Sonia Iris Collazo, hija de Alfredo González y Adela Meléndez de González, nació el 23 de febrero de 1948 en Orocovis, Puerto Rico. Después de una vida sirviendo a su familia y la comunidad hispana, falleció el 26 de marzo en Filadelfia, PA.
Una innovadora luchadora para los derechos de mujeres y latinos en Filadelfia
Sonia tras empezar su carrera educativa en Orocovis, asistió a la Universidad Interamericana de Puerto Rico en Barranquitas antes de mudarse a los Estados Unidos. Al completar su bachillerato en Temple University en Filadelfia, trabajó como maestra de kindergarten en la escuela Potter-Thomas.
Sonia fue una de las primeras empleadas de la Asociación Puertorriqueños en Marcha (APM), una organización sin fin de lucro dedicada a “ayudar a las familias a desarrollar y alcanzar su mayor potencial”.
Orgullosa miembro del sindicato DC 47 de AFSCME, Sonia tuvo una carrera larga y respetada en gobierno local, trabajando 26 años para la Comisión de Relaciones Humanas de la ciudad de Filadelfia.
Su fe, corazón cariñoso y creencia en el bien del ser humano siempre la llevó a servir su comunidad a todo momento. Sonia fue una de las organizadoras principales de la «Caminata Por la Paz», una iniciativa local fundada en 1996 para abordar la violencia entre los jóvenes. En su retiro, pasó mucho de su tiempo trabajando como voluntario para el programa de retiros de la organización local, Congreso de Latinos Unidos.
»Me encanta lo que hago y mientras tenga salud y energía, seguiré trabajando», afirmó Sonia en una entrevista que fue publicada por la revista de AARP.
En 2013, Sonia fue una de cien líderes seleccionada por El Centro de Estudios Puertorriqueños de Hunter College en la ciudad de Nueva York para participar de un proyecto de archivar historias y contribuciones a la comunidad puertorriqueña. También fue reconocida por la ciudad de Filadelfia en 2014 por sus contribuciones como parte del celebración municipal durante la Semana Nacional de los Abuelos.
Una herencia de paz, amor y servicio comunitario
Al oír la noticia de su fallecimiento, muchos tomaron las redes sociales para expresar no solo sus pésames, sino también sus recuerdos de esta querida líder local.
«¡Sonia fue, es y siempre será una fuerza de esperanza y posibilidades en nuestra comunidad!», dijo Christina Vega, presidenta de la organización local de apoyo a la violencia doméstica, Love Shouldn’t Hurt. «Siempre la recordaré por el cuidado y el amor que me mostró cuando era niña y por los maravillosos ejemplos que dejó como mujer y madre”.
Precediendo Sonia en la muerte fue sus padres, su hermano Alfredo y sus hermanas María de Jesús y María de los Ángeles.
Quedan para atesorar su memoria sus amados hijos, Rafael P. Collazo (Michelle Roman-Collazo); Michael O. Collazo (Joy Collazo) y Mario A. Collazo (Melissa Collazo); nietos Marcus Alexander, Mario Andres, Elijah Marcellus, Elaina Iris, Nathaniel Troy, Maxwell Rafael, William Xavier Isaiah y Joaquin Robinson Clemente; las hermanas Aura, Zaida, Elna, Alma y Leida; los hermanos Javier, Dennis, Omar y Lester. Familiares adicionales incluyen a Jaime, Vicky, Gizehemma y Sandra; una gran cantidad de sobrinas y sobrinos; y otros familiares y amigos.
Se puede hacer contribuciones conmemorativas en su honor a Love Shouldn’t Hurt and Taller Puertoriqueño, dos organizaciones sin fines de lucro con sede en Filadelfia.
