La obesidad infantil en Estados Unidos siguió creciendo en los últimos años hasta alcanzar una prevalencia del 21 % entre los menores de 19 años, según un estudio publicado en la prestigiosa revista médica JAMA.
La investigación analizó datos de casi 15.000 niños y adolescentes con edades comprendidas entre los 2 y los 19 años.
El estudio muestra que la tasa de menores que sufren obesidad subió, del 17,7 % en el período que va de 2011 a 2012, hasta el 21,5 % en el período de 2017 a 2020 (los datos del período 2019-2020 dejaron de recopilarse en marzo de 2020 por la pandemia, por lo que se unieron a los de 2017-2018 para mantener una estimación nacional).
A pesar de que los investigadores detectaron un aumento generalizado de la obesidad, hay diferencias entre grupos raciales.
Los estadounidenses de origen mexicano, por ejemplo, son los más afectados, ya que registran una tasa de obesidad del 27 %.
La obesidad infantil entre los negros afecta a un 23,8 % de los menores de 19 años, mientras que entre los blancos afecta a un 18,4 %, según las estimaciones de los investigadores.
«Debido al aumento significativo de la obesidad, existe una necesidad urgente de identificar los antecedentes y correlaciones entre la obesidad y el riesgo cardiometabólico para ayudar en la prevención temprana», concluye la principal responsable del estudio, la investigadora, Amanda Staiano.
Ya para el 2010 se alertó con un informe del Departamento de Salud, revelando que la obesidad se había convertido en una crisis de salud pública en Filadelfia, con 64% de los adultos y 57% de los niños de entre 6 y 11 años obesos o con sobrepeso.
En el norte de la ciudad, 70% de los niños eran obesos o tenían sobrepeso. Se han logrado retirar de colegios, las máquinas para freír, expendedoras de dulces y productos azucarados, se ha alentado el ejercicio en los colegios.
De 2006 a 2010 las tasas de obesidad en la ciudad estaban reduciéndose al 5%, en este 2022 casi el 10% de los niños de 2 a 5 años son obesos en todo el país; la obesidad infantil aumenta el riesgo de hipertensión, diabetes y enfermedades respiratorias, problemas de salud mental y articular; el CDC estima que más del 33% de los niños nacidos en 2000 desarrollarán diabetes para 2050;
Los aumentos en el consumo de bebidas azucaradas y el tiempo de pantalla están asociados con mayor riesgo de obesidad en los niños. La poca actividad física y el exceso tiempo frente a una pantalla, televisión, computadora y teléfono inteligente, con un uso promedio de 36 horas por semana del cual la gran mayoría de los niños acumulan.