El martes 18 de junio el presidente Biden anunció que el Departamento de Seguridad Nacional tomará medidas para garantizar que los ciudadanos estadounidenses con cónyuges e hijos no ciudadanos puedan mantener unidas a sus familias.
El requisito es que estén en el país al menos desde hace 10 años, el beneficio también incluye a los hijastros de los ciudadanos.
Se les otorgaría un permiso de trabajo por tres años, con camino a una residencia permanente.
Además, permitirá a los beneficiarios de DACA, conocidos como los “dreamers”, soñadores en español, y en general a todos los jóvenes, que reciban más rápidamente visas de trabajo, siempre y cuando hayan obtenido un título en una institución estadounidense acreditada de educación superior en los Estados Unidos y que hayan recibido una oferta de empleo de un empleador estadounidense en un campo relacionado con su título. A diferencia del alivio migratorio que otorga el DACA para que tengan un permiso de trabajo temporal, con este permiso por tres años, se abre un camino para poder acceder a la residencia permanente lo que abre un camino a la ciudadanía.
Durante el fin de semana fue el doceavo aniversario de la creación del programa DACA que ha dado resultados importantes en la economía de los Estados Unidos.
Los dreamers han contribuido con aproximadamente 140 mil millones de dólares a la economía estadounidense en impuestos y más en la década posterior a la creación del programa.
Muchos de ellos trabajan en hospitales, aulas, y también son propietarios de pequeñas empresas.
Dentro de los esfuerzos que la Administración de Biden ha intentado, está el envió al Congreso de un plan para proporcionar un camino hacia la ciudadanía para los dreamers ampliar las vías legales para la migración e invertir en una seguridad fronteriza más perspicaz y efectiva. Amplió el acceso a atención médica asequible y de calidad a través de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio para más de 100.000 dreamers. Y continúa pidiendo al Congreso que proporcione un camino hacia la ciudadanía para los sonadores.
Cabe recordar que Donald Trump, intentó eliminar DACA en cada oportunidad que tuvo cuando era presidente, a pesar que la gran mayoría de los estadounidenses están de acuerdo con un alivio migratorio permanente para este grupo de inmigrantes que llegaron cuando eran menores de edad.
La Administración Trump intentó poner fin al programa DACA, cada vez que pudo, y quitarle así protecciones legales a cientos de miles de personas. En su actual campaña vuelve a poner en la mira a los inmigrantes y dice que están “envenenando la sangre” de Estados Unidos. Promete eliminar la ciudadanía por nacimiento a niños nacidos en territorio estadounidense y de crear campos de detención masiva para acorralar inmigrantes, y ejecutar la “madre de todas las deportaciones”.
Trump también eliminó las reformas para asegurar la frontera en décadas para ayudarse políticamente.
REACCIONES
Legisladores demócratas y ONG en defensa de los derechos de los migrantes celebraron este el nuevo plan de regularización del presidente, Joe Biden, que permitirá a unas 500.000 personas obtener un estatus legal.
El Gobierno estima que los migrantes que podrán beneficiarse de este programa han vivido en EE. UU. por un promedio de 23 años, según datos del Departamento de Seguridad Nacional.
«Es (una decisión) justa y debía haberse tomado hace mucho tiempo», señaló Dick Durbin, el segundo en el liderazgo demócrata del Senado, en un comunicado.
Decenas de ONG en defensa de los derechos de los migrantes celebraron también el nuevo plan, tildándolo de «histórico» y señalándolo como el mayor programa de regularización en la última década.
«Es un tremendo paso adelante del presidente Biden y representa un cumplimiento de la promesa de mantener unidas a las familia», señaló Todd Schulte, presidente de la organización FWD.us en un comunicado.
La oposición republicana, encabezada por su líder de facto, el expresidente Donald Trump, no tardó en rechazar las nuevas medidas.
Algunos líderes de la oposición republicana, incluyendo la campaña del expresidente Donald Trump, rechazaron la decisión e insistieron en que el demócrata está promoviendo una «invasión» de migrantes al país. Ted Cruz, aseguró falsamente en su cuenta de la plataforma X que las nuevas medidas darán el derecho a los migrantes a votar.
Las nuevas políticas tardarán meses en entrar en vigor y concederán a los migrantes la oportunidad de dar solo el primer paso en el proceso para conseguir permiso de residencia en EE. UU., que puede prolongarse por años.
Para votar, se necesita tener la ciudadanía, que se solicita tras cumplir un mínimo de 5 años con el permiso de residencia permanente.
El programa se apoya en una figura legal conocida como «parole», que otorga a quienes ya están en territorio estadounidense protección frente a la deportación y les posibilita aplicar a un permiso de trabajo.
Esta figura ya ha sido usada por Gobiernos anteriores, incluyendo el del republicano George Bush o el demócrata Barack Obama.
Con ese «parole», que tendrá una validez de tres años, los migrantes que entraron al país de manera irregular y están casados con ciudadanos estadounidenses pueden solicitar la residencia y, eventualmente, la ciudadanía.
En teoría, las personas indocumentadas pueden obtener la residencia si se casan con un estadounidense. Sin embargo, para hacerlo deben salir del país y acudir a una embajada, lo cual conlleva el riesgo de que se les prohíba la entrada de nuevo por periodos de 3 a 10 años, como represalia por haber estado en EE. UU. sin estatus legal. El «parole», les permitirá solicitar la residencia sin tener que salir del país.
Ante el anuncio histórico de la Administración Biden, la directora de la campaña Biden-Harris 2024, Julie Chávez Rodríguez, publicó las siguientes declaraciones.
“Las familias deben estar juntas, así de simple. Es por eso por lo que las acciones que el presidente Biden está impulsando hoy, son tan importantes, y también son un poderoso recordatorio del imperdonable legado de Donald Trump de arrebatar a niños llorando de los brazos de sus padres, cuando implementó su política de separación familiar. De hecho, la sombría realidad es que, si Trump tiene la oportunidad, irá aún más lejos: volvería a implementar la separación familiar, utilizaría a la Guardia Nacional para arrestar y deportar inmigrantes y crearía campos de detención masivos. No porque vaya a arreglar nuestro sistema de inmigración, sino porque Trump cree que es una buena política atacar a los inmigrantes vulnerables (…) Nuestro sistema de inmigración no funciona y requiere líderes reales como el presidente Biden que tomen medidas decisivas incluso cuando otros en Washington fracasan. No dejará de luchar por la reforma migratoria integral que nuestro país necesita desesperadamente y nunca les dará la espalda a nuestras familias. Porque sólo un “bully” débil y desesperado como Trump arrebataría a bebés llorando de los brazos de sus madres”.