La NBA abrió este sábado los ‘playoff’ de 2023 con una victoria clara de unos Philadelphia 76ers incendiarios desde el triple frente a los Brooklyn Nets en la primera ronda de la Conferencia Este (121-101).
Terceros en el Este por detrás de los todopoderosos Milwaukee Bucks y Boston Celtics, los Sixers sometieron sin mayores problemas a los Nets (sextos) gracias a un apabullante 21 de 43 en triples.
Esos 21 triples marcaron un nuevo récord en un partido de ‘playoff’ para el equipo de Filadelfia.
Después de haberles ganado en sus cuatro enfrentamiento de temporada regular este año, los Sixers se encontraron a unos Nets que aplicaron dos contra uno constantes a Joel Embiid.
No surtió efecto este plan defensivo puesto que, además de su éxito desde el perímetro, los locales compartieron el balón con encomiable generosidad (32 asistencias para 42 canastas en total).
James Harden fue el mejor con 23 puntos (fabuloso 7 de 13 en triples) y 13 asistencias, Embiid se las arregló para terminar con 26 puntos y Tobias Harris sumó 21 puntos como ejemplo de la gran aportación colectiva de todo el equipo.
En los Nets, Mikal Bridges fue el referente ofensivo con 30 puntos pero al conjunto de Jacque Vaughn le lastraron sus 20 pérdidas de balón y los 14 rebotes ofensivos concedidos a los Sixers.
UN SIXERS-NETS DESCAFEINADO
Tras el muy comentado intercambio de Harden por Ben Simmons, Seth Curry y Andre Drummond en febrero de 2022, un cruce de ‘playoff’ entre Filadelfia y Brooklyn se imaginaba como una eliminatoria llena de picante y de cuentas pendientes.
Sin embargo, muchas cosas han cambiado en los Nets: Kevin Durant se fue a los Phoenix Suns para soñar con el anillo, Kyrie Irving se marchó a los Dallas Mavericks para acabar estrellándose y al lesionado Simmons ni está ni se le espera.
Harden sí ha encontrado en los Sixers un aspirante al título, especialmente de la mano de un Embiid excepcional que aparece en algunas quinielas como el favorito para llevarse el MVP.
En cualquier caso, ni Embiid ni Harden tuvieron este sábado un arranque muy inspirado ante los Nets, tanto que cerraron el primer cuarto con solo 11 puntos entre ambos (2 de 7 en tiros para el barbudo base y un 2 de 5 en intentos para el pívot, quien desde el principio sufrió dos para uno prácticamente cada vez que tocó el balón).
Con la defensa neoyorquina totalmente centrada en anular a Embiid, los Sixers supieron mover el balón con astucia, jugadores como Harris pusieron su granito de arena y los Nets cerraron los primeros 12 minutos por detrás pese a los 11 puntos de un Bridges muy activo (30-25).
Los de Doc Rivers resolvieron la «trampa» sobre Embiid con espíritu colectivo, altruismo en la circulación de la pelota y aportación de todos sus jugadores.
Así, para cuando llegó el primer estirón local (40-31 con 9.36 en el reloj) ya habían anotado 9 de los 10 jugadores que habían pisado la cancha por Filadelfia.
Curry emergió del banquillo visitante con acierto y Bridges llegó hasta los 23 puntos en una primera parte fantástica, pero los Sixers aterrizaron en descanso por delante (67-58) gracias a un Harden excelente en el segundo cuarto con 4 de 5 en triples.
La finura del base en el perímetro impulsó una impactante primera mitad para los Sixers desde el exterior con un magnífico 13 de 21 en intentos de tres.
Embiid fue el principal protagonista de la reanudación.
Metió 10 puntos en el tercer cuarto, recibió un golpe en la cara (sin consecuencias) de Dorian Finney-Smith y se encaró con Royce O’Neale tras una dura falta (el incidente acabó con doble técnica).
Por lo demás no cambió el guion del partido, con unos Sixers cómodos con un colchón en torno a la decena de puntos y que seguían brillando desde el triple antes del último cuarto (93-81).
Solo faltaba que metieran una marcha más y, con un 5-0 de salida en el cuarto definitiva, los Sixers alargaron su distancia hasta un +17 con solo nueve minutos por jugarse y los Nets no tardaron en bajar los brazos.