El Senado estatal de Pensilvania aprobó el lunes una ley para prohibir los llamados sitios de inyección supervisados, luego de que Filadelfia se convirtiera en el centro de una batalla legal por la apertura de instalaciones donde los usuarios de opioides pudieran inyectarse legalmente heroína y otras drogas bajo supervisión, como una manera de reducir las sobredosis.
El proyecto de ley fue aprobado, 41-9, con todos los republicanos a favor y nueve de los 22 demócratas en contra.
La patrocinadora del proyecto de ley, la senadora Christine Tartaglione, demócrata de Filadelfia, dijo que apoya los esfuerzos de recuperación y reducción de daños, como el intercambio de agujas y las unidades móviles, pero no lo que llamó “programas que perpetúan la adicción sin un camino hacia la recuperación”.
El senador Nikil Saval, demócrata de Filadelfia, dijo que los esfuerzos para prohibir los centros se basan en conceptos erróneos de que proporcionan drogas o contribuyen al crimen. Más bien, los centros son sanitarios y cuentan con profesionales que salvan vidas conectando a los adictos con el tratamiento y los servicios que pueden ayudarlos y reducir la presión sobre la policía y los servicios de emergencia, dijo Saval.
El gobernador demócrata Josh Shapiro, ha dicho que se opone a los sitios de inyección seguros. El tema ha dividido a los demócratas, por lo que es poco probable que el proyecto de ley se presente en la Cámara de Representantes del estado controlado por los demócratas.
En 2021, el Departamento de Justicia de EE. UU. ganó una demanda cuando el Tribunal de Apelaciones del Tercer Circuito de EE. UU. en Filadelfia rechazó un plan para abrir un sitio de inyección supervisado al sur de la ciudad. El tribunal concluyó que la operación violaría una ley de drogas de la década de 1980 dirigida a los «crackhouses».
La Corte Suprema de los Estados Unidos se negó a tomar el caso. Desde entonces, el Departamento de Justicia ha dicho que está “evaluando” tales instalaciones y hablando con los reguladores sobre “restricciones apropiadas”.
Rhode Island y la ciudad de Nueva York han permitido su uso, mientras que los gobernadores de California y Vermont vetaron verano pasado el proyecto de ley de sitios de inyección supervisada.
Con información de AP.