La Junta de Educación se ha declarado indignada y descorazonada porque los niños y adultos siguen siendo víctimas inocentes de la violencia armada en Filadelfia casi a diario. Lamenta que los tiroteos trágicos y sin sentido que ocurren en los vecindarios de la ciudad dañan de manera incalculable a las comunidades escolares, ya que cobran vidas, traumatizan a los sobrevivientes y amenazan todo el bienestar colectivo.
Miembros de la Junta han declarado que esta epidemia de violencia armada les recuerda que su misión no es solo educar a nuestros hijos y prepararlos para la universidad y las carreras, sino también brindar espacios de aprendizaje seguros, acogedores y saludables. Su visión de garantizar que todos los alumnos reciban una educación que les permita prosperar, triunfar y liderar en una sociedad global se plasma en el plan estratégico “Goals & Guardrails”, un enfoque que pone el énfasis en el alumno en el proceso educativo.
“Si queremos que nuestros estudiantes aprendan, prosperen y tengan éxito, –afirman en su declaración–, debemos garantizar que estén seguros y saludables física y emocionalmente, para que estén en condiciones de aprender, donde sea que estén, pero especialmente cuando entran y salen de la escuela. El Distrito Escolar ha implementado una serie de medidas para prever el paso seguro hacia y desde la escuela; sin embargo, abordar la violencia armada requiere una respuesta integral y coordinada”.
“Es nuestra responsabilidad colectiva unirnos y servir como un pueblo para que nuestros niños sean apoyados, educados, protegidos e inspirados a alcanzar su mayor potencial, especialmente cuando enfrentan desafíos tan enormes para su éxito y su bienestar”, dijo el presidente de la Junta, Reginald L. Streater. “Es imperativo que todos en la ciudad, líderes gubernamentales, agentes de la ley, educadores, la comunidad empresarial y profesionales de la salud nos unamos para idear formas efectivas de poner fin a esta violencia armada que está destruyendo comunidades”.
La epidemia de violencia armada en las calles de Filadelfia es uno de los problemas más serios y perturbadores de la paz, en una ciudad donde tan solo en 2022, cerca de 200 menores fueron baleados en tiroteos a lo largo y ancho de sus vecindarios.
