En los últimos años, nuestra nación ha experimentado una división cada vez mayor, pero se mantuvo fuerte mientras presenciamos meses de confusión. La muerte estaba en cada esquina por el COVID-19, o por la creciente violencia armada. Finalmente, de nuevo muchos de nosotros nos comenzamos a sentir esperanzados. Ante los abrumadores trastornos económicos y de salud, nuestro nuevo presidente electo pide unidad.
La semana pasada fue tensa; tres noches de recuento de votos. Joe Biden se dirigió a todo el país de una manera que me recordó cómo suena realmente un líder. Hizo un llamado a la paciencia y el respeto de la constitución estadounidense, mientras que el presidente actual, Donald Trump se enojó, dividió y finalmente se fue a jugar al golf.
Cuando regresó a la Casa Blanca, en un esfuerzo por afirmar su poder disminuido, Trump le habló al país arrojando palabras coercitivas y divisivas desde su realidad desconectada. Su discurso hizo que incluso los republicanos acérrimos, como Rick Santorum de Pensilvania, se sentaran y se preguntaran seriamente si podrían apoyar sus declaraciones, precisamente lo que nadie necesita en este momento, ni nunca. La unidad es la clave para superar las dificultades que enfrentamos hoy; la crisis por la pandemia, la economía tambaleante, el miedo, la desesperanza y la violencia armada. Tenemos desafíos terribles que requieren un estilo cooperativo «de la mano», que no hemos presenciado en un tiempo. No podemos tener éxito sin sensatez, calma y unidad en nuestro gobierno y nuestras calles.
Espero que la diversa comunidad latina de Filadelfia se una para resolver nuestras preocupaciones más graves. Puertorriqueños, mexicanos, centroamericanos, dominicanos, venezolanos, argentinos y cubanos todos los que somos parte de la comunidad latina de Filadelfia. Cuando se trata de poner fin a la violencia armada y los asesinatos en la ciudad, podemos unirnos y compartir fuerzas con la comunidad negra. Debemos unirnos con un plan y abordar nuestros problemas de manera colaborativa. Ellos se han acercado a nosotros y tienen mucho que ofrecer. Ambos nos beneficiaríamos de hacer conexiones, alianzas y construir puentes entre nuestras comunidades.
Una forma en que nuestras comunidades podemos unirnos para abordar la violencia con armas de fuego en nuestra ciudad es conociéndonos, asistiendo a las audiencias del Concejo Municipal, coordinar esfuerzos y participar. El 87% de las víctimas de violencia con armas de fuego son negros y el 10-12% son latinos. Juntos constituimos el 99% de las víctimas de homicidio. Las barreras que existen entre comunidades nos debilitan. A medida que pasamos de un presidente que construye muros a uno que construye puentes, nosotros también debemos movernos en esa dirección. Es hora de abrazar a nuestros hermanos latinos, afrodescendientes, y todos los residentes de la ciudad, independientemente de las diferencias percibidas. Juntos podemos desarrollar y crear riqueza en nuestras comunidades. Trabajemos juntos, animémonos unos a otros, detengamos la violencia armada y hagamos que nuestra ciudad sea apta para las generaciones futuras. ¿tú qué vas a hacer al respecto?