La celebración de la segunda reapertura de la Iglesia de la Crucifixión en el sur de Filadelfia, tras más de un año de trabajo de remodelación, abrió sus puertas para el regocijo de feligreses, miembros de la comunidad y artistas.
La iglesia fundada en 1847 fue la segunda iglesia episcopal negra de la diócesis, que tuvo feligreses renombrados como la cantante Marian Anderson y el sociólogo W. E. B. DuBois.
El 10 de octubre de 2020, la Rev. Yesenia “Jessie” Alejandro, nacida en Barranquitas, Puerto Rico, se convirtió en la primera puertorriqueña ordenada en la diócesis episcopal de Pensilvania. Siguió un programa de formación local implementado por el obispo Gutiérrez y diseñado por Sandra Montes, experimentada líder episcopal, con un doctorado en currículo y educación.
En ese entonces, el obispo afirmó “Yesenia tenía estos antecedentes, ya estaba trabajando con los pobres. Ella tiene el corazón más grande y el amor más grande por Jesucristo. ¿Por qué debería haber esta barrera [al ministerio ordenado], este muro que no le permite usar esa voz y proclamar las buenas nuevas?” cuestionaba.
En mayo de 2021, le encargó a la ahora vicaria reabrir ese recinto sagrado para dar ministerio a la creciente comunidad hispana de la ciudad que constituye el 15.2% de la población de Filadelfia.
Ambos prelados comparten la devoción a Jesucristo, practican sus enseñanzas y muestran su pasión para que las iglesias episcopales se adecúen a la época contemporánea. Así, la iglesia de la Crucifixión es un recinto donde el amor al prójimo crea un lugar al cual se pertenece, un espacio donde se comparte no solo la cultura latinoamericana, sino la de los feligreses de otras comunidades en un espíritu de hermandad y sororidad.
Mientras la iglesia estuvo cerrada por su remodelación, la madre Jessie ofició misas, repartió comida y realizó la tradicional celebración de la Virgen de Guadalupe, entre otras muchas actividades, en la iglesia episcopal St. Jude and the Nativity en Lafayette Hill.
La alegría de servir a Dios
En la reapertura del 10 de febrero estuvieron tocando “Bomberos de la Calle” y el mariachi “Tierra Mía”. La madre Jessie bailó acompañada por los tambores de bomba y plena, así como el obispo Gutiérrez, que mostró su habilidad en este bailable de raíces africanas. El mariachi le dedicó canciones a la imagen de la Virgen de Guadalupe, que ocupa un lugar especial en la iglesia. Los invitados disfrutaron de la comida y la música, entre ellos el concejal del primer distrito Mark Squilla.
El obispo Gutiérrez fue ordenado el 16 de julio de 2016 y se considera como un pastor amoroso. Su familia tiene raíces en lo que ahora es Nuevo México y se remonta al siglo XVI, anteriormente se desempeñó como canónigo del ordinario en la Diócesis de Río Grande y, antes de su ordenación, como jefe de gabinete del alcalde y director de desarrollo económico en Albuquerque.
La madre Jessie vive en Filadelfia desde 1991, madre de cuatro y abuela, ha trabajado durante 25 años con los pobres en Nueva Jersey, Pensilvania y Puerto Rico.
La iglesia de la Crucifixión está localizada en 807 Bainbridge Street.