Con cada respiro se hace historia, aunque no siempre se escriba sobre ella. Las luchas del pueblo puertorriqueño continúan siendo fundamentales, tanto en la Isla como en las ciudades de Estados Unidos. Los conflictos políticos, sociales y económicos derivados de los reclamos de la sociedad actual no han cambiado mucho, y parece que estamos repitiendo la historia.
En Filadelfia, la comunidad puertorriqueña creció entre luchas sociales y económicas, forjando camino, historia y legado. Entre los puertorriqueños más destacados en este desarrollo encontramos a Oscar Rosario-Fuentes.
Conozco a Oscar desde 1972, aunque su nombre me era familiar antes, ya que a menudo aparecía en conversaciones y en los periódicos locales en español “El Coquí” y “La Actualidad”. Lo había visto en reuniones del Concilio y de la Asociación de Puertorriqueños en Marcha (APM).
Oscar es un hombre muy servicial, fue quien me ayudó a ser contratada por el Estado y la Ciudad para dirigir el equipo hispano en el programa “Concentrated Employment Program”. Con el tiempo, descubrí la magnitud de su influencia en nuestra comunidad.
Nació en una familia puertorriqueña que buscaba una mejor economía en Filadelfia. Oscar cuenta de las travesuras junto a sus hermanos, los momentos de felicidad familiar y las confrontaciones sociales durante su niñez. Siempre ha vivido en el área de Fairmount, centro de la comunidad puertorriqueña décadas atrás. Se educó en la escuela católica y se graduó de “Bishop Newman” (antes “South East Catholic”).
Oscar era conocido por su talento y ligereza para el baile. Formaba parte del elenco artístico de “American Bandstand”, famoso programa televisado por el canal 6.
La primera vez que dejó su hogar fue para ir a California con uno de sus hermanos. Allí, a la par que trabajaba en las fincas, comenzó su educación informal en la lucha civil. Conoció a César Chávez y se unió a su causa, incluso creo que fue arrestado en una protesta.
De regreso a Filadelfia comenzó una nueva etapa como presentador y animador. Trabajando en “Ted Panama Production” ganó terreno en la radio y la televisión locales y conoció a grandes personalidades del boxeo y los deportes.
Su interés civil lo llevó a involucrarse en el Partido Demócrata, donde comenzó una nueva etapa política. Durante ese tiempo se inauguró la primera oficina hispana en la alcaldía bajo su dirección. También, la administración demócrata en la oficina del gobernador abrió su oficina para asuntos hispanos.
La lista de logros de Rosario-Fuentes es extensa. Uno de sus rasgos más destacados es su apego a la cultura boricua y su afirmación de ser taíno. Sin duda, este hombre es parte fundamental de la historia de la comunidad puertorriqueña en la región.