Este verano el periodismo hispano y latino de los Estados Unidos recibió la noticia de que la domínico-estadounidense Jesenia De Moya Correa fue nombrada la nueva directora de la iniciativa para medios latinos del Centro de Medios Comunitarios de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY).
Jesenia es un rostro conocido en Filadelfia, donde por su paso recorrió varios barrios y abrió oportunidades al luchar para que The Inquirer publicara un contenido que reflejara mejor el rostro diverso de las comunidades latinas de la ciudad y, sobre todo, en su propio idioma.
Entrenada en periodismo multimedia, ella creó la versión en línea en español del periódico, llamada El Inquirer, para ofrecer reportajes y contenidos que dieran servicio a los latinos en el área metropolitana de la región.
La quisqueyana ganó el premio especial Lenfest Institute Diverse Journalist Award en 2022, que entrega la Asociación de Medios Noticiosos de Pensilvania, y tras este nombramiento, ahora se convierte en la primera dominicana en liderar ese prestigioso programa, en donde su impacto podrá extenderse a lo largo del país.
En una charla de Impacto con Jesenia, la periodista compartió algunas de sus inquietudes, desafíos y de lo que ha aprendido en estos años de ejercer el periodismo en diversos escenarios y para diferentes públicos. En especial escuchando sobre las necesidades, las dificultades y las esperanzas de los miles de hispanos que inmigran a esta nación, buscando un futuro mejor.
PERIODISMO EN ESPAÑOL Y DE INTERÉS ESPECÍFICO
Jesenia está muy entusiasmada con las grandes posibilidades que le abre esta nueva posición. La mujer de medios opina que el periodismo comunitario es la mejor herramienta para poder conocer y entender a fondo las necesidades y las prioridades de las personas y las familias. También resalta la necesidad de potenciar al periodismo verde. “Comencé a hacer reportería científica y medioambiental en República Dominicana en 2012, sabiendo que el turismo es una sus fuentes económicas más grandes, el trabajar por el desarrollo turístico desde la sostenibilidad me llevó a una serie de reportajes de mucho impacto que me merecieron el premio nacional en ese tipo de reportería”.
Ya en Estados Unidos, la periodista entendió rápidamente la problemática que para los latinos genera el vivir concentrado, en especial en las áreas urbanas, donde casi no tienen acceso a espacios verdes y de naturaleza limpia.
Como es el caso de Filadelfia, la mayoría viven en barrios con demasiado asfalto y sin la sombra generada por los árboles, y a menudo desaventajados por las políticas de salud pública, en desiertos de áreas verdes, comida saludable y accesible, y centros de salud.
Al darse cuenta del efecto que eso tenía sobre la salud mental, empezó a cambiar el foco de su reportería de lo ambiental hacia lo climático. “Los latinos estaban siendo segregados por políticas públicas sobre construcciones urbanas, empleadores y muchas otras cosas que afectan la salud; por ejemplo, el calor extremo nos afecta más a los latinos que a otros grupos”, considera.
En sus reportes cubrió el tema de los jardines que, en Filadelfia están surgiendo sobre todo por la gente, empoderando a las personas para decir: “nosotros necesitamos un espacio donde llevar a nuestros hijos a jugar, donde no estén a riesgo de que un carro los choque, o donde no tengan que estar afectados por la violencia armada y las balaceras”.
La también reportera de a pie resalta la magnitud del desafío que está comenzando, y que tiene su origen en lo que hizo en la ciudad de EE.UU. más grande con el más alto índice de pobreza. “Una gran enseñanza que me llevo de Filadelfia es que he trabajado con intención pura, escuchando con atención y en profundidad a las personas; es lo que me ha permitido entender y trabajar por lo que la gente quiere y necesita; y es esto lo que te empodera y te abre puertas. Me llevo la experiencia de cuatro años siendo la reportera para las comunidades latinas dentro de un periódico muy grande, pero que por más de 190 años nunca hizo una cobertura responsable y digna hacia esas comunidades”.
Es este estilo de periodismo comprometido con la comunidad y al servicio de sus intereses lo que ha llevado a Jesenia hasta este nuevo logro. “Ahora, desde CUNY yo llevo esta experiencia a una escala nacional, donde básicamente tendré la responsabilidad de escuchar a gerentes, directores, editores y las personas que representan los medios que están sirviendo a las comunidades latinas, para ayudarles a que hagan su periodismo de una manera mejor, más profesional, que les permita entender en profundidad qué es lo que se debería de hacer para hacer un periodismo rentable… eso me entusiasma muchísimo”.
ESTAR BIEN EQUIPADO Y LA TRAYECTORIA CUENTA
Durante una década de ejercicio periodístico en EE.UU. y Rep. Dom., De Moya Correa, se ha destacado como una de las periodistas latinas que han promovido cambios sustanciales en el modo de ejercer el periodismo. En 2018 se convirtió en la primera periodista hispana nombrada para cubrir las noticias de las comunidades latinas en el área metropolitana de Filadelfia para el periódico The Inquirer, uno de los de mayor tiraje y el tercer más longevo del país. Ha venido recibiendo varios reconocimientos, pero sobre todo el de la comunidad hispana, estrechando lazos que perduran, pues ha decidido seguir radicando en Filadelfia.
En esta nueva etapa, no esconde que el nuevo desafío le provoca respeto y un poco de nervios; “claro que sí; es que estamos hablando de más de 600 medios noticiosos; medios que atienden a una población aproximada de 60 millones de personas, que hablan español, inglés y portugués; por eso estoy tratando de enfocarme en el liderazgo que esto va a conllevar; y espero traer aquí la experiencia y el aprendizaje de lo que a nivel micro pude hacer en Filadelfia. Pero también estoy escuchando mucho, creando estrategias, lineamientos para buscar el mejor modo de apoyar a esos periodistas y operadores de medios, en un tiempo en el que el modelo de negocios en el periodismo está en una transformación completa”.
La comunicadora dominicana es consciente de los grandes retos que hoy tiene la tarea del periodista, por ejemplo, frente a las redes sociales; donde hay “influencers” que a menudo tienen más impacto, que el de un periodista o de un medio comunitario.
“Sin embargo, el periodista es el que entrega una información que ha sido obtenida de primera fuente o que ha sido verificada; el periodista es el profesional que está éticamente equipado para llevar una información que sea justa y veraz; y eso tiene su valor” reitera
“Es un desafío cómo enseñar a las personas a distinguir entre el periodista y el ‘influencer’; y luego, si existe la cultura para que esas personas inviertan, paguen por el trabajo periodístico de calidad; aun a sabiendas que el trabajo periodístico a veces es antipático; a veces tenemos que llamar a capítulo a los funcionarios en orden a la transparencia, y eso es un trabajo no muy chulo ni sexy de hacer. Jeff Jarvis, el director del Centro para Periodismo Emprendedor en la Escuela para Periodismo de CUNY, había propuesto hace diez años, óyeme, hace diez años que ese intelectual de los medios y un visionario muy respetado a nivel nacional dijo que ‘el periodista tiene la capacidad de organizar y de ayudar a la gente a organizarse para mantener a la sociedad en transparencia’”.
Por eso ella quisiera avanzar con esta idea de que hay que ir todavía más allá del periodismo, para poder marchar hacia una sociedad más inclusiva.
CAMBIAR LA NARRATIVA DESDE ADENTRO
Ante la problemática de la desinformación, la manipulación, y la imagen distorsionada que abona a la incoherencia al querer mandar un mensaje propositivo de la cultura latina, la también maestra universitaria, lamenta que, por ejemplo, las narconovelas que glorifican al crimen y a los capos ayuden a mantener esos clichés sobre las mujeres hispanas. “Yo no quiero ser siempre vista como la sirvienta, o como muchacha que se rebusca por allí y se vende por dinero; y son cosas que vemos que se replican una y otra vez, no solo en los mainstreams latinos, sino también en inglés. Entonces, eso ayuda a mantener ese prejuicio de que los hombres latinos son todos criminales; esa percepción de que la migración es una vaina mala. Pero es porque seguimos, teniendo gerencias que apoyan ese tipo de producciones. Tenemos que lograr acabar con ese tipo de gerencia, para que los medios locales nos abran mayores espacios y podamos reclamar lo que nos hemos ganado los hispanos, que tenemos mucha responsabilidad hacia el futuro de este país”.
Jesenia también cree firmemente que los medios hispanos y comunitarios podrían colaborar más entre ellos; para bien de las comunidades y para bien de los medios. “Otro asunto que he escuchado es que hay interés en las colaboraciones. Hay gente que está muy interesada en colaborar, por ejemplo, en espacios regionales, en Illinois específicamente, hay medios que están sirviendo hacia adentro, y que tienen audiencias fuera de allí, y para eso, para ofrecerle algo sustancial a esas personas, quisieran hacer colaboraciones con otros medios latinos que estén produciendo contenido, por ejemplo, en Arizona, en Nuevo México, o en la Florida, y que a su vez estén interesados en saber lo que está pasando en Illinois”.
Al final de la charla con nuestra editora Perla Lara, Jesenia a petición de su colega, le expresa sus reflexiones sobre su función. “El trabajo del editor es el trabajo más duro; a veces el editor es el más antipático y odiado, pero periodísticamente siempre ha sido así; inclusive, en el periodismo gringo le llaman ‘pasarse al lado oscuro’, porque encima de que ya no sales a reportear en la calle ni tienes ese contacto directo con las fuentes, ahora pasas a gestionar no solo el contenido, sino el recurso humano; y eso es siempre resulta una tarea compleja. Por eso valoro mucho el trabajo que hacen ustedes aquí, y me enorgullece que cada vez más la gerencia de los medios de comunicación está siendo llevada adelante por mujeres. Gracias por el trabajo que vienen haciendo”.
Otra de las conclusiones de la nueva directora, es que los latinos no solo son de vital importancia para este país, donde en un futuro cada vez más próximo, serán parte integral de su liderazgo en todos los sectores, también considera que el futuro de America Latina, depende de lo que los latinos hagan en este país.
Desde Impacto le deseamos éxito en su nueva veste periodística, a sabiendas de que el triunfo de un latino es en parte el de una comunidad entera, en particular la hispana que crece y se desarrolla por un bien común, y sin fronteras.
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Jesenia De Moya Correa se especializa en la producción de contenidos multimedia para las comunidades latinas sobre ciencias y medio ambiente.
Estudió comunicación social en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra en la República Dominicana, cursó un postgrado en comunicación y periodismo digital en la Escuela de Negocios para la Innovación y los Emprendedores de España y obtuvo una maestría en periodismo bilingüe en la Escuela de Periodismo para Graduados de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, donde obtuvo una especialización en la cobertura de salud y ciencias para las comunidades latinas.
Inició su carrera periodística con el periódico Listín Diario de República Dominicana en el año 2012. Por el enfoque y la profundidad de su trabajo periodístico fue otorgada el Premio Nacional de Periodismo Turístico 2013, en la categoría Turismo Sostenible. En el país caribeño también trabajó para Radio Santa María, antes de regresar a Estados Unidos en el año 2015.
En la industria del periodismo estadounidense, Jesenia ha cubierto la diáspora dominicana y las comunidades latinas en general para El Diario/La Prensa, City Lab, Voice of America y otros. En el 2018 y hasta el 2022 se desempeñó como una pionera en la cobertura periodística para las comunidades latinas en el periódico The Philadelphia Inquirer, creando el espacio digital en español El Inquirer.