El grupo musical “Los Bomberos de la Calle” cortó el listón inaugural de su Centro Cultural Philly Bomba Plena, ubicado en 400 East Allegheny, esquina con la calle C, el domingo 5 de enero, durante un “Parrandón de Día de Reyes”. Fundado en 2012, este conjunto de músicos y bailarines tiene como meta educar a la juventud y a la comunidad acerca de la historia de la bomba y la plena.
La organización está dirigida por Anthony “Tony” Mendez, nacido en el sector neoyorquino de Queens, con 14 años de experiencia como educador y artista. “La bomba es música y baile puertorriqueño que era usado como una expresión de resiliencia; era una forma de nuestros ancestros para expresarse y mitigar las frustraciones diarias”, expresó. En tanto, la plena se conocía como el periódico cantado porque difundía los mensajes entre la gente. El ritmo de la música se lleva con los toquidos de los instrumentos de mano llamados panderetas, también conocidos como panderos.

El 27 de diciembre tuvieron una preinauguración con el fin de colectar juguetes para su evento del 5 de enero. Esa noche, Tony Mendez, sus dos hijos Sean e Isaiah, Idalis Corona y Jonathan Santiago, tocaron para los asistentes, mientras que las bailarinas acompañaron al grupo, incluida su hija, Izabella. En cada mesa había panderos, maracas y güiros para acompañar la música del conjunto.
Este centro cultural preserva el ambiente boricua, además de brindar un espacio seguro donde se impartirán clases de bomba y plena, música, baile, arte y cocina, entre otros. Tony está entusiasmado porque va a enseñar a hacer “cupcakes” de parcha y coco con la receta de su madre.

Julie Burgos es la maestra de bomba y plena, e Idalis Corona enseñará cómo hacer las máscaras de vejigante. Las clases comenzarán el 3 de febrero.

En diciembre pasado Tony recibió fondos de Philadelphia’s Cultural Treasures Artist Fellowships, asignados para ayudar a un amplio espectro de artistas negros, latinos, asiáticos e indígenas de la ciudad.

Su amor por la música afroboricua nació en su juventud y decidió educarse a través de numerosos talleres locales y fuera del estado con músicos de bomba y plena, además de realizar visitas a Puerto Rico. También ha aprendido español, pues creció en un hogar donde solo se hablaba inglés.

A los 18 años se mudó a Filadelfia, donde ha formado una familia con sus compañeros músicos y bailarines. Con “Los Bomberos de la Calle” difunde la historia de la bomba y la plena a personas de todas las edades y nacionalidades.