El 3 de abril, se celebró en Washington D.C. la cumbre “Plásticos: Una crisis sanitaria a plena vista”, organizada por Moms Clean Air Force y EcoMadres, una iniciativa que reúne a científicos, médicos, activistas y legisladores para abordar la alarmante crisis de contaminación por plásticos. A lo largo de paneles extensos, los expertos presentaron estudios y datos reveladores sobre el impacto de los plásticos en la salud humana y el medio ambiente, desafiando las soluciones actuales como el reciclaje y el “reciclaje avanzado”.
El impacto del plástico en la salud humana es aterrador. Los expertos coincidieron en que los plásticos están directamente relacionados con una serie de problemas de salud graves. El Dr. Leonardo Trasande, director del Centro de Investigación de Riesgos Ambientales de la NYU, destacó que las 16,000 sustancias químicas utilizadas en la producción de plásticos representan un riesgo para la salud humana, y de ellas solo se conoce información de unas pocas. “Tenemos 10,000 sustancias sobre las que no sabemos nada. Eso es un crimen”, afirmó el Dr. Trasande.
Durante la cumbre también se hizo énfasis en que no todas las comunidades enfrentan la contaminación de manera igualitaria. Las comunidades marginadas, especialmente aquellas de raza negra, latina o indígena, se enfrentan a una carga desproporcionada. Jo Banner, cofundadora de The Descendants Project, que vive en el llamado “Callejón del Cáncer” en Luisiana, relató el sufrimiento de su comunidad, expuesta a la contaminación diaria de las plantas industriales contaminantes. “Es frustrante que los líderes ignoren la ciencia y la experiencia vivida por las personas afectadas”, expresó Banner, destacando la necesidad de una justicia medioambiental que no pase por alto a los más vulnerables.
De acuerdo con el Comité para el Aire Limpio (Clean Air Task Force), una de las comunidades más afectadas por la contaminación por plásticos y productos derivados del petróleo es la comunidad latina en los EE. UU. Se estima que 1.8 millones de personas de origen latino viven dentro de media milla de una instalación de petróleo y gas, lo que aumenta significativamente las probabilidades de sufrir complicaciones de salud como partos prematuros y enfermedades respiratorias. Este dato resalta cómo las comunidades latinas enfrentan una carga desproporcionada en términos de exposición a la contaminación industrial.
Otro punto clave que se destacó durante la cumbre fue la amenaza de los microplásticos. Estas partículas diminutas, prácticamente invisibles, se están convirtiendo en una grave preocupación. La Dra. Shanna Swan, epidemióloga especializada en salud reproductiva, comparó el impacto de los microplásticos con el asbestos, alertando sobre los efectos devastadores de estas partículas en el sistema reproductivo y cerebral. Robin Morris Collin, ex asesora de la EPA, advirtió que la proliferación de estos plásticos diminutos en los próximos 25 años podría afectar nuestra salud de manera irreversible.
A pesar de la gravedad del problema, los expertos destacaron que existen soluciones, tanto a nivel individual como colectivo, para protegerse de la contaminación por plásticos. La Dra. Swan explicó que los plásticos entran en el cuerpo a través del aire, el agua, los alimentos y la piel, pero señaló que se pueden tomar medidas simples para reducir la exposición, como elegir productos sin plásticos y cambiar ciertos hábitos cotidianos. Sin embargo, también resaltó que la solución no depende solo de los individuos. Como indicó la Doctora Tracey Woodruff, las sustancias químicas del plástico no están adecuadamente reguladas, lo que exige una acción más firme por parte de los gobiernos. En este sentido, la congresista Summer Lee de Pensilvania instó a los votantes a presionar a sus representantes para que actúen con valentía y promuevan políticas que protejan la salud pública y el medio ambiente. La congresista Lee también cerró el evento con el anuncio de la creación de un grupo de justicia medioambiental en el Congreso, centrado en la lucha contra la contaminación por plásticos.
La cumbre dejó claro que la contaminación por plásticos es una crisis sanitaria global que afecta de manera desigual a las comunidades más vulnerables. Sin embargo, también subrayó la importancia de tomar acción inmediata y trabajar juntos para encontrar soluciones eficaces y justas. La lucha contra el plástico no es solo una cuestión de salud, sino también de justicia social y equidad.