En tiempos de necesidad el Ejército de Salvación tiende la mano mediante una variedad de programas residenciales. Entre estos se encuentran los refugios de emergencia para los indigentes, los albergues para familias sin hogar, vivienda transicional, vivienda de apoyo para mayores de edad e incapacitados. El Ejército de Salvación es una organización no gubernamental de beneficencia social privada.
Los albergues, como la Casa Eliza Shirley (ESH, siglas en inglés), que se localiza en el 1320 de la calle Arch, en el centro de la ciudad, ha brindado techo a hombres, mujeres y niños indigentes por casi 31 años. Este albergue es una instalación con 35 habitaciones semiprivadas con una capacidad para 90 personas, y cuenta con un sistema de cámaras de seguridad en el exterior e interior del edificio para que los residentes estén protegidos de delincuentes. Los requisitos de elegibilidad incluyen que las familias no tengan dónde vivir, y que tengan la custodia de sus niños.
Para algunas familias llegar a un sistema de vivienda de emergencia puede ser una experiencia traumática. La meta del Ejército de Salvación es que las familias estén en un ambiente seguro, brindarles ayuda con sus necesidades inmediatas, y hacerles sentir bienvenidas y apoyadas. Este albergue, único en su género, ayuda a sus residentes a tener un ingreso económico, a abrir una cuenta de ahorros para gastos de vivienda, y a obtener una identificación. En caso necesario, el personal experto facilita apoyo para lograr su estabilidad emocional. También ofrece programas educativos acerca de la adicción, el sida (VIH), la violencia doméstica, cómo ser buenos padres, así como las causas y efectos de la indigencia. Estos recursos pueden ayudar a los residentes a romper el círculo de su situación. La Casa Eliza Shirley busca formas novedosas para ayudar a los residentes a quienes sirve.
Hay varios factores que pueden repercutir en que haya personas sin hogar, como son la pobreza, la incapacidad para encontrar un lugar donde vivir, el padecimiento de una enfermedad mental o una adicción a las drogas. La crisis de los opioides ha sido la causa de que muchas personas estén sin techo. Por otra parte, el hecho de que haya personas viviendo en la calle no quiere decir que sean indigentes. Puede haber casos de personas que estén de paso, de una ciudad a otra, sin deseos de buscar una vivienda.
Según “Philadelphia Office of Homeless Services” que se ocupa de las personas sin hogar en la ciudad, hay 5.700 personas sintecho que incluyen a 950 sin albergue. La ciudad tiene el menor número de indigentes per cápita de cualquiera de las grandes ciudades de Estados Unidos. Provee 11.503 camas para casos de emergencia, temporales y permanentes. El año pasado, el Gobierno Municipal ayudó a 970 familias.
Los programas de vivienda han tenido una tasa de éxito del 90% en prevenir el regreso a la indigencia, pero incluso con estos esfuerzos, la provisión de vivienda accesible no mantiene el paso con la demanda.