Harris
El cartel anuncia las probabilidades en apuestas por la carrera presidencial entre la candidata demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, y el republicano, el expresidente Donald Trump, en el Strip de Las Vegas, el 4 de noviembre de 2024. (Foto: VOA)

Al final de la tarde del lunes los candidatos presidenciales, la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump, hicieron sus últimos llamamientos a los electores estadounidenses en la misma área, en Pensilvania.

La vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump hicieron sus últimos llamamientos a los votantes el lunes en la misma parte de Pensilvania, aproximadamente a la misma hora, pasando el último día completo de la campaña presidencial de Estados Unidos en un estado que podría decidir sus posibilidades de ganar.

Centrándose en el rincón suroriental del estado, Trump subió al escenario en Reading, Pensilvania, a unos 48 kilómetros (30 millas) de la ciudad de Allentown, donde Harris llevó a cabo su propio evento aproximadamente media hora después.

“Si ganamos Pensilvania, ganamos todo el paquete”, declaró Trump. “Se acabó”.

De hecho, una victoria de Trump en Pensilvania, llevándose sus 19 votos del Colegio Electoral, perforaría el “muro azul” de los demócratas y le dificultaría a Harris ganar los 270 votos necesarios.

Harris, la candidata demócrata, pasó todo el lunes en Pensilvania, el premio mayor entre los estados que se prevé determinen el desenlace de los comicios con los votos del Colegio Electoral. Además de Allentown, visitó Scranton —el lugar donde nació el presidente Joe Biden— y tenía planeada una escala en Reading, antes de concluir con un mitin nocturno en Filadelfia al que asistirán Lady Gaga y Oprah Winfrey.

”¿Están listos para hacer esto?”, gritó Harris el lunes en Scranton, con un gran cartel hecho a mano detrás de ella que decía “Vota por la libertad” y una pancarta similar a su lado.

Trump acudió primero a Carolina del Norte antes de visitar Reading. Se dirigirá a Pittsburgh, en el extremo opuesto del estado, y luego concluirá en Grand Rapids, Michigan, donde celebrará su último mitin de campaña en el mismo lugar donde concluyó sus campañas de 2016 y 2020.

El sureste de Pensilvania alberga a miles de hispanos, incluida una considerable población puertorriqueña. Harris y sus aliados han criticado repetidamente a Trump por un comentario del comediante Tony Hinchcliffe sobre Puerto Rico durante un destacado evento del expresidente en el Madison Square Garden. Hinchcliffe dijo que Puerto Rico era una “isla flotante de basura”.

“Fue absurdo”, dijo Germán Vega, un dominicano-estadounidense que vive en Reading y se naturalizó estadounidense en 2015. “Molestó a muchas personas, incluso a muchos republicanos. No estuvo bien, y siento que Trump debería haberse disculpado con los latinos”.

Pero Emilio Feliciano, de 43 años, esperaba afuera del Santander Arena de Reading para tener la oportunidad de tomar una foto de la caravana de Trump. Desestimó los comentarios sobre Puerto Rico a pesar de que su familia es puertorriqueña, diciendo que le importa la economía y por eso votará por Trump.

”¿Va a estar segura la frontera? ¿Vas a mantener baja la criminalidad? Eso es lo que me importa”, dijo.

Trump se centró en hablar sobre su propuesta de endurecimiento en el control de la inmigración. Convocó al escenario a Patty Morin, madre de Rachel Morin, de 37 años, quien fue encontrada muerta un día después de desaparecer durante un viaje para ir de excursión. Las autoridades dicen que el sospechoso de su muerte, Víctor Antonio Martínez Hernández, ingresó ilegalmente a Estados Unidos después de supuestamente matar a una mujer en su país natal, El Salvador.

Unos 77 millones de estadounidenses han depositado su voto en forma adelantada. Una victoria de cualquiera de los dos bandos sería algo sin precedentes.

Una victoria de Trump lo convertiría en el primer presidente entrante en haber sido encausado y declarado culpable de un delito grave, después de su juicio en Nueva York por hacer pagos a cambio de silencio. Obtendría el poder de poner fin a otras investigaciones federales pendientes contra él. Trump también se convertiría en apenas el segundo presidente en la historia de Estados Unidos en ganar mandatos no consecutivos en la Casa Blanca, después de Grover Cleveland a finales del siglo XIX.

Harris aspira a convertirse en la primera mujer, la primera mujer negra y la primera persona con ascendencia del sur de Asia en llegar a la Oficina Oval, cuatro años después de haber roto las mismas barreras en un cargo federal al convertirse en la segunda al mando en el gobierno de Biden.


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