Hace unas semanas fui a visitar a la emprendedora mexicana Reyna Navarro en su local “Artesanía Mundo De Queen” localizada en el 1825 S. 8th Street de la ciudad de Filadelfia. Al acercarme a su establecimiento me encontré con un enorme mural con motivos culturales mexicanos pintado por el artista Mauro Carrera. El color amarillo en el fondo de la pared, usada como canvas, me invitaba, sin decirlo, a un mundo lleno de creatividad en donde el amor a las raíces culturales se muestra con mucho orgullo.
Al entrar al local vi mucha artesanía mexicana. Reyna estaba detrás del mostrador y cuando se percató de mi presencia salió a saludarme. Nos pusimos a conversar por un buen tiempo. La felicité por su bello y próspero negocio.
Me contó que empezó a vender artesanías en ferias de barrio, con los únicos 200 dólares que ahorro con muchos sacrificios y que era con lo único que contaba en esos momentos. La pandemia la obligó a crear una fuente de ingresos más firme y duradera para ella y su familia.
Reyna, tenía una nueva meta; en su casa habló con su familia y les dijo que todos tenían que colaborar con ella, en medida de sus posibilidades. Como jefa de la familia, Reyna empezó a cortar gastos en la casa y dejó solo los más indispensables para el funcionamiento básico del hogar; y afirma que su esposo siempre fue un apoyo indispensable para lograr su sueño de tener su local propio.
Entre la conversación, y como toda buena vendedora, Reyna empezó a mostrarme algunos artículos que tenía para la venta. Aproveché para comprarle un cinturón trabajado a mano hecho por artesanas mexicanas; de esta manera, la pequeña empresaria, también ayuda a fomentar la economía local de su país. Además, me enseñó unos coloridos rebozos de hilo, típicos de México.
Durante nuestra amena conversación me habló sobre el proyecto de “Mercado de Latinas”. Su sueño se ha extendido a un grupo de mujeres que venden una diversidad de artículos culturales. Como fundadora de la iniciativa busca incentivar a otras pequeñas comerciantes a realizar sus sueños. Este grupo se apoya, mutuamente, y exploran maneras creativas de vender sus productos artesanales no solo en ferias locales alrededor de la ciudad de Filadelfia sino, también, en innovadoras e improvisadas galerías localizadas en negocios latinos, como en el restaurante peruano Brazas BBQ Chicken, por ejemplo.
Esta primera galería latina artesanal se encuentra localizada en pleno South Street, en el centro de Filadelfia. Al caminar hacia el restaurante peruano, observé en la trayectoria otro restaurante latino, “El Puyero” que destaca el sabor de la comida venezolana.
Durante el fin de semana, esa zona es muy transitada por muchos visitantes que desean explorar los locales comerciales de esa área. Al entrar a Brazas BBQ noté, la bandera peruana con sus colores rojo y blanco, y al lado un cuadro del Señor de los Milagros, reflejando, así, parte de su cultura a los comensales. Los artículos artesanales del Mercado de Latinas se encontraban adornando las paredes aledañas de la entrada al local.
Después de saborear, en compañía de mi esposo, unas yucas fritas con salsa de huancaína, y degustar un rico pollo a la brasa, unos deliciosos tallarines verdes con su milanesa frita, y beber la tradicional chicha morada, me puse a observar los productos en venta y a leer las narraciones, escritas en español e inglés, de cada uno de los negociantes que se encontraban exhibiendo en el mostrador.
Dentro de las historias que está la de Xiquipilli-Martinez. Este negocio fue recreado en el 2021 por Victoria Martinez para seguir el legado de su padre, Don Adan. La palabra Xiquipilli proviene de la lengua náhuatl que significa cesto; y en la sierra, las personas lo usan para llevar y traer alimentos. Don Adan, era dueño de un pequeño negocio en la sierra norte de Puebla, México y durante la pandemia, él decidió que ayudaría a su gente a vender sus productos de artesanía en su local por qué ellos lo vendían en la calle y de puerta en puerta —en esos momentos difíciles de la pandemia, nadie habría las puertas de sus casas para comprar ningún objeto por miedo al contagio del virus—. Después del fallecimiento de su padre, Victoria continúa con su legado ayudando a seguir activando la economía local de los artesanos de esta región de Puebla.
Pupuseria y Artesanía Leticia- Zulma Guzmán emprendió este negocio desde el 2019 para ayudar a los artesanos de El Salvador. Su deseo de conectarse con sus raíces salvadoreñas y mostrar la riqueza cultural la motivó a crear este negocio. Así, a través de sus productos, da a conocer a su país, apoya a la economía local y provee una oportunidad para que los artesanos sigan creando artículos hechos a mano usando técnicas tradicionales.
Mantas y Bordados Rosy- Este proyecto nació en tiempos de pandemia. Rosario Sánchez Luna usa diferentes técnicas de tejido —como punto de cruz, punto de atrás, nido de abeja y petatillo—, para crear innovadoras piezas de uso diario; además de prendas de vestir, como bufandas y gorros. Cada una de las creaciones hechas a mano, conlleva un determinado proceso y tiempo para su elaboración.
Lili Daliessio Designs- El amor por su cultura colombiana llevó a Lili Daliessio a crear una pequeña empresa de moda y diseños de ropa autóctona hechos con materiales eco-friendly; de esta manera, apoya a mujeres víctimas de violencia doméstica, indígenas y mujeres, dueñas del hogar, quienes, también, crean y fabrican sus propios productos.
Mochi Bay Bags- Ofrece artículos hechos a mano confeccionados por los indígenas de la región norte de Colombia, en la Península Guajira.
Our Hope- Las amigas Whitney Banawa y Celia Cintron se unieron para inventar piezas decorativas, usando elementos aromáticos en las velas. Sus diseños son muy peculiares y creativos.
Artesanía Mundo de Queen- Reyna Navarro es la propietaria de este negocio de productos artesanos mexicanos. Como los demás en esta lista, ayuda a promover la economía local de su país.
El “Mercado de Latinas” es una iniciativa que busca apoyar, como su nombre lo indica, a las mujeres Latinas y empresarias —que con el tiempo ha ido creciendo y ya se han incorporado algunos compañeros negociantes a este grupo de trabajo—, a emprender y crear un negocio ofreciendo productos de calidad, y de una vasta diversidad cultural.Cada producto artesanal tiene una historia particular, y la dedicación de manos de artesanos que trabajan para crear artículos usando métodos tradicionales para proveer al cliente, lo mejor de su cultura regional.
Las personas que deseen colaborar comprando estas creaciones pueden usar las aplicaciones Zelle o Vemo para efectuar sus pagos. Sí desea saber más acerca de esta iniciativa de emprendedores latinos, y los productos que ofrecen, visite su página en Facebook @Mercadodelatinas.
¡Apoyemos las historias colectivas de esfuerzo, dedicación y tradición de cada producto!