El gobernador electo de Pensilvania, Josh Shapiro, fue entrevistado por la cadena CNN, en la cual sobresalió el tipo de gobierno que aplicará, dándole continuidad a su gestión como fiscal general, cargo que fungió durante seis años. Shapiro recordó los 43 desafíos al recuento de votos de 2020 que derrotó en los tribunales.
En la lucha contra la crisis de opioides, aseguró $3,250 millones para tratamientos y otros servicios en el estado, y supervisó los arrestos de más de 100 funcionarios corruptos de ambos partidos.
Durante la campaña Shapiro habló sobre el cambio climático, sobre cómo llegar a costos de energía asequibles y sobre las empresas de fracking que demandó como fiscal general, porque la contaminación estaba poniendo en peligro la salud de los habitantes de Pensilvania. Cuando habló de préstamos estudiantiles, habló de la deuda de $200 millones que le cancelaron al demandar a un gran prestamista y de cómo recuperó $ 21 millones en salarios robados, de una empresa de construcción local.
Shapiro suele destacar la investigación masiva que hizo su oficina sobre décadas de abuso sexual en las diócesis católicas de todo el estado, y sobre los 8200 traficantes de drogas encerrados en sus seis años en el trabajo.
En momentos de reflexión durante la campaña, Shapiro expresa la “pesadez” que sentía durante la campaña, y cuando los votantes lo tomaban del brazo y le decían: “Tienes que ganar”.
Habló sobre los eventos del 6 de enero de 2021, pero solo para decir que la presencia de Mastriano en la multitud afuera del Capitolio de los EE. UU. antes de que los alborotadores asaltaran el edificio demostró que no «respetaba» a los residentes de Pensilvania lo suficiente como para preocuparse por lo que pensaban.
Los demócratas perdieron la Cámara, mientras Shapiro prestará juramento el 17 de enero. Según personas familiarizadas con una conversación con el expresidente Barack Obama, este le dijo directamente a Shapiro, que se encuentra entre la generación de demócratas de 2022 que necesita tener voz en el futuro del partido. El famoso consultor James Carville calificó la campaña de Shapiro como la mejor de 2022. Muchos demócratas ya hablan de él como quizás el futuro primer presidente judío.
Shapiro suele insistir en que no presta atención a la política nacional y que no piensa mucho en lo que hacen o dicen otros demócratas más allá de Pensilvania. Una de sus líneas favoritas durante la campaña fue cómo su enfoque estaba en el condado de Washington, justo al suroeste de Pittsburgh, y no en Washington, DC.
Sin embargo, sobresale que estableció un récord al ganar la mayor cantidad de votos para un candidato a gobernador de Pensilvania. Su victoria fue tan amplia que la hubiera alcanzado incluso sin un solo voto de Filadelfia y sus suburbios. En el condado de Erie, que Biden ganó por 1 punto en 2020, Shapiro ganó por 21 puntos; y en el condado de Washington, Biden perdió por 22 puntos, y Shapiro solo por 2.
Cuando se le preguntó acerca de otros demócratas que desconfían de perseguir a las corporaciones por temor a que sean etiquetados como socialistas, o sobre los únicos ataques esporádicos de Biden a las compañías petroleras por beneficiarse de los altos precios de la gasolina, Shapiro alegó ignorancia.
“Es difícil acusarme de no hacer las cosas”, dijo Shapiro. “Siento la responsabilidad de ahora poder tomar lo que hice, ese tipo de enfoque en la oficina del fiscal general y demostrar que el gobierno puede funcionar”.
