El Rev. Robertoluis Lugo-Morciglio es uno de los rostros más notables como embajador de las culturas hispanas en la región. Hace 20 años se ordenó al ministerio cristiano en Nueva York. Al preguntarle qué lo motivó a estudiar teología respondió “no estaba en mis planes para nada, sin embargo, cuando estaba estudiando ciencias políticas conocí a Nydia, la que ahora es mi esposa, y ella era creyente.” A este estudiante puertorriqueño le llamó la atención la responsabilidad con la que predicaba el pastor de su entonces novia. “Siempre he sido un lector ávido y leí la Biblia con mucho entusiasmo, y pensé, yo estoy luchando por la justicia y me di cuenta de que de eso es de lo que trata la Biblia. Así que me sumergí en la lectura y estudio de la biblia”, relata.
Comenzó su ministerio en una pequeña iglesia en el vecindario neoyorquino del Bronx. “El pastor anciano se jubiló y me recomendó para servir en la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera donde estuve tres años”, precisó. También estuvo como pastor en la iglesia Ebenezer de la Alianza Cristiana y Misionera en la calle Rockland y la 4, aquí en Filadelfia, por 10 años.
Nacido en Mayagüez, Puerto Rico, en 1974 emigró a la ciudad de Nueva York. Al año siguiente comenzó sus estudios universitarios en el Colegio Comunal Eugenio María de Hostos (CUNY). Allí fue parte activa del movimiento estudiantil, y dirigió por dos años el periódico del Colegio (ECO de Hostos). De allí continuó sus estudios en la Universidad Lehman. “En Lehman estaba a un semestre de terminar mi grado en ciencias políticas, pero en mi interés por estudiar la Biblia me cambié al Colegio Cristiano Nyack en Nueva York.”, recuerda.
En 1989 se graduó con honores cum laude de la Universidad Nyack de Nueva York en ciencias políticas y de estudios de la biblia. Continuó estudiando la maestría en teología y misiones en las zonas marginales urbanas en la Universidad Eastern. En ese entonces fue miembro del “Proyecto Escribir” acerca de experiencias pastorales y su impacto en sus comunidades. Viajó a Lima y a Buenos Aires para compartir con otros escritores experimentados.
En 1993 se mudó a la ciudad de Filadelfia para continuar sus estudios en el Seminario Bautista del Este (hoy Palmer Seminary). Llegó al Seminario por una plaza que solicitó como Secretario de la Facultad. Nos cuenta que en la entrevista para esa plaza, “No le caí bien al decano ya que yo era muy latino y él era muy blanco”, recuerda. “La entrevista fue un fracaso, pero la secretaria del decano (Lenny Lane) se me acercó y me dijo, ‘Mr. Lugo do not worry the Lord has this position just for you.’ Un poco decepcionado regresé a Nueva York donde era maestro de escuela intermedia. Unos meses después Lenney Lenny me llamó para preguntarme si todavía estaba interesado en el trabajo”. Allí completó la maestría en Teología y Cuidado Pastoral.
El Rev. Lugo fue el encargado de la costa este, desde Boston hasta la Florida, para la plantación de iglesias con la Alianza Cristiana y Misionera, trabajo que le consumía mucho tiempo viajando en avión; y después de cuatro años decidió que eso no era para él. Luego de este ministro cristiano decidió estudiar su doctorado, que completó en 2005 en Historia Latinoamericana, en el Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe. Posteriormente, fue profesor de religión e historia en Esperanza College.
Unos amigos argentinos le consiguieron una plaza en Buenos Aires para dar cursos para pastores. En agosto 2018 la Universidad Kyrios de Argentina, le otorgó el grado doctoral en teología e historia por su labor académica y con las comunidades.
Encontró en la Biblia un paralelo en la lucha por la justicia social
EXPERIENCIA CON LA COMUNIDAD
El Rev. Lugo cuenta con una vasta experiencia de trabajo con las organizaciones comunitarias latinas más importantes de Filadelfia. Ahora, lleva más de seis años trabajando como director de intervención y desarrollo de programas del programa de Community Umbrella Agency (CUA) en la Asociación de Puertorriqueños en Marcha. Esta agencia trabaja para mejorar la seguridad, permanencia y el bienestar de los niños y las familias en los distritos policiales 24 y 26 a través del Departamento de Servicios Humanos de Filadelfia. También es parte de la facultad académica de Kingdom College, con sede en Buenos Aires.
Como él lo menciona, atribuye su larga trayectoria profesional a que “no me dediqué de tiempo completo al ministerio ya que el pastor debe estar en contacto con la gente, y no depende económicamente de la Iglesia”. Trabajó como director del Departamento de Drogas y Alcohol en el Concilio de Organizaciones Hispanas, en la Clínica Panamericana de Freddy Ramírez, es miembro del Taller Puertorriqueño y también es parte de la Junta de Directores del Philadelphia Prevention Partnership.
Ante la pregunta de lo que él cree que necesita la comunidad latina del norte de Filadelfia para mejorar sus condiciones de vida, el activista responde:“Como toda ciudad, Filadelfia es complicada y la comunidad latina, especialmente la puertorriqueña, debería centrarse en conocer más sobre cómo funciona la dinámica política de esta ciudad. Necesitamos más latinos en puestos políticos, necesitamos que la iglesia latina y las agencias sociales latinas se enfoquen en educar a nuestra gente sobre el enorme potencial que tenemos como latinos. Depende de nosotros que nos integremos y hagamos espacio para nuestras futuras generaciones latinas en Filadelfia.”, respondió.