Los líderes religiosos han sido vitales para compartir y promover la vacunación contra el COVID-19 entre los miembros de su comunidad. Como parte del proyecto Our Voices, Our Vaccines de Esperanza, el pastor David Medina, el pastor Efrain Cotto y el pastor Gilbert Alfaro han desempeñado un papel clave en el desarrollo de nuevos materiales de salud y sirviendo como defensores para promover la igualdad de vacunas en Hunting Park y en los alrededores del norte de Filadelfia. A pesar de sus agendas ocupadas y sus diversas responsabilidades en sus iglesias y ministerios, han seguido ayudando a las personas que se encuentran sin hogar, organizan eventos de estudio bíblico para jóvenes y predican en los servicios todas las semanas. Además, han dedicado tiempo cada mes para ayudar a desarrollar y difundir materiales de salud relacionados con el COVID-19.
Cuando comenzó la pandemia de COVID-19, en marzo de 2020, muchas iglesias y organizaciones religiosas tuvieron que cerrar temporalmente sus puertas a sus feligreses. Los tres pastores ayudaron a prevenir la propagación de COVID-19 al pasar a una plataforma en línea para continuar sirviendo a sus comunidades. Sin dudarlo, los pastores siguieron las recomendaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y desarrollaron formas creativas de mantenerse en contacto con sus feligreses, considerando que muchos de sus feligreses estaban en alto riesgo.
A pesar del lamentable cierre de muchas iglesias, los pastores continuaron con su misión de ayudar a la comunidad. Durante estos tiempos difíciles, todavía dieron esperanza a la gente y mostraron su apoyo a los necesitados. Específicamente, el pastor Alfaro ayudó a sus feligreses recogiendo alimentos, haciendo mandados y conectando a los feligreses con otros servicios sociales. El pastor Medina, junto con su esposa, iniciaron el ministerio Sopitas de Amor, en el que preparan alimentos, como sopa y arroz, para las personas necesitadas. De manera muy similar, el pastor Cotto proporcionaría comidas y ropa a las personas sin hogar y a los miembros de su iglesia.
Como medida preventiva, los tres líderes de la iglesia compartieron información sobre las vacunas con sus feligreses, especialmente con aquellos que se consideraban de alto riesgo, como niños, adultos mayores y aquellos que tenían problemas de salud subyacentes. A pesar del estigma y el miedo sobre la vacunación contra el COVID-19, los líderes de la iglesia fueron vistos como mensajeros confiables, que no obligaron a las personas a vacunarse, sino que compartieron información confiable que enfatizaba la importancia de vacunarse.
Al abrir su iglesia nuevamente y realizar servicios en persona, los líderes de la iglesia aconsejaron a sus miembros que usaran cubrebocas, desinfectante para manos, se distanciaran socialmente cuando estuvieran en la iglesia, y que se quedaran en casa cuando estuvieran enfermos. El pastor Medina compartió que desarrolló su propio protocolo en el que se aseguraba de desinfectar la iglesia después de cada servicio y creó una lista de tareas una vez que llegaba a la iglesia. Algunos de los elementos de la lista de tareas pendientes eran lavarse las manos al llegar a la iglesia y usar una la mascarilla.
Los tres líderes de fe siguen invitando y alentando a todos sus feligreses a vacunarse contra el COVID-19 si no lo han hecho, y a aplicarse los refuerzos. Les recuerdan que hay mucha desinformación en línea. Por lo tanto, es importante estar informado y confiar en la ciencia detrás de las vacunas. Por último, también nos recordaron que “La fe no está en conflicto con la ciencia”.
Este artículo es parte del proyecto comunitario de vacuna contra la gripe y COVID-19 de Esperanza (Nuestras Voces, Nuestras Vacunas), que informa e involucra a los latinos en los programas de vacunación y salud pública que afectan su bienestar.