Rosalind “Roz” Pichardo inauguró Sunshine House el 16 de marzo en 2774 Kensington Ave., junto a su madre Ana, amigos y aliados. Gracias a donativos y al esfuerzo de la activista, lo que antes fue una tienda ahora es un centro comunitario.
Sunshine House distribuye ropa, artículos de uso personal y libros. Además, cuenta con un centro de mensajería que ofrece una conexión entre las personas que batallan contra la adicción y sus familias.
Es un espacio para que las personas llamen y reciban mensajes de sus seres queridos. El centro comunitario también ofrece servicios de prevención de violencia por armas de fuego y sobredosis. Para Roz, este local ha sido un sueño convertido en realidad.
La activista, con una larga trayectoria en la ciudad de Filadelfia y protagonista de un documental, conoce en carne propia lo que significa el trauma. En 1994, con solo 16 años, sufrió una terrible paliza por parte de un exnovio que la arrojó desde un paso elevado. El abuso por parte de este individuo incluyó disparos e incluso el asesinato de su novio de entonces. En 2001, su hermana gemela, Kathleen, se quitó la vida.
El 9 de enero de 2012, su hermano menor, Alexander Martínez, fue asesinado en el norte de Filadelfia. El perpetrador aún no ha sido encontrado. Tras esta tragedia, Roz decidió fundar la organización sin fines de lucro Operation Save Our City. Esta organización, integrada por voluntarios, brinda apoyo a las familias víctimas de homicidio en los momentos de mayor necesidad. Ofrecen consuelo en su dolor, les preparan comidas caseras y les ayudan a comunicarse con el departamento de policía.
Roz, quien casi pierde la vida en su adolescencia, ha visto cómo la muerte le ha arrebatado a sus seres queridos. Sin embargo, en lugar de rendirse o cerrar su corazón, ama incondicionalmente y trabaja para ayudar a las familias que han perdido a sus seres queridos por la violencia por armas de fuego y el consumo de opioides.
Luchadora incansable, aprendió a administrar naloxona (Narcan), el medicamento recetado para revertir las sobredosis, e incorporó este recurso a la organización que fundó; así ha salvado muchas vidas en el vecindario.
Para seguir combatiendo las sobredosis, ha impartido numerosos entrenamientos a trabajadores sociales y a la policía, quienes se encuentran en la primera línea de la epidemia por opioides que azota, especialmente, la zona de Kensington.
En el barrio la conocen como “Momma Sunshine”, ya que para dirigirse a los más vulnerables les llama de cariño “solecito”, en lugar de las usuales palabras despectivas. Por ello, bautizó el centro en honor a sus “solecitos”. A la par que trabaja para ganarse la vida, Roz dedica su tiempo libre al nuevo centro que brinda esperanza en Kensington a personas en situación de calle y a usuarios de drogas.