Los peruanos en Miami y Los Ángeles votaron el pasado por la segunda vuelta presidencial de su país, muchos de ellos con el deber de responder al llamado de “las elecciones más importantes” de su reciente historia republicana. (Foto: EFE/Cristobal Herrera-Ulashkevich)

En las postrimerías de la pandemia nuestra América convulsiona. Cuatro repúblicas se sacuden en el furor de su futuro político y una colonia se hunde cada vez más en el pantano del neoliberalismo. Perú, Colombia, Venezuela y Nicaragua languidecen ante la incertidumbre de soluciones inmediatas. Mientras que Puerto Rico se asfixia ante políticas coloniales que sumergen a la nación en un silencioso desdén.

PERÚ

En los últimos cuatro años Perú ha tenido tres presidentes y los últimos seis mandatarios se han visto envueltos en escándalos de corrupción. El pasado noviembre la Legislatura peruana destituyó al entonces presidente, Martín Vizcarra. Esta nación, como muchas de nuestras repúblicas, es un país plurinacional y una de sus problemáticas más complicadas es negarla. Es una sociedad muy fragmentada y no ha tenido la oportunidad de una reconciliación cultural que amplíe la participación de las diferentes nacionalidades originarias. Junto a esta problemática se añade el monstruo de la corrupción que ha manchado las presidencias de Alejandro Toledo, Ollanta Humala, Pedro Pablo Kuczynski, Martin Vizcarra y la brevísima presidencia de Manuel Merino. Tamaña tarea le espera al nuevo presidente, Pedro Castillo. La pregunta es obvia: ¿podrá el nuevo gobierno superar esta crisis?

COLOMBIA

La historia de Colombia está plagada de eventos traumáticos que han dejado una herida que aún sangra. La dimensión de la protesta social que vive Colombia no tiene precedentes y ha tomado un giro impredecible e incontrolable. Esa protesta social rompió las expectativas de los políticos. No era una protesta de subversivos, es una protesta nacional de obreros, campesinos e indígenas. Se logró la retirada de la reforma tributaria y la caída del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla.

El presidente Iván Duque está muy preocupado por los desafíos que enfrenta. El modelo neoliberal y ortodoxo que Colombia modeló en el siglo XX se ha resquebrajado y da señas de grietas irreparables. Los bonos colombianos están siendo clasificados como “basura” en el mercado internacional, el peso está en devaluación acelerada y la capacidad para pagar deuda externa está siendo cuestionada. La clase política ha sido incapaz de articular un programa de gobierno que dé al traste con la crisis que enfrenta. Parece que el tradicional bipartidismo de gobierno entre liberales y conservadores ya no es muy atractivo. Es muy evidente que la población general está muy descontenta y no ve en ese tradicional bipartidismo la solución a la crisis que vive.

Grupos de migrantes venezolanos recorren las calles de Arauquita, localidad fronteriza y perteneciente al departamento de Arauca (Colombia). (Foto: EFE/Jebrail Mosquera Contreras/Archivo)

VENEZUELA

Tal vez Venezuela sea uno de los países más golpeados por la crisis político-económica que sufre Latinoamérica. Independientemente de la postura política que usted quiera tomar en cuanto al gobierno venezolano, es innegable que Venezuela sufre de una prolongada crisis política. El modelo económico de socialismo que se quiere impulsar ha enfrentado crisis gubernamentales que son inherentes de los procesos constitucionales. Sobre todo, cuando el Gobierno insiste en impulsar una ideología radical del socialismo que la población no parece comprender y el éxodo ha sido la respuesta de millones de venezolanos a ese modelo económico. Vale señalar, que otro gran sector de la población apoya las gestiones del sistema socialista de su Gobierno.

Venezuela está muy polarizada entre el chavismo y la oposición, pero la oposición misma está también muy fragmentada. Sin embargo, surge una tenue luz de esperanza reconciliatoria. Se está fraguando una alianza entre el gobierno y un sector de la oposición que podría tener resultados interesantes. Los ejecutivos de Citgo han sido excarcelados y puestos en arresto domiciliario. Algunos consideran esto como un mensaje reconciliatorio con la administración de Joe Biden. Este pasado abril, el gobierno de Nicolás Maduro y el Programa Mundial de Alimentos firmaron un acuerdo para mitigar la crisis alimentaria que sufre Venezuela. Son sólo atisbos que podrían desencadenar en beneficio de una Venezuela más inclusiva y tolerante.

NICARAGUA

No hay duda de que el sandinismo fracasó en Nicaragua. A penas cinco meses de las elecciones presidenciales, el gobierno de Daniel Ortega ha arrestado a doce opositores. Entre ellos, Dora María Téllez, Hugo Torres y Víctor Hugo Tinoco, una importante figura de la revolución sandinista, general retirado del ejército y vicecanciller (1979-1990), respectivamente. También arrestaron a cuatro candidatos presidenciales de las próximas elecciones del 2 de noviembre. A todos se les acusa de “incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos” y “pedir intervenciones militares”, entre otros supuestos crímenes.

No hay que ser un gran politólogo para darse cuenta de que Ortega quiere perpetuarse en el poder cueste lo que cueste. Todos estos disidentes son antiguos revolucionarios sandinistas, que desencantados del rumbo que tomó Ortega, se alejaron y conformaron la oposición contra él. Habrá que esperar a las elecciones del 2 de noviembre y ver el desenlace de una derrota anunciada del “General” Ortega.

PUERTO RICO

¡Cómo me duele la patria en que nací! Puerto Rico languidece entre fiesta, chinchorreo y encanto. El gobierno vende la patria al mejor postor. Un gobernador empeñado en atosigar la estadidad, aunque esto le cueste la vida política a él y a su partido. Se cumplen este próximo 25 de julio, 123 años de cruel coloniaje. Rexford Guy Tugwell, último gobernador estadounidense de Puerto Rico, en 1947 publicó su libro “The Striking Land” (La Tierra Azotada). Allí describe, con dolorosa pluma, la herencia del colonialismo, que tornó hombres emprendedores honestos y trabajadores en peones de un sistema financiero colonial que solo les han devuelto migajas por las enormes riquezas que le han robado de su tierra. Desde lo recóndito del universo, la voz del Padre de la Patria, Dr. Ramon Emeterio Betances, retumba: “¡Qué hacen los puertorriqueños que no se revelan!”.

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