El pasado uno de junio en el Salón de Recepción del alcalde, Ayuntamiento de Filadelfia, Amy Eusebio, directora ejecutiva de la Oficina de Asuntos de Inmigrantes/Office of Immigrant Affairs, dio inicio al Mes de Celebraciones de la Herencia del Inmigrante/Immigrant Heritage Month resaltando el legado cultural, individual y colectivo, de los habitantes de Filadelfia. El mensaje de resiliencia de estas comunidades impulsa a la participación de un diálogo intercultural —pilar indispensable— para fomentar un ambiente bilingüe y multicultural, en el cual los ciudadanos del mundo se sientan “bienvenidos” de poder construir, no solo un futuro para sus familias; sino, de participar, activamente, en la integración cívica de la nueva urbe.
Jim Kenny, alcalde de la ciudad, anunció que Filadelfia ha empezado el proceso de certificación para convertirse en una metrópoli que dé la bienvenida a las comunidades inmigrantes —a través de reglamentos y programas municipales— que promuevan la inclusión y el acceso de oportunidades equitativas para el desarrollo e integración de estos grupos.
El Certified Welcoming Designation Community/ La comunidad certificada de designación de bienvenida, proveerá a los inmigrantes caminos para construir redes de conexión e inversión económica a nivel regional, nacional y global reflejando, en todos los aspectos, la herencia cultural de cada uno de los pueblos —a través de la culinaria, la lengua, el arte, por ejemplo—.
En esta ocasión, Kenny mencionó que le gustaría dirigirse, especialmente, a los inmigrantes naturalizados, de más de dos generaciones, a que recuerden sus historias de fortaleza y desafíos que tuvieron décadas atrás para ser acogidos en esta ciudad. Por ejemplo, dijo que, en épocas pasadas, las comunidades irlandesas e italianas no eran bienvenidas en Filadelfia.
Recordó que conserva aún en su poder un clip antiguo del boletín de noticias de Filadelfia, en la cual se anuncia a los contratistas interesados en adquirir convenios con la municipalidad —en este caso, para pavimentar las calles—, que no podían emplear trabajadores italianos. En los tiempos actuales mencionó que, estamos tratando de la misma manera a los mexicanos, centroamericanos, asiáticos del sudeste y a otras comunidades, haciéndoles sentir que no son bienvenidos. “Nosotros podemos darles la oportunidad de crear una vida para ellos y sus familias”, enfatizó.
Durante la ceremonia, Sheila Hess, representante de la ciudad, dio citaciones de la alcaldía a tres mujeres inmigrantes, y líderes, que se destacan por la peculiaridad de sus historias; ellas trabajan activamente en la línea de enfrente, mejorando las vidas de sus comunidades aquí, y en sus patrias. La representante de Afganistán dijo que, por más de cuarenta años, los afganos han huido de un hogar a otro sufriendo traumas generacionales; por otro lado, las familias han sido separadas por razones fortuitas y sus “identidades” se han visto amenazadas de una manera constante. “Toda una generación de afganos nació fuera de nuestras fronteras y nunca han puesto un pie en su país”, dijo esta oradora.
Jennifer Joseph, directora Adjunta en HIAS, Pensilvania, mencionó que esta organización sin fines de lucro busca dar asistencia legal y social a los inmigrantes, refugiados y solicitantes de asilo. Enfatizó que es una hija orgullosa de padres inmigrantes y refugiados que vinieron de Haití, en busca de una vida mejor para ella y su hermano. En su discurso, Joseph evocó que su madre trabajaba como auxiliar de enfermería de lunes a viernes, y los fines de semana operaba un camión de comida; mientras que su padre trabajaba como chef durante la semana, y los sábados y domingos arreglaba casas. “Generación tras generación de inmigrantes han demostrado ser las personas más inquietas, innovadoras y algunas de las más trabajadoras. Han fortalecido nuestra economía, enriquecido nuestra cultura y continúan recordándonos nuestra promesa de libertad y oportunidad para todos”, agregó.
Iryna Mazur, cónsul honoraria de Ucrania, señaló que se siente muy orgullosa de ser naturalizada americana y de ser ucraniana. Mencionó que Filadelfia es una de las ciudades que provee el cimiento para que las distintas comunidades inmigrantes puedan trabajar juntas y apoyarse unas a otras. Mazur enfatizó que muchos de ellos, debido a su cultura, aportan una perspectiva distinta en los negocios, por ejemplo.
Agregó, también que, con el apoyo de los funcionarios de la ciudad, se pueden tener ceremonias e izamientos de banderas en el ayuntamiento de la ciudad y que ayudan a la comunidad inmigrante a estar más visible y unida. Dijo que la zona del noroeste —en la cual se encuentran muchos negocios de inmigrantes—, no existe, hasta ahora, un “centro comunitario de bienvenida” en esa área.
Mazur finalizó diciendo que tenemos la obligación de estar activos en la sociedad americana para proveer un mejor futuro a las nuevas generaciones de niños y jóvenes, en la cual ellos se puedan sentir muy orgullosos de sus raíces culturales; así, se dan pasos seguros en este camino de integración cultural para fomentar espacios de intercambio intercultural que beneficie a nuestra comunidad.
Cine latino en Filadelfia
Durante esta ceremonia, Marángeli Mejía-Rabell, directora de Philadelphia Latino Film Festival (PHLAFF), dijo que este año 75 películas, representando a veinte países, fueron expuestas de forma híbrida durante siete días (del 29 de mayo al 5 de junio) creando, de esta manera, una plataforma cinematográfica para el público promoviendo espacios familiares para fomentar la creatividad, el diálogo intercultural y la colaboración entre los diversos pueblos. Más información en: www.phlaff.org