Desde su primer día como alcaldesa de la ciudad a principios de enero, Cherelle Parker ha trabajado para cumplir sus promesas de campaña. Declaró de inmediato una emergencia de seguridad pública y afirmó que planea cerrar el mercado de drogas al aire libre en Kensington.
Nombró a Pedro Rosario como el primer vicecomisionado latino del Departamento de Policía de Filadelfia, en especial para liderar la seguridad pública en ese vecindario.
Por otra parte, la alcaldesa cuenta con el apoyo de los concejales para lograrlo. En febrero, cuatro concejales formaron el Kensington Caucus con la esperanza de mejorar la calidad de vida en esa zona de la ciudad. Quetcy Lozada, Mike Driscoll, Jim Harrity y Mark Squilla comparten la meta común, de que los residentes de Kensington son la prioridad para ellos.
“Debemos estar seguros de que tengamos oportunidades para las personas que viven en esa comunidad, para abrir sus negocios ahí, y los comercios que ya están en esa comunidad, tengan la oportunidad de sobrevivir y prosperar”, expresó el concejal Squilla.
Así, Quetcy Lozada, concejala del Distrito 7, presentó un paquete de propuestas legislativas, una de las cuales ya es ley desde el 21 de marzo. Se trata del horario límite para la mayoría de los comercios en una sección de Kensington. El área piloto es East Lehigh Avenue en dirección norte hasta East Tioga a lo largo de la avenida Kensington, extendiéndose luego al oeste a D Street y al este a Frankford Avenue.
Se trata de una sección de forma triangular que incluye a los comercios en cada lado de las calles y avenida.
La concejala calcula que hay una cifra aproximada de 90 negocios en el plano de la sección donde se implementa esta ley. Esta medida permanecerá en vigor hasta el 1 de enero de 2028. Lozada precisó que esta ley tiene el objetivo de “reducir el crimen, evitar la acumulación de la basura y que haya calma después de las horas de la actividad comercial”.
Por su parte, el concejal Jim Harrity puntualizó que el horario límite le dará al comisionado del Departamento de Policía Kevin Bethel,“un espacio para respirar” mientras trabaja en un plan más grande para que haya orden público en las calles de ese vecindario.
La ley no incluye bares o establecimientos con licencias para vender bebidas alcohólicas, pero a docenas de bodegas, restaurantes con comida para llevar y tabaquerías tendrán que cerrar entre las 11 p. m. y 6 a. m. todos los días. Se multará con $500 por día de incumplimiento a los dueños de los comercios que no cometan esa infracción.
La servidora pública dijo que la ley fue redactada tras consultar con residentes, negociantes y organizaciones sin fines de lucro, en respuesta a la crisis de consumo de opioides de ese vecindario. Roberto Rodríguez, de la organización no lucrativa IMPACT Services, expresó en un comunicado que:” Los negocios en el corredor Kensington apoyan esta iniciativa y están agradecidos con la concejal Lozada que los haya incluido en la conversación y haya considerado sus opiniones. Durante la reunión que tuvo con ellos en nuestra oficina, fue claro que apoyan ésta y futuras medidas de seguridad pública”.
Roberto Rodríguez monitorea el corredor Kensington para IMPACT Services y confirma que la mayoría de los comerciantes apoyan el horario límite un 100%.
La finalidad de esta medida es aumentar el orden público, reducir la delincuencia, remover zonas de conflicto donde los individuos se puedan congregar durante la noche, así como aumentar la limpieza en Kensington.
“Estamos entusiasmados de tener de nuevo una estructura en el corredor comercial y brindar alivio a los residentes que viven arriba de los comercios que han sido impactados por el trasiego de drogas y la trata de personas”, enfatizó la concejala Lozada.
El vecindario de Kensington ha sido plagado durante años por la crisis del uso de opioides con drogas recientes como la xilacina, que es un tranquilizante para los animales que causa adición en los humanos. Según el Departamento de Salud de la ciudad, 1,413 personas han fallecido por sobredosis en 2022, un aumento del 11% desde el récord alto previo de 1,276 muertes en 2021.
Aunque el número más alto del número de decesos por sobredosis por código postal fue de 193 muertes en los vecindarios de Harrowgate y Kensington, también en áreas del norte y oeste de la ciudad hubo por lo menos 50 muertes.
Las estadísticas muestras que los aumentos más grandes de sobredosis fatales son de residentes hispanos negros, una tendencia que ocurre a nivel nacional.