Estamos en el mes de marzo, reconocido por países a través del mundo como el mes para celebrar los logros de las mujeres, sus contribuciones a la sociedad, y también para promover la equidad de género.
Al largo de este mes, se estarán celebrando muchas actividades en honor a las luchas, cuesta arriba, contra lluvias y mareas para lograr igualdad y respeto para todas las mujeres en el mundo.
Las mujeres latinas han sido oprimidas tanto por la sociedad como por nuestros propios hombres. La doctrina del machismo ha sido utilizada por nuestros hombres para descargar sus frustraciones contra sus esposas, hermanas, madres e hijas. Nuestros hombres deben apoyar a sus mujeres en su lucha por la igualdad económica y social, y deben reconocer que nuestras mujeres son iguales en todos los sentidos dentro de las filas de esos que luchan para lograr una calidad de vida mejor.
En 1982, el Congreso de Estados Unidos declaró marzo como el mes de la mujer. Esto fue en conmemoración del 8 de marzo de 1857, cuando en la ciudad de Nueva York, mujeres de la confección marcharon para denunciar las condiciones laborales inhumanas y los bajos salarios.
Al igual que muchas otras mujeres, nuestras compatriotas de ascendencia latina, sufren la falta de oportunidades de educación y empleo, así como el asedio de la violencia e inseguridad, que las obligan a tomar una carga más pesada que los hombres, y al igual que otros grupos étnicos, son víctimas también de la discriminación étnica, que debe ser atacada de forma contundente.
Muchas mujeres en Filadelfia trabajan fuerte para impulsar el desarrollo de la comunidad latina, y el respeto a sus derechos humanos. Estas mujeres latinas valientes, reconocen también la importancia de conocer, difundir, aportar y contribuir a su identidad como personas que abogan por nuestra comunidad.
A lo largo de todo este mes, organizaciones dedicadas a servir y pelear a favor de las comunidades latinas, realizarán una serie de actividades para destacar el aporte, tradiciones y costumbres, de las mujeres latinas, pero también para crear conciencia sobre el olvido y atraso en que se encuentra sumido este grupo doblemente marginado, que en los últimos años también, se ha visto despojado de sus tierras.
Esta generación de mujeres latinas tiene que servir de modelo de emular para lograr el derecho a una educación de calidad, incursión en proyectos económicos y sociales, y participación en los círculos de poder, donde la presencia de la mujer latina es baja por las prácticas discriminatorias.
Muchas mujeres en Filadelfia trabajan impulsando el desarrollo de su comunidad, que muy frecuentemente es ignorado por los otros grupos étnicos mayoritarios. Estas cinco mujeres que menciono con mucho orgullo aquí abogan para que se les respeten sus derechos civiles y humanos propios, y los de su comunidad. Estas mujeres valientes abogan por el progreso de nuestra comunidad latina: Jodi Reynhout, vicepresidenta de Participación Comunitaria en Esperanza Inc., Erika Almirón, ex directora de Juntos, y candidata al Consejo Municipal en 2019, Jennifer Albandoz, directora de Servicios Humanos del Departamento de Prisiones de Filadelfia, Loida Moreno, directora de Voluntarios y Programas del Departamento de Prisiones de Filadelfia, y Perla Lara, editora de este espacio periodístico comunitario, Impacto.