Washington, DC- Kevin Matthewson se temió lo peor cuando vio en su teléfono móvil el vídeo de un policía disparando siete veces en la espalda a Jacob Blake en su localidad, Kenosha, y decidió actuar ante los disturbios raciales que se desencadenaron después, con un llamamiento a las armas para que los vecinos salieran a «proteger la comunidad».
«Pensé ‘no hay nada que el Gobierno pueda hacer para protegernos, pero hay mucha gente como yo en esta comunidad, con armas, que no dejará que la gente nos dañe’. Y ahí fue cuando hice el llamamiento a las armas», rememora Matthewson en declaraciones a Efe desde su casa en Kenosha (Wisconsin).
Este detective privado y contratista de seguridad creó entonces una página de Facebook para formar la «Kenosha Guard» (guardia de Kenosha), una de las milicias de civiles armados que han salido en los últimos días a las calles de esta población y de otras partes del país, lo que ha derivado en enfrentamientos con manifestantes del movimiento «Black Lives Matter» (Las vidas negras importan).
El resultado han sido dos fallecidos y un herido la semana pasada en Kenosha; y un detenido, el adolescente blanco Kyle Rittenhouse, de 17 años, acusado de homicidio por supuestamente matar a esos dos manifestantes y herir a un tercero con un fusil de asalto.
SE DESVINCULA DEL ADOLESCENTE IMPUTADO
Rittenhouse se había trasladado de Antioch (Illinois) a la localidad de Wisconsin para «proteger los negocios locales de los saqueos», según afirmó el propio adolescente antes del suceso al diario The Daily Caller.
Tras el incidente, Facebook cerró la página de Kenosha Guard, que contaba con unos 4.000 seguidores.
Matthewson defiende que Rittenhouse no tenía ninguna vinculación con Kenosha Guard, que «se ha dicho que él y unos amigos iniciaron su propia milicia», aunque muestra tibieza a la hora de hablar sobre el adolescente.
«Realmente no tenemos todos los hechos aún, el fiscal lo acusó en un día, y (en el caso de) este agente de policía (el que disparó contra Blake) van a tomar dos meses de investigación. No veo cómo es justo que cuando un agente de policía dispara a alguien sea una investigación de dos meses, pero cuando un ciudadano dispara a alguien de tal manera que alega defensa propia, en un día sea imputado de asesinato», afirma.
FRENAR A «ALBOROTADORES» Y «ANARQUISTAS»
Este padre de familia de 36 años, con dos hijos de 10 y 11 años, rechaza identificarse como «supremacista blanco» o «racista», y justifica la formación de la milicia por la necesidad de mantener su «comunidad segura» frente a lo que califica como «alborotadores» y «anarquistas», adjetivos que suele emplear el presidente Donald Trump para referirse a los participantes en las protestas y altercados raciales.
«Después de que el agente de policía disparara al hombre en su espalda siete veces, resultaba evidente que la policía estaba sobrepasada en número por la gente enfadada, y yo estaba también enfadado, sabe -recuerda-. Pero entonces se volvió violento muy rápidamente, y la gente empezó a incendiar casas, edificios y un anciano fue atacado y tuvo que ser operado en la cara».
Matthewson considera que el gobernador de Wisconsin, el demócrata Tony Evers, tardó en rechazar la ayuda federal ofrecida por Trump, lo que esgrime como uno de los motivos para lanzarse a la calle.
Grupos de civiles armados, como el de Matthewson, se han visto en otras partes del país, como Portland, en el estado de Washington, donde el pasado fin de semana otra persona perdió la vida en choques entre seguidores de Trump y manifestantes de «Black Lives Matter», al calor de los disturbios de los días anteriores en Kenosha.
DEFENSA FÉRREA DE LA SEGUNDA ENMIENDA
Pese a este tipo de incidentes, el detective descarta que el hecho de que los civiles salgan con armas a la calle pueda empeorar la situación de seguridad.
«La cosa es que cuando hay gente fuera, quemando casas, no puede empeorar más que eso, solo puede mejorar ¿verdad?», subraya, al tiempo que se declara «fuerte» partidario de la Segunda Enmienda de la Constitución, que protege el derecho a llevar armas.
Además, asegura que está de acuerdo con los manifestantes, porque a él no le gusta ver a una persona no armada recibir siete disparos -«donde yo dibujo la línea es cuando (la protesta) comienza a ser violenta y destructiva»-, y opina que hay que acabar con la mala praxis en la policía.
La situación se ha calmado en Kenosha tras el despliegue de la Guardia Nacional y de tropas federales, con lo que Matthewson ha decidido quedarse en casa.
«Ahora es muy seguro -afirma este detective privado-, es pacífico ahora, gracias a que el presidente Trump envió al ejército aquí, así que ahora hemos dormido mucho mejor que en las últimas noches».
La tensión ha aumentado en los últimos meses en EE.UU. tras la muerte en mayo de un hombre negro, George Floyd, a manos de un policía blanco, con protestas y disturbios raciales. Matthewson tiene la esperanza de que, de aquí a las elecciones presidenciales en noviembre, la violencia no se repita, aunque no es muy optimista.
Sea como fuere, él piensa dar un paso atrás como instigador de la Kenosha Guard. «A mi esposa no le gusta toda la atención, con lo que ciertamente voy a proteger mi casa, mi barrio, pero creo que es necesario que otra persona dé un paso adelante en el papel de liderazgo».