Jueza restablece el cargo de asesinato contra el oficial de policía de Filadelfia que mató a tiros a Eddie Irizarry
A más de un mes del asesinado de un joven puertorriqueño a manos de un policía de Filadelfia, una jueza restableció el 25 de octubre todos los cargos, incluido un cargo de asesinato, contra un ex oficial de policía que disparó y mató a Eddie Irizarry a través de la ventanilla de un auto, una confrontación que la policía describió inicialmente como el oficial que disparó al conductor después de que él Se abalanzó sobre él con un cuchillo afuera del auto.
La jueza del Tribunal de Apelaciones Comunes, Lillian Ransom, estuvo de acuerdo con los fiscales en que los hechos del caso deberían establecerse en el juicio.
El ex oficial Mark Dial, de 27 años, fue acusado de asesinato, homicidio involuntario, opresión oficial y otros cuatro cargos por la muerte a tiros el 14 de agosto de Eddie Irizarry, de 27 años, durante una parada de tráfico. Los abogados defensores argumentaron que el oficial podría haber temido por su vida porque pensó que Irizarry tenía un arma, y la jueza Wendy Pew, de un tribunal municipal desestimó el caso el mes pasado por falta de pruebas.
Los fiscales apelaron rápidamente y pidieron que se restablecieran los cargos. La familia de Irizarry, que era hispano, ha dicho que Dial, tomó una vida inocente y debería pasar el resto de su vida tras las rejas.
Dial, que inclinó la cabeza después de que la jueza Ransom emitiera su fallo desde el tribunal, fue detenido sin derecho a fianza. En la primera detención, se había fijado una fianza de un millón de dólares, que fue pagada por una organización de policías.
La defensa está «obviamente extremadamente decepcionada», dijo el abogado de Dial, Brian McMonagle, fuera del tribunal, pero añadió que «no podemos esperar a ir a juicio. Los hechos aquí son innegables. Mark Dial no cometió ningún delito».
La tía de Irizarry, Zoraida García, quien salió de la sala del tribunal justo antes del fallo porque temía emocionarse demasiado, dijo: “Hoy veo que se está haciendo justicia. Él irá a la cárcel”.
Otra tía, Ana Cintrón, de 50 años, dijo que estaba contenta de que el juez decidiera que el caso debía ir a juicio.
“Creo que necesitábamos eso como familia, lo necesitamos como comunidad, solo para generar confianza, porque muchas veces se pierde. Algo como esto realmente nos hizo pensar dos veces”, dijo.
Dial y su compañero han dicho que siguieron el auto de Irizarry después de que pasó a gran velocidad en un carril para bicicletas y giró en una esquina, conduciendo de manera errática y finalmente yendo en sentido contrario en una calle residencial antes de estacionarse. Las imágenes de la cámara corporal de la policía mostraron a Dial disparando un total de seis rondas unos siete segundos después de salir de una camioneta policial y caminar hacia el sedán. Las imágenes también mostraban a Irizarry sosteniendo una cuchilla cerca de su pierna derecha.
El compañero de Dial, el oficial Michael Morris, testificó anteriormente que vio al conductor sosteniendo un cuchillo con un mango de metal negro que podría haber parecido una pistola y el hombre comenzó a levantarlo cuando Dial se acercaba, y «gritó que tenía un cuchillo». Aunque no podía recordar sus palabras exactas. En el contrainterrogatorio, McMonagle reprodujo un video de vigilancia con un audio que, según dijo, sonaba como si alguien dijera «pistola» y luego Morris dijera «pistola, cuchillo» y Morris estuvo de acuerdo.
Sin embargo, la fiscal adjunta Lyandra Retacco argumentó el pasado miércoles que se necesitaba un juicio para determinar qué se dijo y quién, así como una serie de otros hechos del caso que están en disputa.
Dijo que la defensa se refiere al caso como una “tragedia”, sugiriendo que “algo malo sucedió, pero nadie hizo nada malo, pero Mark Dial hizo algo terriblemente malo”.
En esa audiencia anterior, McMonagle había argumentado que Dial estaba “disparando mientras intentaba ponerse a cubierto” creyendo que el conductor estaba armado con un arma. Dijo que los cargos nunca deberían haber sido presentados por el fiscal de distrito Larry Krasner, un demócrata y abogado de derechos civiles desde hace mucho tiempo que se ha enfrentado con la policía desde que asumió el cargo en 2018.
Inicialmente, la policía afirmó que Dial le disparó a Irizarry fuera del vehículo después de que «se abalanzó» contra la policía con un cuchillo, pero se vio obligada a dar marcha atrás después de que la entonces comisionada de policía Danielle Outlaw dijera que una revisión de las cámaras corporales de los agentes «dejó muy claro que lo que lo que informamos inicialmente no fue en realidad lo que sucedió”.
Dial, miembro de la fuerza durante cinco años, fue suspendido después de que los funcionarios dijeran que se negó a cooperar con los investigadores. La policía dijo que Dial fue despedido el 18 de septiembre.
McMonagle dijo a los periodistas el miércoles que podría intentar que el juicio se trasladara fuera de Filadelfia, citando varios comentarios del alcalde y otros funcionarios públicos como prueba de que Dial podría no conseguir un juicio justo en la ciudad. La oficina del fiscal de distrito declinó hacer comentarios “hasta que volvamos al tribunal con el acusado”.
Después de que la jueza municipal Wendy Pew desestimara los cargos el 27 de septiembre, hubo manifestaciones pacíficas, pero otros grupos no relacionados con los manifestantes cometieron una ola de saqueos de tiendas al estilo flash mob en partes de la ciudad, con personas enmascaradas llevando mercancías. Los puntos de venta de Apple, Lululemon y Foot Locker se encontraban entre las tiendas atacadas en el corredor comercial del centro.
Los ladrones también atacaron otras partes de la ciudad, saqueando farmacias, una peluquería, una tienda de teléfonos móviles y al menos 18 tiendas de licores estatales, lo que provocó el cierre de las 48 tiendas de la ciudad y una en un suburbio vecino.
Desde entonces, decenas de personas han sido acusadas de delitos como robo, hurto, conspiración y disturbios en el caos, que según las autoridades fue alimentado por las redes sociales.
Quienes perpetraron el saqueo no estaban afiliados a protestas anteriores, dijo el comisionado interino de policía John Stanford, calificando a los responsables como «un grupo de criminales oportunistas».
