El primer mes del nuevo mandato del presidente Trump se ha centrado sobre un torbellino de decisiones, adoptadas principalmente por el poder ejecutivo, para reducir el tamaño del gobierno, junto a la imposición de aranceles, basados en el principio de reciprocidad y coronados por varias declaraciones de intención expansionista.
Estas actividades han distraído la atención de la que puede ser una decisión más importante, que emana del poder legislativo, sobre cómo financiar la implementación de las principales promesas de campaña. Sobre este tema hay una diferencia, aparentemente procesal, entre la Cámara de Representantes y el Senado, ambos dominados por el partido republicano.
Brevemente, el presidente Trump prefiere que todo el paquete de medidas financieras sea aprobado en “una ley grande y hermosa,” lo cual cuenta con el apoyo del Vocero de la Cámara de Representantes Mike Johnson. Sin embargo, el Senado prefiere fragmentar el paquete en al menos dos iniciativas de ley, comenzando por la más urgente autorización de financiamiento para controlar la migración y el gasto en defensa. Eso dejaría para el resto de este año la aprobación de la otra gran promesa de la campaña de prorrogar los recortes de impuestos, aprobados durante el primer mandato del presidente Trump, los cuales expiran en 2026.
Si no hay acuerdo cerca del 14 de marzo, al menos deberá aprobarse una resolución de continuidad, para mantener el gasto al nivel actual y evitar el cierre del gobierno.
*Analista y consultor internacional, ex-director de la Oficina de la CEPAL en Washington. Comentarista de economía y finanzas de CNN en Español TV y radio, UNIVISION, TELEMUNDO y otros medios.
