Los blancos estadounidenses están siendo vacunados a tasas más altas que las comunidades negras y latinas. EFE/EPA/SHAWN THEW/Archivo

Los blancos estadounidenses están siendo vacunados contra el COVID-19 a tasas más altas que las comunidades negras y latinas, una disparidad que defensores de la salud han criticado ante el Gobierno federal, de acuerdo con los resultados de un análisis realizado en 14 estados por la cadena CNN.

De acuerdo con esos resultados, en promedio, más del 4 % de la población blanca ha recibido la vacuna, porcentaje alrededor de 2,3 veces más alto que la población afroamericana (1,9 % de cobertura) y 2,6 veces más alto que entre los latinos (1,8 %), señala la cadena.

En estas comunidades se registra una tasa de muertes tres veces más alta que entre los blancos y cuatro veces más alta de hospitalizaciones debido al coronavirus, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) citados por CNN.

La cadena indica que una «bandera de advertencia» sobre la disparidad racial en muchos estados es que el número de gente blanca que está siendo vacunada excede los fallecimientos por COVID-19 para su grupo racial, contrario a las comunidades afroamericana y latina, que registran más muertes, de acuerdo con datos de la Fundación de la Familia Kaiser.

Cita como ejemplo el caso de Pensilvania, donde la comunidad negra tiene 13 % de las muertes por COVID-19 pero sólo el 3 % de los vacunados.

Expertos en salud y activistas aseguran que el Gobierno federal -que tiene el control de la distribución de vacunas- puede aliviar esta disparidad fortaleciendo sus alianzas con líderes e iglesias en las comunidades afroamericana y latina, y no dejar a nadie en estos grupos fuera de los esfuerzos de inocular a toda la población.

Los hallazgos de CNN coinciden con la lucha en muchos estados para cumplir con la inoculación de su población debido a que han escaseado las dosis, lo que ha causado retraso en el proceso.

El doctor Georges Benjamin, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Salud Pública, indicó que un una de las vías para que todos adquieran sus dosis es que, en el caso de los hospitales, se vacune a toda su fuerza trabajadora, incluyendo a los encargados de limpieza y de alimentos.

Un 52 % de los empleados en los centros de salud son trabajadores de color

La sugerencia es que las vacunas deben ser administradas fuera de las horas regulares de trabajo y que las comunidades que estén apartadas de los centros de vacunación deberían considerar organizar transportación para llevar a las familias que no tengan un medio para desplazarse.

Otro estudio señala que las comunidades negras y latinas no confían en el acceso a vacunas, terapias y diagnósticos para el COVID-19.

Crédito EFE

De acuerdo con el reporte «Covid-19: Aumentan disparidades raciales en el cuidado de salud en EE. UU.» del laboratorio clínico Quest Diagnostics, latinos y negros, son cerca de dos veces más propensos que los blancos a decir que el acceso a vacunas es peor para ellos que para otros grupos.

En Filadelfia no para la incertidumbre

El Departamento de Salud de Filadelfia no ha informado -hasta el cierre de esta edición- cuántas personas fueron inmunizadas en total, ni cuántas dosis les fueron devueltas tras no ser suministrarlas, por la organización local que estaba supuesta a vacunar masivamente.

Tras la ruptura de la alianza entre Filadelfia y la organización Philly Fighting COVID para las fases de vacunación en la ciudad, el comisionado de salud Thomas Farley aseguró que inmunizarán a todos los que requieran la segunda dosis, es decir a las personas que fueron inmunizadas por la entidad, que ahora es con fines de lucro, según el funcionario. “Vacunaremos a todos los que hayan sido inmunizados por PFC. Contamos con la información de quienes son en nuestra base de datos. Como esto funciona es que otorgamos ciertos suministros de las vacunas y ellos nos presentan un reporte de quienes las recibieron”.

Farley explicó que el cambiar el estatus de sin fines de lucro a con fines de lucro no fue el detonante para romper relaciones, sino la posibilidad de que la información de los ciudadanos pudiera ser vendida a terceros, pero según las autoridades de la ciudad y los voceros de Philly Fighting COVID, estos datos no fueron ni serán compartidos.

Respecto a los rumores relacionados al mal uso de las dosis otorgadas a PFC, dijo: “Desconocemos si hay dosis descartadas o abandonadas en el Centro de Convenciones de Pensilvania. Tenemos un grupo trabajando con la situación y eso nos preocupa mucho”.

Farley dijo que mantuvieron un contrato con PFC para las pruebas del coronavirus en comunidades desventajadas y una vez se les presentó la posibilidad de continuar con la entidad para el suministro de vacunas aceptaron. Todo esto a pesar de que el organismo fue creado por estudiantes de una universidad local.

Con información de agencias

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