Mundo virtual – Rogelio Aguilar, para sus amigos Roy, de 24 años y ex alumno de Esperanza y la Universidad Drexel, ha estado en Beijing desde noviembre de 2019 por su trabajo de bloguero en una compañía de China. En entrevista virtual para este semanario nos respondió.
¿Qué te ha mantenido fuerte en China durante la pandemia del Covid-19? “No ha sido fácil sufrir por esta pandemia a miles de millas de mi familia, mis amigos y todo lo que estoy familiarizado. Durante muchas semanas, estuve encerrado en mi pequeño apartamento, sin internet y con sólo los tres libros que traje conmigo y mi laptop. He tenido más días malos que buenos. También tuve días en que simplemente dejé que las lágrimas rodaran por mi cara. Nunca me he sentido más solo en mi vida que estos últimos meses. Le debo todo a mi mamá, papá y hermano por darme la fuerza para persistir y mis amigos cercanos por regalarme risas y compañía con sus llamadas telefónicas espontáneas. Es importante tener un sistema de apoyo en un momento como este, donde uno se enfrenta a un desafío emocional. Y aunque estoy lejos de mis seres queridos, a través de su cariño y apoyo abrumador me recuerdan constantemente que están a mi lado, pase lo que pase”.
¿Cómo te han ayudado tus estudios de secundaria en Esperanza en tu vida?
“El high school es un periodo especial en nuestra juventud porque es una oportunidad para experimentar con nuestra identidad. ¿Quién eres tú? ¿Qué te interesa? ¿Qué no te interesa? Siendo un estudiante en Esperanza me ha ayudado a buscar estas respuestas. Me involucré en numerosos clubes escolares y actividades extracurriculares en un esfuerzo por descubrir mis intereses. Cuando me uní al club de periodismo y escribí mi primer artículo para el Esperanza Post, todo cambió para mí. De repente, ya no quería ser pediatra. Preferiría escuchar las historias de las personas y obtener nuevas perspectivas. Y, más que nada, me di cuenta de que quería ser periodista gracias a mis estudios en Esperanza. Y tengo que agradecer inmensamente a Esperanza por no sólo apoyar mi elección de carrera, sino también financiarla: Al graduarme de EA en el 2010, Esperanza cambió mi vida y me otorgó una beca que me permitiría ir a una universidad sin una carga financiera. Con eso en mente, simplemente no estaría donde estoy si no hubiera sido por el apoyo y la generosidad de Esperanza. Siendo crecido en norte de Filadelfia, de una familia de bajos ingresos, mis opciones en la vida eran limitadas. Pero Esperanza valoró el trabajo que puse e invirtió en mi futuro”.
Su mensaje para los estudiantes de secundaria de Esperanza es que hay que tener en mente que las partes más preciosas de la vida ocurren fuera del trabajo. “Así que trata de no perderte en tu trabajo. Porque cuando está todo dicho y hecho, la única cosa que nos llevaremos a la tumba y lo dejaremos en la Tierra son nuestros recuerdos”.
¿Qué te inspiró a ser un narrador de historias?
“Desde temprana edad me intrigaba la narración de historias. Crecí en un barrio del Norte de Filadelfia que estaba infestado de drogas y golpeado por la pobreza. No me permitían jugar afuera con los niños del barrio. Mis padres me decían que podían tener una influencia mala en mí porque muchas veces hacían travesuras. Así, mis padres me echaban a perder con todos los juguetes y figuras de acción que deseaba; de esa manera, no sentiría la necesidad de estar en las calles para divertirme. Jugaba con mis juguetes por horas y estaba tan enfocado en mis sesiones de juego que inventaba historias y escribía las narrativas que luego las recreaba con mis juguetes. Llegué al punto que prefería interactuar con mis juguetes que con personas. Aunque muchos supusieron que mi niñez era solitaria, están equivocados.
¿Qué mejores amigos que mis juguetes en los que confiaba, con los que reía, los que eran mi compañía y confort? Sobre todo, mis juguetes me ayudaron a descubrir mi pasión de narrar historias. Contar historias siempre ha sido mi manera de que mis experiencias cobren vida. Desde la perspectiva de periodista, las historias me han ayudado a ver la humanidad en las personas.
Las historias pueden ser personales, desgarradoras o inspiradoras. Mis favoritas son las que no resuenan en todos, pero todos se pueden identificar con ellas. Y el escuchar tantas historias durante los años me ha inspirado a continuar mi camino como narrador de historias”.
A su regreso de China en noviembre de 2020, Rogelio Aguilar va a presentar su documental “In the Heart of Brotherly Love” en el Teatro Esperanza. “La posibilidad de que mi película se presente en el mismo espacio donde Philadanco ha bailado o la Orquesta de Filadelfia ha tocado es un gran honor”, dice para Impacto. Enhorabuena Roy