Filadelfia. — En medio de un estancamiento político que ha puesto al gobierno en riesgo de un impago, el presidente Joe Biden realizó el jueves una primera oferta con un plan presupuestario que reduciría déficits por 2,9 billones de dólares durante la próxima década, una propuesta que los republicanos ya han dejado en claro que pretenden rechazar.
El plan forma parte de un intento más amplio del presidente por hacer un llamado a los representantes republicanos, que exigen recortes significativos de gastos a cambio de elevar el límite legal de endeudamiento del gobierno. Pero hasta el momento el Partido Republicano no ha presentado una contraoferta más allá de un rotundo “no” al plan de Biden, el cual incluye un aumento de impuestos para los millonarios que podría convertirse en parte de la columna vertebral política de una campaña de reelección para 2024 que el mandatario no ha anunciado.
Desplazándose sobre un escenario instalado en un centro de capacitación sindical en Filadelfia, Biden parecía estar en modalidad de campaña al hablar de su plan para las finanzas del gobierno y cómo sus valores contrastan con las prioridades republicanas.
“Acabo de presentar la mayor parte de mi presupuesto”, dijo Biden. “Los republicanos en el Congreso deberían hacer lo mismo. Entonces podemos sentarnos y ver en dónde discrepamos”.
Sin embargo, el mandatario expresó dudas de que los legisladores republicanos puedan hacer que sus números se ajusten a las exhortaciones que han hecho para que haya un presupuesto equilibrado, e insinuó que cualquier intento de hacer eso podría ser a expensas de las familias de clase media.
“¿Cómo van a hacer que los números concuerden?”, preguntó. “¿Qué van a recortar?”
Es improbable que el paquete de prioridades fiscales y gastos de Biden sea aprobado sin cambios en la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, o en el Senado, en el que los demócratas cuentan con una mayoría marginal.
El presidente de la cámara baja, el republicano Kevin McCarthy, dijo que la propuesta del mandatario para la reducción del déficit era inadecuada. “Parece como si fuera a crear el mayor gobierno de la historia. Creo que no es lo que necesitamos en este momento”, subrayó.
Además de la reducción del déficit, el plan presupuestario a 10 años de Biden gira en buena medida en torno a la idea de gravar a los más ricos con el fin de ayudar a financiar programas para la clase media, los adultos mayores y las familias. Recaudaría 4,7 billones de dólares a partir del aumento de impuestos, además de los 800.000 millones de dólares en ahorros por los cambios en los programas.
El aumento fiscal incluye dar marcha atrás a los recortes fiscales que realizó el entonces presidente Donald Trump en 2017 a quienes ganan más de 400.000 dólares al año.
Biden ha propuesto un nuevo impuesto mínimo del 25% a las familias que tienen activos de al menos 100 millones de dólares. Además, el impuesto que las compañías pagan por la recompra de acciones aumentaría cuatro veces, y aquellos que ganan más de 400.000 dólares al año pagarían un impuesto adicional de Medicare que ayudaría a mantener la solvencia del programa más allá del año 2050. Medicare podría negociar los precios de más medicinas con receta, lo que le ayudaría al gobierno a ahorrar dinero.