Al menos dos personas murieron, miles de vuelos en Estados Unidos fueron cancelados o demorados, y más de 1,1 millones de casas y negocios se quedaron sin luz el lunes mientras intensas tormentas, con granizo y relámpagos, atravesaban el este de Estados Unidos.
Las tormentas obligaron a aplazar un juego de las Ligas Mayores de Béisbol entre los Filis y los Nacionales de Washington en Filadelfia.
El condado de Chester en los suburbios de Filadelfia, fue uno de los afectados. Esta zona estuvo varias horas bajo alerta de tornado pero al cierre de esta edición no se ha confirmado.
El Servicio Meteorológico Nacional también emitió una alerta de tornado para la zona metropolitana de D.C hasta las 21:00, así como una alerta de inundaciones hasta la mañana del martes. Un comunicado especial del servicio advertía que “existe riesgo significativo de dañinos vientos con fuerza de huracán a nivel local, así como posibles granizadas y tornados, incluso tornados fuertes”.
El alcance de las tormentas era enorme, y se emitieron alertas de tornado para 10 estados, desde Tennessee hasta Nueva York. El Servicio Meteorológico Nacional dijo que las alertas de tornado abarcaban a más de 29,5 millones de personas la tarde del lunes.
En Anderson, Carolina del Sur, un chico de 15 años que llegó a la casa de sus abuelos durante la tormenta murió cuando un árbol le cayó encima al salir de un auto, según la oficina del forense del condado Anderson.
En Florence, Alabama, un rayo alcanzó a un hombre y lo mató, según WAAY-TV.
Para el atardecer del lunes, se habían cancelado alrededor de 2.600 vuelos en el país y más de 7.900 habían sido demorados, según el servicio de rastreo de vuelos FlightAware. Muchas de las cancelaciones fueron en el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson, de Atlanta, que aún lidiaba con las complicaciones causadas por las tormentas del domingo.
La Administración Federal de Aviación dijo que estaba redirigiendo los aviones que tenían destinos en zonas de tormentas en la costa este.
La Casa Blanca adelantó 90 minutos la salida del presidente, Joe Biden, en un viaje de cuatro días que le llevaría a Arizona, Nuevo México y Utah.
La Oficina de Gestión de Personal anunció el lunes que todos los empleados que no trabajaran en emergencias tendrían que marcharse antes de las 15:00, cuando cerraron todas las oficinas federales.
“Este parece ser uno de los episodios de mal tiempo más significativos en la costa atlántica central que hemos tenido en bastante tiempo”, indicó el meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional Chris Strong en una conferencia de prensa emitida en vivo en Facebook.
“Sitúese en un refugio sólido. Sea en casa o en el trabajo”, añadió.
En Maryland, el Servicio Meteorológico Nacional emitió un aviso de inundaciones para el martes después de que cayeran 10,2 centímetros (4 pulgadas) de lluvia en un breve periodo de tiempo.
Para primera hora de la tarde, más de 1,1 millones de clientes estaban sin electricidad en Alabama, Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Maryland, Delaware, Nueva Jersey, Pensilvania, Tennessee, Virginia Occidental y Virginia, todos estados en la ruta del sistema de tormentas, según poweroutage.us. La Junta de Suministros de Knoxville tuiteó que los daños en su zona de actividad en Tennessee eran “generalizados y extensos”, y probablemente tomaría varios días repararlos.