David Luis con sus múltiples particularidades es el primero en ganar un Premio Pulitzer «Reportaje de Audio» por Suave. Su podcast resume décadas de historia. Es el primer ex encarcelado, el primer cadena perpetua juvenil, el primer puertorriqueño de Filadelfia y el primero en ganar con una historia de prisión.
David Luis “Suave” González retorna a Esperanza y, esta vez, contrasta con otra visita similar hace unos años, el primer día fuera de la cárcel, cuando dio una charla a los estudiantes de la academia. Suave ahora es ganador de un Premio Pulitzer por el pódcast que narra su historia, y regreso para compartir con Impacto esta experiencia, y adelantó un poco de sus planes.
VENCIENDO LAS DIFICULTADES Y EL ANALFABETISMO
Etiquetado con retraso mental a temprana edad, “Suave” González sobrevivió en las calles de Filadelfia a principios de los años ochenta. De adolescente estuvo involucrado en una pelea callejera, y un niño de 13 años fue asesinado. No denunció al responsable, ignorando que sería imputado por el crimen y pasaría 31 años de su vida encarcelado.
Suave optó por una vida mejor aún recluido, y aprendió a leer y escribir mientras estaba en confinamiento solitario. “Escribí cinco libros y comencé a pintar e imaginar un mundo fuera de esa celda”. Sus nuevas habilidades abrieron una ventana de oportunidades y posibilidades, desde involucrarse en temas políticos hasta recaudar dinero en la prisión para becas universitarias a jóvenes. Aunque decidió influir en el ambiente penitenciario, no olvida que en la cárcel se formó como hombre adulto.
UN MUNDO DISTINTO QUE SIGUE SIENDO IGUAL
Suave siempre creyó que volvería a casa, incluso cuando no había ninguna posibilidad de revisión de su caso, e hizo todo lo posible para alcanzar esa meta; pero fue un dictamen de la Suprema Corte que lo hizo realidad. Ahora lamenta que lo hayan revertido, y que otros jóvenes que fueron sentenciados a cadena perpetua de menores de edad no vayan a tener su misma suerte.
De regreso a las calles de Filadelfia, confrontó la pérdida de familiares, incluida su madre, y la falta de contactos. Era un mundo lleno de retos; y estaba asustado. Sin embargo, contó con el apoyo de personas de la comunidad que lo guiaron a través de los desafíos de tareas simples como tomar el autobús después de 30 años.
Lo que Suave todavía encontró, fue racismo, discriminación, falta de oportunidades para los jóvenes y pocos recursos o reconocimiento para quienes interceden por ellos. “Volví a una comunidad que aún reflejaba el año 1986”.
UNA PLATAFORMA PARA UNA MENTE LIBRE
En 1993, interesado por esos temas, y siendo un radioescucha de la periodista María Hinojosa; hizo que un compañero de la prisión, a cambio de cigarros, le leyera su libro casi hasta memorizarlo.
Suave encontró la manera de conocerla; y nos confiesa que, aunque pudo escoger para una charla en la prisión al boricua Ángel Ortíz —quien fuera el primer concejal latino de Filadelfia—, eligió a María. Cuando se conocieron personalmente, Suave aceptó convertirse en su fuente de información dentro de la prisión, desarrollando una relación de mentoría y después una atípica amistad, que lo llevaría a una asociación, y ahora comparte la conquista del premio Pulitzer, con la afirmada periodista y dos mujeres más.
El visionario intuyó lo esencial de liberar la mente de las limitaciones de la cárcel, registrarlas, y no enfocarse en sus pensamientos suicidas. Hace décadas, sin saber exactamente en qué se convertirían las grabaciones de las llamadas entre María y él, nacía lo que después se convirtió en un pódcast. Ambos sabían que: “algún día podrían compartirlas con el mundo”.
Su libertad incluía el propósito de crear una plataforma para su propio relato. Al salir de prisión tuvo la oportunidad de trabajar en una estación local de radio por internet, donde fue aprendiendo un poco de todo, pero el dueño se negó a pagarle un trabajo, argumentando que había colaborado con su rival político. Fue un golpe para Suave, que se enfrentaba a experimentar las desventajas de quien tiene un récord criminal; sin embargo, no dejó de formarse; y ha venido compartiendo en su entorno sus conocimientos, a una comunidad desconocedora de las leyes que los protegen contra la discriminación.
Suave se involucra con lo que sucede en la comunidad, especialmente con los jóvenes, porque si crecen sin los recursos adecuados, probablemente terminarán donde estaba él
EL PREMIO PULITZER UNA CATAPULTA
El pódcast cuenta historias de una manera única y, tal vez, su éxito también esté relacionado con que Suave no es un periodista de carrera y puede decir ciertas cosas que un “periodista profesional” se autocensura. Ser él mismo y señalar lo que está mal desde adentro y por experiencia propia, provoca fuertes reacciones, y su espacio está abierto para conversaciones basadas en la inclusión.
“Estoy celebrando, estoy feliz, me siento honrado. Pero hay mucho trabajo por hacer. Entonces, para mí, este es solo un día más”. Considera que el premio reconoce principalmente a lo que él representa, y por eso lo comparte con toda la comunidad a la que se siente pertenecer.
Ese esfuerzo y alianza con María, forma parte de la necesidad de la redefinición del periodismo. Y, aunque “A los ojos de la gente, esto no es periodismo de verdad”; Suave quiere que no se olvide la historia detrás del premio, la que aún lo hace “un condenado a cadena perpetua con libertad condicional”.
El creativo ya está haciendo nuevas colaboraciones con Futuro Media, con quien produjo «Suave»; y ahora va más allá visualizando su historia y otras en la pantalla. “Hablamos con un par de entidades conocidas para llevar el pódcast a nivel visual. Esto es solo el principio”.
MÁS EDUCACIÓN Y MENOS ENCARCELAMIENTO
“Education over incarceration”; para Suave ha sido clave la educación por eso más allá del lema de “si se puede” él es un ejemplo de “si se pudo”.
El ahora productor de Podcasts en colaboración con Apple lanza una convocatoria abierta, pero principalmente a jóvenes creativos del barrio latino, para que se integren a sus próximos proyectos, en donde quiere seguir contando historias de impacto como la suya, en el ámbito de la justicia social, y en el sistema criminal.
Para Suave han sido clave sus mentores, pero en especial considera a Roger Zepernick como uno de los responsables esenciales de sus logros. También cree que los maestros necesitan más apoyo como individuos que entienden los problemas de la comunidad a la que pertenecen; que luchan por tener acceso a una compensación justa, herramientas y tecnología para fomentar un ambiente creativo y divertido, del que los niños, padres y jóvenes quieran ser parte. Por lo que considera importante seleccionar a funcionarios políticos conectados con la comunidad y dispuestos a invertir en escuelas que preparen a los jóvenes para una vida mejor, en lugar de prepararlos para ir a la cárcel. Para él, Esperanza debería ser el modelo. “Amo a Esperanza; todo es amor, todo el mundo es respetuoso. Así debería ser la escuela”.
Al final del encuentro, este hombre de figura imponente, de paso calmado, de aspecto agradecido y humilde; recorrió las instalaciones de Esperanza, y dejo resonando su profundo mensaje y verdad. Un testimonio de cómo la fe se traduce en voluntad, fuerza, propósito, logro y reconocimiento púbico, por un bien común.