Mientras el fin de semana pasado, algunos celebraron Halloween y otros el Día de Muertos, los peruanos de la región se dieron cita en la Mansión Soledad para festejar el Día de la Canción Criolla. Esta festividad data de 1944, y cada 31 de octubre rinde homenaje a la cultura criolla de toda la costa norte, centro y sur del Perú. Teresa Rauscher, maestra de ceremonias, hizo una pequeña reseña histórica: “Esta celebración fue establecida por el expresidente Manuel Prado Ugarteche y el entonces ministro de educación Pedro M. Oliveira, para celebrar la cultura local y para que coincidiera con la festividad del Señor de los Milagros, la procesión más grande en Latinoamérica. Posteriormente esta fecha se haría conocida al coincidir con el fallecimiento de la cantante criolla Lucha Reyes”.
“Criolla” proviene del término «criollo«, que se refiere a la mezcla de indígenas peruanos, europeos y africanos que llegaron a estas tierras en la conquista. La música criolla en el Perú tiene su origen en las primeras décadas del siglo pasado cuando los intérpretes limeños, mezclaron instrumentos y melodías peruanas prehispánicas, europeas como el vals vienés, la jota española y ritmos africanos. Así surgió un género netamente urbano y limeño. Al principio, las canciones se interpretaban por dúos de cantante y guitarrista, a las que se le agregó tiempo después el cajón peruano. Instrumento de percusión en forma de caja desarrollado en Perú por los migrantes africanos, quienes tenían prohibido tocar sus tambores.
Lo que hace que la música criolla sea tan querida por los peruanos, no es solo su origen, o el canto al amor o al desamor, sino también la pasión con la que las canciones narran la historia, y las maravillas de su tierra. La música criolla peruana tiene variedad de géneros como el vals, o la marinera, considerado el baile nacional del país, así como una amplia gama de géneros afroperuanos. Teresa nos dijo que “las celebraciones típicas donde se comparte la música criolla se llaman “Jaranas”, nacieron primero como serenatas y luego se fueron integrando a la vida bohemia de Lima; hoy son parte de las celebraciones en familia y con amigos”.
CELEBRANDO LA JARANA CON GUITARRA Y CAJÓN
La Jarana, tal como se hacía en sus inicios en plazas y callejones, es música criolla en vivo y a capela, donde se unen músicos, cantantes y bailarines frente al público; muy lejos de ser una presentación para observar, resulta una fiesta donde todos participan. Se centra principalmente, en disfrutar la música con guitarra y cajón, donde también se puede incluir castañuelas, cencerro, quijada de burro, junto al canto y el baile de los asistentes. Muchas veces, las jaranas pueden ser disfrutadas por toda la familia, donde se vive, valora y comparte la tradición de generación en generación.
COMPARTIENDO CON OTRAS CULTURAS
El Día de la Canción Criolla, unió a peruanos y personas de un sin número de países, con un variado programa de canciones criollas a cargo de Dayan Aldana, y de bailes típicos como “El Festejo”, el huayno cuzqueño “Valicha” y “La Marinera”. De la variada gastronomía criolla, degustaron un “combinado de seco de cabrito, frejoles y arroz blanco”, la tradicional “Inca Kola” (soda típica del Perú), y de postre, helado de lúcuma. Al final de la fiesta, los asistentes compartieron un momento de unión fraternal al ritmo del huayno “Mambo de Machaguay”, donde formaron una gran rueda tomados de las manos, girando en círculo, caminando hacia el centro para unirse, y hacia afuera abriendo nuevamente la rueda.
Maria Hollenshead, miembro de la mesa directiva de Peruvian Americns Together Here (Peruanos Americanos Juntos Aquí), organizadores del evento, nos mencionó, que “Este tipo de actividades buscan dar a conocer lo bello y vasto de la cultura peruana, muchos nos identifican como una cultura andina, y poco conocen de la cultura costeña y nuestra música criolla”.
Para más información visite www.PATHere.org