Es interesante notar el desmesurado énfasis que la prensa televisiva y escrita le ha dado a las muertes atribuidas al misterioso Covid-19. Se enfoca en los muertos, que de por sí es una pérdida irreparable, pero no toman cuenta las disparidades estadísticas de esta pandemia.
Si analizamos los números de muertes, recuperados e infectados nos damos cuenta de que las proporciones son muy dispares. Veamos, en Filadelfia hay 7,121 casos confirmados, 0 recuperados y 131 muertos; en Pennsylvania hay 27,735 casos confirmados, 0 recuperados y 707 muertes; en los Estados Unidos hay 672,931 casos confirmados, 54,594 recuperados y 34,386 muertos; en el mundo hay 2,151,199 casos confirmados, 541,501 recuperados y 143,725 muertos.
Ahora veamos los porcentajes de estas cifras. En Filadelfia los 131 muertos representan solo el 1.8% del total de infectados. En Pennsylvania los 707 muertos representan el 2.5% de los infectados. En Estados Unidos los 34,386 muertos representan el 5.1% de los infectados. En el mundo entero los 143,725 muertos representan el 6.7% del total de infectados. Estas cifras responden a cuando escribo este artículo, posiblemente para cuando lo lean habrán aumentado, pero el patrón de porcentajes no va a cambiar.
¿Qué nos dicen estos números? A simple ojo notamos que la mortandad del Covid-19 no es tan letal como los medios lo proyectan.
Esto significa que del 100% de los infectados en Filadelfia un 98.2 han sobrevivido al virus y en la totalidad del estado 97.7% ha sobrevivido al virus y así sucesivamente a nivel nacional y mundial.
Siguiendo esta pista, encontramos un dato interesante. China registró 82,341 infectados, 77,892 recuperados y 3,342 muertos. Esto muestra que de los 82,341 infectados un 4.05% murió y un 94.6 se recuperó. Sin embargo, el pasado año (2019) China registró 300mil muertos por condiciones crónicas respiratorias. ¿Notan el patrón?
¿Será ese el mismo patrón aquí en los Estados Unidos? Bueno, en Pennsylvania en 2017, el Centro Nacional de Estadísticas para la Salud registro 6,667 muertes por condiciones crónicas respiratorias (bronquitis, enfisema, COPD, entre otras). El Covid-19 produce muerte porque colapsa el sistema respiratorio de la persona. Lo mismo que puede hacer una bronquitis, enfisema o COPD. Las 6,667 muertes son casi diez veces más que las supuestas recientes muertes por coronavirus.
Para verdaderamente saber si una persona ha sido contagiada por un virus y con cuanta cantidad de virus, habría que hacerle una microscopía electrónica. Este examen permite reconocer la forma general de los virus además de sus detalles y morfología. De manera que para saber el verdadero contagio por Covid-19 habría que hacerle este examen a cada paciente infectado para saber si verdaderamente murió a causa del Covid-19. Pero esa prueba no la hacen. Todo paciente que muere, indiscriminadamente se le pone en la lista del coronavirus. Realmente no sabemos si la persona murió con el coronavirus o a causa del coronavirus.
Entonces, ¿Cuál es el ensayo con todo esto? ¿Que producirá este experimento bio-social? Esta es la primera vez en la historia de las pandemias que se aíslan a los sanos y se exponen a los enfermos. Ahora todos somos sospechosos de estar contagiados y estamos en cuarentena involuntaria.
La próxima semana abordaremos sobre los efectos bio-sociales que nos revela esta radiografía del Covid-19. Continuará.