Un día después de que el alcalde Jim Kenney rechazara la legislación, sobre el proyecto de ley para prohibir los sitios de inyección supervisada, a la que calificó de “anticientífica y engañosa”, el Consejo votó a favor de anular su veto, 14-1.
La votación se produjo pocos días después de que funcionarios de salud de la ciudad anunciaran que 1.413 personas murieron por sobredosis en Filadelfia el año pasado, más que nunca.
El Concejo Municipal de Filadelfia votó el 28 de septiembre para revertir el veto del Kenney a un proyecto de ley que prohíbe los sitios supervisados de consumo de drogas en la mayor parte de la ciudad, convirtiendo la legislación en ley, después de años de intentos de abrir una instalación.
Sólo la concejal Kendra Brooks, del progresista Partido de las Familias Trabajadoras, votó en contra de la anulación del veto.
Debido a que los miembros del Consejo tienen amplia libertad para tomar decisiones sobre el uso de la tierra en sus distritos, cada miembro podría optar por incluir su distrito en la legislación.
La ley entró en vigor de inmediato y cambia el código de zonificación de la ciudad para designar sitios de consumo supervisado de drogas como de uso prohibido en nueve de los 10 distritos geográficos del Concejo de la ciudad. El único no incluido es el tercer distrito del oeste de Filadelfia, representado por el demócrata Jamie Gauthier. Aun así, Gauthier votó a favor de la prohibición el jueves, diciendo que “respeta el derecho de sus colegas a legislar la zonificación en sus distritos”.
La ciudad continúa lidiando con la epidemia de opioides y un número récord de sobredosis la posibilidad, pero la posibilidad de que se trate el problema abriendo un sitio de consumo supervisado de drogas en Filadelfia después de años de controversia, es cada vez más difícil, pues los legisladores de Harrisburg ya habían impulsado una legislación para prohibir los sitios de consumo de drogas en todo el estado.
En enero Fialadelfia tendrá un nuevo alcalde, la demócrata Charelle Parker, quien se opone firmemente a las instalaciones o el republicano David Oh quien no se ha dicho a favor.
La concejal Quetcy Lozada, cuyo distrito incluye Kensington y uno de los mercados de drogas al aire libre más grandes del país, defendió la legislación y argumenta que no prohíbe los sitios supervisados de consumo de drogas porque los operadores pueden solicitar un permiso especial de la Junta de Zonificación de la ciudad y ajuste para abrir uno.
Para obtener ese permiso, primero tendrían que pasar por grupos cívicos vecinales, que en el distrito de Lozada se han opuesto vehementemente a abrir un sitio donde la gente pueda consumir drogas bajo supervisión.
Luego, los grupos cívicos votarían sobre la propuesta y la Junta de Zonificación consideraría su voto, junto con la posición del miembro del Consejo de distrito, antes de tomar una decisión. El proceso, especialmente cuando existe oposición, puede llevar años.
Lozada dijo que Kenney no ha implementado una política que aborde efectivamente la crisis de las drogas en Kensington, y dijo que el alcalde debería “recordar que las sobredosis que han ocurrido en los últimos ocho años son su responsabilidad”.
Los defensores dicen que los sitios previenen sobredosis fatales al brindar a las personas un lugar para consumir drogas bajo la supervisión de un proveedor de atención médica.
Safehouse, la organización sin fines de lucro que ha tratado de abrir un sitio de consumo supervisado en Filadelfia sigue enredada en un litigio federal sobre la legalidad de dicho sitio.
«Este Consejo tuvo que tomar una decisión difícil hoy y aprecio el hecho de que nos mantuvimos unidos y que finalmente respondimos a las personas que representamos», dijo Lozada. “Así es el liderazgo: tomar decisiones que no son populares y que son difíciles, pero necesarias”.
Kenney, que durante años ha respaldado la idea de establecer una instalación en la ciudad, dijo en un comunicado que la legislación «está claramente diseñada para prohibir los centros de prevención de sobredosis».
«Me siento frustrado porque mis colegas no permitirán que nuestra ciudad lidere a otras comunidades en la implementación de políticas de salud pública que, nuevamente, están salvando vidas, reduciendo el consumo público y reduciendo la basura peligrosa en otras ciudades del mundo», dijo. «Esta es una crisis de salud pública y no una cuestión de opinión pública».
Varios miembros del Consejo emitieron su decisión de votar a favor de la legislación como una forma de involucrar a sus electores en el proceso de toma de decisiones. El concejal Mark Squilla, cuyo distrito incluye partes del sur de Filadelfia y el centro de la ciudad, dijo que la legislación otorga a los constituyentes “la capacidad de participar en la selección de estos sitios”. Dijo que oponerse a eso es “básicamente decir ‘sabemos mejor que usted en su vecindario, sabemos que usted no debería opinar porque hará que sea más difícil hacer esto’”.