¿Tenías un libro favorito en tu niñez? Si eras como yo, de seguro disfrutabas con los libros de aventuras y cuentos de hadas. Quizás te gustaban los libros con ritmo y con rima.
Aunque el tipo de libros que nos gustaban eran diferentes, todos estamos de acuerdo en que esos libros nos permitieron vernos a nosotros mismos a través de sus personajes y aventuras. Nos sentimos reflejados en cómo se veían, hablaban y actuaban los protagonistas con sus amigos, sus familias y su grupo. Sin embargo, para las familias que se identifican como afrolatinas, es más difícil verse reflejadas en la literatura infantil. Según el Centro Cooperativo del Libro Infantil, los libros escritos por o sobre negros y africanos fueron solo el 11,9% de los libros publicados en 2019, y solo el 5% fueron por o sobre latinos. Estas cifras muestran la enorme brecha y la baja representación afrolatina en la literatura infantil. Sin embargo, educadores locales como Keaira Faña-Ruiz están decididos a llenar esa grieta.
Keaira Faña-Ruiz es profesora de humanidades en la Academia Aspira, en Newark, Delaware, y junto a su esposo José, son los autores de “The Afro-Latino Alphabet”, un libro que rinde homenaje a la cultura afrolatina. Ella dice que la inspiración para el libro le vino durante la cuarentena del COVID-19, el año pasado. “Tuve una charla con mi esposo sobre la falta de representación de los afrolatinos en la literatura infantil, y escribimos ‘El alfabeto afrolatino’ al día siguiente”. Como maestra de secundaria, Faña-Ruiz comprende la importancia de los modelos positivos a seguir en el desarrollo de la identidad de los niños. Ella espera que «el libro haga que los niños se sientan inspirados y orgullosos de verse a sí mismos reflejados en sus páginas». Faña-Ruiz también espera que «inspire a otros escritores, especialmente negros, porque ahora es el momento de una mayor representación en la literatura infantil».
Mostrar libros es solo una forma de traer más representación de la cultura afrolatina a las aulas de hoy. Faña-Ruiz propone que los profesores deben “sentirse cómodos con sentirse incómodos y pensar diferente». Un modo puede ser, destacando afrolatinos más allá de Roberto Clemente. Hay que considerar la posibilidad de hacer una lección sobre Maritza Correia McClendon, la primera afrolatina en unirse al equipo olímpico de los EE. UU. En 2004. También de Elizabeth Acevedo, una poetisa y autora reconocida, cuyos escritos han ganado premios como el Bestseller del New York Times, la Medalla Carnegie, el Premio Nacional al Libro y el premio Boston-Globe Hornbook.
Mostrar libros con personajes que reflejen a los niños afrolatinos es una forma en que los maestros pueden traer más representación de la cultura afrolatina en el aula de hoy. Los maestros pueden comenzar con “El alfabeto afrolatino”, o el último libro de Keaira Faña-Ruiz, titulado “Black Girls Are”, (‘Las chicas negras existen’). Hacer esto contribuirá a llenar la brecha de representación de los afrolatinos, un estudiante a la vez.