Los legisladores de Pensilvania esperaban comenzar a cerrar el presupuesto estatal este jueves, pero los líderes republicanos del Senado emitieron una declaración ominosa sobre un posible punto muerto, una semana después de que se completara el plan anual de gastos.
Las negociaciones de la noche a la mañana produjeron un correo electrónico temprano en la mañana a los periodistas de Erica Clayton Wright, directora de comunicaciones del líder de la mayoría del Senado, Kim Ward, del condado de Westmoreland, diciendo que la presión del gobernador demócrata Tom Wolf para aumentar el gasto en educación se había convertido en un problema.
“Las discusiones sobre el presupuesto con la Oficina del Gobernador se están deteriorando, lo que nos está acercando a un callejón sin salida”, escribió Clayton Wright, diciendo que el compromiso de Wolf podría volver a encarrilar las conversaciones.
“Si bien hay áreas de consenso entre la Cámara, el Senado y el gobernador, seguimos en un callejón sin salida en varios puntos conflictivos, en particular la educación. El gobernador está pidiendo un aumento poco realista de $1,800 millones para la educación básica, que es simplemente un número imposible de alcanzar para nosotros”, dijo Clayton Wright.
La secretaria de prensa de Wolf, Beth Rementer, calificó la caracterización de los republicanos del Senado del estado de las conversaciones como “totalmente inexacta”.
“Hemos estado trabajando con los cuatro caucus para aprobar un presupuesto que financie adecuadamente la educación”, dijo Rementer, y agregó que Wolf “no está atascado en un número fijo”.
Los legisladores regresaron al Capitolio el miércoles después del fin de semana festivo del 4 de julio y se esperaba que se reunieran en privado el jueves por la mañana para revisar los detalles de un acuerdo presupuestario
