Margarita David nació en República Dominicana y creció en el Bronx, en Nueva York. En 1997 se graduó en la secundaria John F. Kennedy, luego estudió Administración de Empresas y Finanzas, ayudada por distintas becas que ganó por su sobresaliente desempeño académico, hasta obtener su licenciatura en Administración de Negocios “Magna Cum Laude”, en el City College de Nueva York.
A partir de allí trabajó como analista financiera para un gran conglomerado y cinco años después decidió cambiar de carrera para explorar el campo de la enfermería y la medicina. Debido a su aventajado historial académico fue aceptada en el Programa Acelerado de Enfermería de la Universidad de Drexel, donde se graduó, en 2006, de la licenciatura (BSN) en Enfermería.
ESTUDIANTE DESTACADA
En 2013 Margarita decidió continuar su educación y comenzó sus estudios de posgrado en la Universidad de Wilmington, (Del). “Al elegir tema de tesis, sentí un gran deseo de mejorar el conocimiento basado en evidencia sobre la prevención y reducción de infecciones del tracto urinario asociadas a catéteres en poblaciones vulnerables. Allí pude crear un currículo de estudios basado en evidencia para el equipo médico hospitalario y para estudiantes de enfermería”, relata.
En mayo de 2016 se graduó de una maestría en Ciencias en Liderazgo y Educación. Siguiendo su pasión por la educación entró al mundo universitario como profesora clínica. “Desarrollé un plan de estudios de farmacología y estrategias para la realización de exámenes, que se ha presentado a más de 800 estudiantes”.
Cuenta que su pasión por la salud la llevó a comenzar su doctorado en 2017, del que se graduó en enero de 2020, cuando finalmente la pudieron llamar ¡doctora!
Margarita no solo acumuló experiencia en entornos corporativos y médicos; también es fundadora de la “Registered Nurse Success Academy, LLC”, donde se brinda servicios de capacitación y tutoría a estudiantes y enfermeras en programas de posgrado y doctorados. Se ha desempeñado en atención médica como educadora clínica, coordinadora de trasplante, y recientemente como directora de Programación de Simulación de la Escuela de Medicina Osteopática Rowan-Virtual. Actualmente es profesora adjunta para estudiantes de doctorado en la Universidad de Wilmington y, junto a otras profesionales, es coautora del libro “Radical Woman, Resilience After Difficult Issues”.
“Durante mi desempeño en estas áreas he trabajado mucho por mejorar la calidad de los cuidados y la atención al paciente. Trabajando en varios comités pude desarrollar varias pólizas enfocadas en esto, al tiempo que pude lograr distintas certificaciones”, sigue contando, y comenta, “como profesora clínica bilingüe me he esforzado en ayudar a todo joven interesado en una carrera médica, y también a jóvenes de otras profesiones a navegar con estrategia en su lugar de trabajo para crecer profesionalmente”.
AL SERVICIO DE LA COMUNIDAD
Al preguntarle cómo ha devuelto algo de lo recibido a su comunidad, Margarita sonríe: “Sí, –dice con énfasis–, siempre saco una parte de mi tiempo para ser mentora de jóvenes, principalmente en Pensilvania y Nueva Jersey, después de que me invitan a presentaciones donde les hablo sobre las muchas posibilidades que tienen, y los insto a que no permitan que alguna barrera los detenga de alcanzar sus metas”.
Habla, además, de los desafíos que ha enfrentado por ser afrolatina. “Sí, en cada etapa de mi carrera he tenido que enfrentar este problema, el cual viene de la mentalidad de ‘pero ¿cómo es que ella puede…?’. Es normal, siempre hay personas que cuando ven tus ganas de superación tratarán de disminuirte, también por ser inmigrante”. Pero siempre aconseja a los jóvenes ignorar a esas personas, y que utilicen la energía de esos maltratos para superarse más. “Ser así me ayudó a alcanzar tantas metas que, quizás, de otra manera no hubiera alcanzado”.
Margarita cuenta que en su tiempo libre disfruta viajar con su familia, ver el fútbol y las carreras de autos. “A veces quiero alcanzar metas altas, pero como todos los humanos, hay que tener la motivación, y esto es algo que a veces disminuye, por el cansancio o por otras barreras, pero lo que sí aprendí es que cuando he pasado esos momentos me pregunto por qué deseo esas cosas; y luego me repito el consejo que siempre doy a los jóvenes: ‘no te limites, no te rindas, sigue siempre adelante’”, concluye.
