La doctora Jamile Tellez Lieberman, reconocida recientemente por la Ciudad de Filadelfia durante el Mes de la Herencia Hispana, es una figura destacada en el ámbito de la salud pública y la equidad para la comunidad latina. Su labor en Esperanza, a través de iniciativas como el Instituto para la Equidad en Salud de los Latinos, la ha convertido en un pilar en la lucha por mejorar la calidad de vida de esta comunidad.
El reconocimiento de la Ciudad, promovido por la Oficina de la concejala del Distro 7 Quetcy Lozada, fue una grata sorpresa para Jamile, según compartió durante una entrevista con Impacto.
Este reconocimiento refleja su trabajo continuo en temas cruciales como la salud pública y comunitaria, en especial en las áreas de investigación participativa y programas de prevención para los residentes latinos de Filadelfia.
VISION INTEGRAL
Como vicepresidenta senior de Compromiso Comunitario, Investigación y Equidad en Salud en Esperanza, dirige proyectos que abordan problemas de salud desde una perspectiva integral. Desde su llegada a la organización, ha liderado investigaciones y actividades centradas en disminuir las disparidades de salud en la comunidad latina, enfocándose en crear entornos saludables que prevengan enfermedades.
Según Jamile, su misión es «prevenir que las personas se enfermen, asegurarse de que tengan todo lo necesario para mantenerse saludables», un enfoque basado en la promoción de un entorno saludable, con acceso a alimentos frescos, agua limpia y espacios seguros.
Un aspecto clave de su trabajo ha sido la creación de programas que abordan los desafíos específicos que enfrentan los latinos en Filadelfia, tales como la barrera del idioma y la falta de acceso a servicios de salud preventiva.
«Muchos servicios no están en español y eso representa una gran barrera», explicó. También destacó que la falta de seguro médico y el alto costo de la atención médica en Estados Unidos son factores críticos que afectan a esta población.
MEJORAR LA SALUD DE LOS LATINOS
Tellez Lieberman enfatiza la importancia de abordar las barreras sistémicas que dificultan el acceso de los latinos a servicios de salud de calidad. En su opinión, uno de los mayores problemas de salud que enfrenta esta comunidad es la falta de acceso a servicios preventivos. «No creo que los latinos en la ciudad puedan acceder fácilmente a la atención preventiva, y eso significa que cuando se enferman, muchas veces los médicos no detectan la enfermedad hasta que ya es demasiado tarde», subrayó.
La violencia también representa un grave problema para la comunidad. Jamile destacó que, aunque los latinos no suelen ser el foco de las conversaciones sobre violencia armada, son afectados en gran medida. «Hay un silencio en torno a la experiencia de los latinos con la violencia, y eso es un gran problema», aseguró.
LA FUERZA DE LA UNIÓN
Para la doctora graduada en la Universidad de Drexel, existe una gran necesidad de que los latinos se unan para enfrentar los desafíos que afectan a su comunidad. Según Tellez Lieberman, uno de los obstáculos más grandes es que los distintos grupos dentro de la comunidad latina no siempre trabajan en conjunto, lo que disminuye su capacidad para demandar justicia y cambios. De acuerdo con la investigadora, los latinos deben usar su voz de manera sistemática y colectiva.
Este llamado se extiende también a la necesidad de escuchar y aprender de la comunidad. «No tengo todas las experiencias de haber vivido en el barrio… Lo que realmente necesito es que la gente me cuente sus historias, que levanten la mano y se unan a mí en esta lucha», expresó Jamile, y subrayó la importancia de que las voces de la comunidad guíen su trabajo.
La doctora en Salud Publica en colaboración con otros profesionales de la salud, en Esperanza, como la doctora Nilsa Graciani, y la doctora Cecilia Cardesa, se empeña en seguir desarrollando iniciativas para mejorar el bienestar general de las comunidades latinas en la región, incluyendo no solo la salud física si no mental.
El reconocimiento de Jamile Tellez Lieberman no solo por su dedicación a la salud pública, sino también por su compromiso con la justicia social y el bienestar de la comunidad latina. Su liderazgo en Esperanza y su trabajo en Filadelfia sirven como ejemplo de cómo la investigación y la acción comunitaria tienen el potencial de transformar vidas y comunidades.
«La salud es un derecho humano», afirmó, y su misión es clara: garantizar que todos los latinos, sin importar su estatus o sus circunstancias, tengan la oportunidad de vivir una vida saludable y digna.