republicanos en la batalla por el control del Senado. Pero según las últimas encuestas el impulso de los demócratas se ha frenado. Los votantes están prestando más atención a los temas que impulsan los republicanos como la economía, la inflación y los crímenes violentos. Los temas de la agenda de los demócratas, como la defensa de la democracia, el asunto del aborto y el control de armas, han pasado a un segundo plano.
El Senado es actualmente una moneda al aire, cara o cruz.
El control del Senado va a depender de quien gane en Pennsylvania, Georgia, Nevada y Arizona. El partido que gane tres de estos cuatro estados probablemente ganará la mayoría del Senado. Las dos mejores oportunidades para los republicanos son Nevada y Georgia. Sin embargo, los escándalos de Herschel Walker, un candidato republicano anti aborto, pero que es acusado por dos mujeres de haberlas obligado a abortar y haber pagado por sus abortos, pueden perjudicar sus posibilidades frente al senador demócrata Rapahel Warnock en Georgia.
Los demócratas esperan conseguir un escaño en Pennsylvania donde el actual vice gobernador demócrata John Fetterman conserva una mínima ventaja en las encuestas sobre su contrincante republicano, Mehmet Oz. En Nevada la senadora demócrata Catherine Cortez Masto lleva 2% de ventaja en las encuestas, pero esa diferencia está dentro del margen de error estadístico. En Arizona el candidato demócrata tiene una ventaja mínima.
Si las elecciones se hubieran celebrado en agosto o septiembre, los demócratas mantendrían el control del Senado, e incluso obtendrían una mayoría simple 51/49. Pero las encuestas han sido bastante claras al mostrar un repunte republicano en octubre. El contexto nacional evidentemente favorece a los candidatos republicanos. Los demócratas han fallado en vincular las preocupaciones de los votantes acerca de la economía con la plataforma del partido.
Los demócratas han permitido que las ‘cuestiones económicas’ se definan de forma demasiado limitada, repitiendo las preocupaciones sobre los altos costos de la gasolina y los alimentos sin centrarse también en las cuestiones económicas a nivel familiar, como el cuidado de los niños y los costos de la educación, Medicare y otros programas sociales. Esos son asuntos en los que los republicanos casi siempre han votado para recortar en el presupuesto federal.
Encuesta de NBC
La última encuesta nacional de NBC News publicada el 5 de noviembre revela un panorama de campaña muy competitivo.
El 48% de los probables votantes dicen que prefieren un Congreso controlado por los demócratas como resultado de las elecciones del martes, mientras que el 47% prefiere un Congreso controlado por los republicanos.
Es un cambio de tendencia con respecto a octubre, cuando el 48% prefería un Congreso controlado por los republicanos frente al 47% que quería que los demócratas estuvieran al mando. Pero nuevamente, los números están dentro del margen de error de la encuesta.
Entre todos los votantes registrados, la preferencia por el Congreso está empatada en un 47%-47% – esencialmente sin cambios desde el mes pasado, cuando los demócratas tenían una estrecha ventaja de 1 punto, 47%-46%.
Sin embargo, lo que ha cambiado en la encuesta es que los demócratas han alcanzado a los republicanos en el interés electoral. Un 73% idéntico de demócratas y republicanos expresan un gran interés, registrando un «9» o un «10» en una escala de 10 puntos.
En la encuesta de octubre de NBC News, los republicanos tenían una ventaja de 9 puntos en el interés elevado de los votantes, 78% contra 69%, después de que los demócratas hubieran cerrado previamente la brecha de entusiasmo tras la decisión del Tribunal Supremo de EE.UU. de anular, en el caso Roe v. Wade, el derecho al aborto.
Sin embargo, el entorno político general sigue siendo difícil para los demócratas. Sólo el 44% de los votantes aprueba la gestión del Presidente Biden, mientras que el 53% la desaprueba; más del 70% piensa que el país va en la dirección equivocada; y un 81% combinado dice estar «muy» o «algo» insatisfecho con la economía estadounidense.
Es más, el 47% de los votantes dice que quiere un «gran» cambio de dirección con respecto a la forma en que Biden ha estado dirigiendo el país, una cifra superior a la que el sondeo mostró para las primeras elecciones de mitad de mandato de Donald Trump (44%), Barack Obama (41%) y Bill Clinton (36%), todas las cuales resultaron en derrotas en las elecciones de mitad de mandato para esos expresidentes.
Pero incluso si los demócratas pierden escaños en el Senado este próximo martes, es poco probable que se acerque al número de pérdidas que Obama (6 escaños) o Clinton (8 escaños) tuvieron en sus primeras elecciones de mitad de mandato.
Diferentes opciones
Es probable que los republicanos también ganen el senado 51 a 49 aunque existe una baja probabilidad de un empate 50/50, como es actualmente, lo que permitiría a los demócratas retener el control con el voto de desempate de la vicepresidenta Kamala Harris.
La consecuencia inmediata de un triunfo republicano en ambas cámaras seria la obstrucción de la agenda legislativa doméstica de Biden y la interferencia en su agenda internacional. En lo domestico iniciarán una serie de investigaciones sin fin, que paralizará al ejecutivo; interpelaran a varios de los secretarios del Gabinete; irán tras Alejandro Mayorkas el secretario de Seguridad Interna, por el tema de los migrantes en la frontera. En el Senado no aprobaran jueces propuestos por Biden y que esperan confirmación, así como algunos embajadores.
Por otra parte, se espera que Donald Trump pronto anuncie su candidatura presidencial para el 2024, dificultando más la decisión del departamento de justicia de abrir una investigación formal y presentar cargos al ex presidente por su rol en el asaltó al Capitolio el 6 de enero del 2021.
Un comité especial del Congreso dominado por los demócratas presento evidencias contundentes en una serie de audiencias públicas. Sin embargo, si el congreso es controlado por los republicanos las investigaciones en contra de Trump cesarán y el caso quedará en manos del fiscal general quien tendrá una enorme presión política.