Foto ilustrativa Sora Shimazaki (pexels)

El 18 de mayo la votación generalizada ya está abierta para decidir las carreras locales, y  jueces nuevos para los tres tribunales de apelación en el estado de Pensilvania de los que dependerán  políticas importantes en el estado por lo menos para la próxima década.

En los dos últimos años de elecciones judiciales que destacan las contiendas partidistas, la participación electoral estuvo por debajo del 20%, comparado con más del 70% de participación en la elección del 2020.

En Pensilvania, los candidatos judiciales corren en las elecciones partidistas a nivel estatal en vez de ser elegidos con base en sus méritos por la comisión, por el gobernador y la asamblea legislativa, o ser electos en una contienda no partidista, como en muchos estados. Después de servir un término de 10 años, corren en elecciones partidistas de retención de un sí o no, que casi nunca pierden.

Esa elección inicial partidista significa que los jueces deben contender bajo la sombrilla de un partido político, recaudar dinero mediante comités de campaña y recoger endosos de grupos políticos.  Pero a los candidatos judiciales no se les permite solicitar donaciones directamente ni pueden prometer dar un fallo de cierta manera en ningún asunto específico.

Cuatro jueces, un demócrata y tres republicanos, están tratando de ocupar un puesto vacante en el máximo tribunal de Pensilvania.

En la actualidad, el Tribunal Supremo de Pensilvania está formado por cinco demócratas y dos republicanos. Se autodenomina el Tribunal de Apelaciones más antiguo del país. Su trabajo es dictar fallos definitivos en casos apelados por los tribunales más bajos y puede generalmente elegir los casos que acepta.

Hay un puesto vacante porque el presidente del Tribunal Supremo, el republicano Thomas Saylor, ha llegado a la edad límite de 75 y se tiene que jubilar. El juez demócrata Max Baer está asumiendo el rol de presidente del Tribunal Supremo. Los candidatos estarán en la boleta de las elecciones primarias el 18 de mayo, y luego se enfrentarán a los contendientes en las elecciones generales del 2 de noviembre:

Maria McLaughlin, demócrata de Filadelfia, obtuvo el endoso de su partido y es la única demócrata en las elecciones primarias así que avanzará a las generales y se enfrentará al que resulte vencedor entre estos republicanos: Kevin Brobson, del área de Harrisburg, Paula Patrick, de Filadelfia, o Patricia McCullough, del área de Pittsburgh.

En el 2015 los republicanos perdieron el control del Tribunal Supremo durante un periodo tumultuoso que incluyó las revelaciones de varios jueces de haber intercambiado correos electrónicos obscenos.

Desde entonces, el GOP se ha irritado por las decisiones tomadas por la mayoría demócrata, que han incluido la orden de redibujar los distritos congresuales de la mancomunidad después de un falló de que las circunscripciones electorales habían sido manipuladas injustamente a favor de los republicanos.

Después de la elección, jueces estatales  entre ellos demócratas y republicanos, dictaron desestimaciones casi universales a la inundación de demandas por la campaña de Trump que perdió todos sus casos que llegaron al Tribunal Supremo de Pensilvania.

A pesar de esas promesas universales de ser justos y no partidistas, estos jueces se han visto envueltos en casos politizados y han dado un fallo predecible de acuerdo con las líneas de su partido político.

Para los demócratas las oportunidades de retomar el tribunal serán hasta 2025, cuando los jueces demócratas se enfrenten a las elecciones de retención. Los republicanos en la legislatura estatal han lanzado un plan para rehacer totalmente a los tribunales mediante la elección de jueces por región.

Son 15 puestos vacantes a nivel estatal en los tribunales de apelación, el que gane un término de 10 años en la vacante solitaria en el Tribunal Superior de Pensilvania jugará un papel de enorme importancia en cómo se lleva a cabo la justicia en toda la mancomunidad, donde está el tribunal de apelaciones más concurrido en el país, que lleva más de 8,000 casos al año.

Generalmente, los jueces del Tribunal Superior forman parte de paneles de tres jueces, escuchan las apelaciones de los casos penales, de menores de edad y civiles que son manejados por los tribunales de primera instancia de los condados.

Mientras la jueza del Tribunal Superior, Susan Gantman se prepara para jubilarse, hay tres candidatos buscando reemplazarla, en la boleta de las elecciones primarias del partido demócrata:

Jill L. Beck, una fiscal civil de Pittsburgh, Timika R. Lane, una jueza del Tribunal de Primera Instancia que maneja asuntos penales en Filadelfia, y William Cercone.

El ganador o ganadora probablemente se enfrentará a la republicana solitaria en la carrera, Megan Sullivan.

El Tribunal de la Mancomunidad de Pensilvania

PA es uno de los pocos estados que tienen dos tribunales de apelación separados de nivel intermedio, con un Tribunal de la Mancomunidad operando junto al Superior.

El cuerpo de nueve jueces decide disputas civiles que involucran al propio estado y escucha apelaciones en contra de decisiones hechas por agencias estatales. Generalmente, los casos se presentan a un panel de tres jueces, ya sea en Harrisburg, Filadelfia o Pittsburgh, y como en otros tribunales de apelación, los jueces son elegidos a un término de 10 años.

Se les pedirá a los votantes llenar dos puestos vacantes en el Tribunal este año, lo que significará que los que obtengan más votos, de cada partido, avanzarán de la elección primaria y entonces los otros ganadores en general ocuparán la judicatura.

Uno de los puestos va a ser desocupado por la jueza Mary Hannah Leavtt, quien no va a contender para retención. El otro puesto es el del juez titular Andrew Crompton, quien fue nombrado por el gobernador Tom Wolf para llenar la vacante en 2019. 

En total, hay 5 candidatos: Stacy Wallace republicana de Bradford, Lori Dumas y Sierra Street, demócratas de Filadelfia, y Amanda Green-Hawkins y David Spurgeon, demócratas de Allegheny.

Siete de los nueve jueces que ocupan actualmente su judicatura en el Tribunal fueron electos como republicanos. En el último año, el Tribunal falló a favor la campaña de Trump algunas de sus pocas victorias legales, pero el Tribunal Supremo de Pensilvania anuló al final esas decisiones.

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