Las dos candidatas que aún no habían descartado su aplicación en la ciudad de Filadelfia quedaron en segundo y tercer lugar rumbo a la candidatura demócrata a la alcaldía. Tal vez su posición les haya jugado en contra en las primarias del martes pasado.
La exconcejal de la ciudad, Helen Gym, apoyó en el pasado el establecimiento de uno en Filadelfia y fue ambigua en sus respuestas respecto a su apoyo durante su campaña. La excontroladora de la ciudad, Rebecca Rhynhart, decía que no los había “descartado”.
En el Distrito 7 epicentro de la crisis de opioides, según reporta WHYY, en el Centro Recreativo McVeigh en Kensington, los votantes parecían divididos entre Quetcy Lozada y Andres Celin, para su concejal durante los próximos 4 años. La residente Roz López, que llegó a votar con su hija y su nieta, dijo esperar que quien gane diga no a los sitios de inyección supervisada. “Continúa permitiendo el mal comportamiento”, dijo, y en su lugar pidió hogares de recuperación.
Andres Celin, quien obtuvo el 40% de las preferencias contra Lozada, es un educador y trabajador social de 34 años que una vez trabajó como director de extensión de la exmiembro del Concejo Helen Gym. Él se presenta como un organizador comunitario. Celin propuso la expansión de las unidades móviles de crisis no policiales.
Ante el cuestionamiento de miembros de la comunidad de Kensington, ambos candidatos expresaron su oposición a los sitios de inyección supervisados sin el apoyo de la colectividad, sin embargo, hay registro de que Celin cambio su postura recientemente, ya que el cómo su mentora los consideraba como parte de las soluciones para la crisis del uso de opioides en este gran mercado de droga abierto en Kensington.
QUETCY Y 4 CONCEJALES MÁS DAN UN PASO PARA PROHIBILOS
La semana pasada miembros del Concejo Municipal de Filadelfia se movilizaron para prohibir la apertura de sitios de consumo de drogas supervisados en sus distritos, lo que significa que las instalaciones podrían prohibirse efectivamente en aproximadamente la mitad de la ciudad si la legislación se convierte en ley.
El proyecto de ley fue presentado el 11 de mayo por la concejala Lozada, como una medida ante la crisis de opiáceos de la ciudad. Otros cuatro miembros del Concejo de distrito firmaron la legislación de zonificación, lo que significa que cubriría grandes franjas del noreste de Filadelfia, Riverwards y todo el sur de Filadelfia.
La propuesta acompaña a la de los legisladores de Harrisburg que consideran una prohibición en todo el estado de los sitios de consumo supervisados.
Y cuando la organización sin fines de lucro que encabeza los planes para abrir un sitio en Filadelfia sigue envuelta en litigios por sus esfuerzos.
Según reporta The Inquiere, Quetcy Lozada considera que abrir un sitio de consumo supervisado solo serviría para exacerbar el mercado de drogas al aire libre que ha plagado a Kensington durante años. Lozada dijo que Kensington necesita un «Plan Marshall», una referencia al esfuerzo masivo de recuperación estadounidense en Europa después de la Segunda Guerra Mundial, que se enfoca en lograr que la mayor cantidad de personas posible se recupere.
“No podemos continuar permitiéndoles encontrar formas en las que puedan continuar en el mismo ciclo”, dijo. “Las decisiones que se tomarán en el futuro serán difíciles”.
Aunque no es claro que el proyecto de ley este en camino de ser aprobado antes de las vacaciones de verano del Consejo en julio y agosto. La programación depende en gran medida del presidente del concejo, Darrell L. Clarke, quien no busca la reelección y no incluyó en la legislación a su quinto distrito con sede en el norte de Filadelfia.
La legislación se remitirá a un comité del Concejo, que debe celebrar una audiencia antes de que se lleve a cabo la votación. Si la legislación sale del comité, tendría que ser votada dos veces por el Concejo en pleno y luego firmada por el alcalde para convertirse en ley.
Por su parte, Sarah Peterson, portavoz del alcalde Jim Kenney, dijo que la administración sigue apoyando los sitios de consumo supervisado.
Cherelle Parker, candidata demócrata electa a la alcaldía, y su opositor republicano David Oh, se han opuesto a estos sitios de inyección supervisada
Además del Distrito 7a, la superposición de zonificación también se aplicaría a:
El 1.er Distrito, que está representado por el látigo de la mayoría Mark Squilla y se extiende desde el sur de Filadelfia hasta Fishtown a lo largo del río Delaware.
El Distrito 2, que está representado por el concejal Kenyatta Johnson, un demócrata que compite para convertirse en el próximo presidente del Concejo, e incluye partes del suroeste y el sur de Filadelfia.
El Distrito 6, que está representado por el concejal Mike Driscoll, un demócrata, e incluye partes de Riverwards y el noreste de Filadelfia.
El Distrito 10, que está representado por el concejal Brian O’Neill, republicano, e incluye gran parte del noreste de Filadelfia.
Esto se produjo menos de dos semanas después de que una mayoría bipartidista de senadores de Pensilvania aprobara un proyecto de ley que prohibiría los sitios de consumo supervisado en todo el estado. Ese proyecto de ley tendría que ser aprobado por la Cámara estatal, que actualmente está controlada por los demócratas, y ser firmado por el gobernador Josh Shapiro, un demócrata que se opone a los sitios.
Los sitios de consumo/inyección supervisados, son espacios donde las personas pueden usar sus propios medicamentos bajo supervisión clínica para prevenir sobredosis. El consumo de drogas por uno mismo es uno de los principales factores de riesgo de sobredosis mortales; aunque según los reportes la mayoría de las muertes por sobredosis en Filadelfia, ocurren en casas particulares.
Dichos sitios no proporcionan medicamentos, sino que verifican las drogas, y proporciona agujas estériles y otros equipos para un uso más seguro de las drogas, y monitorea a los consumidores, para que en caso de que presenten síntomas de sobredosis, el personal del sitio los reanime, ya sea con oxígeno suplementario o con el fármaco naloxona, para revertir la sobredosis de opioides, pero ahora no hay algo que ayude a los que consumen la xilancina.
Recientemente, Safehouse, (la organización que quiere establecer los sitios de inyección supervisada en Filadelfia) y el gobierno federal se han involucrado en conversaciones para llegar a un acuerdo. El mes pasado, una coalición de grupos vecinales instó a un juez federal a escuchar sus preocupaciones antes de firmar cualquier acuerdo entre el gobierno y Safehouse.
En una presentación judicial separada, cinco senadores estatales demócratas también expresaron sus dudas, incluida la senadora estatal Christine Tartaglione (D., Filadelfia), quien también presentó el proyecto de ley del Senado que prohíbe las instalaciones.