Filadelfia, PA –Vanessa Graber Pérez, es una activista, educadora y productora con más de veinte años en los medios de comunicación, quien tiene como motivación personal contar las historias que los medios tradicionales no cuentan. “Empecé haciendo noticias para la estación de televisión de mi escuela secundaria en el barrio de Olney, luego estudié comunicaciones y fui locutora en mi universidad, la Indiana University of Pensylvania” recuerda.
Es en la universidad, en una campaña a favor del reciclaje, donde Vanessa María descubre el poder que tiene una comunidad organizada. “Vi los resultados a los pocos meses, cuando los recipientes de reciclaje estaban en toda la universidad, ¡eso me inspiró!” afirma. En el 2002, a sus 21 años, fue activista en contra de la guerra de Afganistán, participó en manifestaciones en Nueva York y Washington, buscó información sobre otros grupos contrarios a la guerra, lo que solo encontró en medios independientes. “Me di cuenta de que las grandes cadenas noticiosas no siempre cuentan todo”. A partir de allí se dedicó a estudiar sobre la propaganda y el poder que tiene los medios de comunicación para hacernos cambiar actitudes y opiniones.
El Huracán María dejó cientos de damnificados en Puerto Rico, entre ellos, su familia materna en Camoy, con quienes no tuvo comunicación hasta diez días después, y quienes sufrieron sin agua, luz, gas, teléfono ni internet por seis meses. Esto la motivó a involucrarse de lleno en la ayuda a la isla; “fue muy angustiante…, no saber cómo estaban”, recuerda Vanessa. La diáspora jugó un papel fundamental en la ayuda con suministros y dinero “incluso las noticias en la isla eran limitadas, recibíamos información desde San Juan, y de aquí de Filadelfia la reenviábamos a los lugres más alejados”.
Fue con la campaña “Ricky renuncia”, contra el gobernador Roselló, donde conoce a otros activistas con quienes crea el colectivo, “Philly Boricuas”; compuesto por una decena de organizadores comunitarios y una treintena de voluntarios. Lo que buscan es “hacer educación política, con talleres y actividades para entender más sobre la diáspora aquí, y sobre los puertorriqueños que llegaron después del Huracán… Hemos descubierto que hay personas como yo, que nacieron aquí y tienen familia en la isla; que no saben sobre la historia de Puerto Rico y no entienden el colonialismo…, ni hemos aprendido lo que fue el movimiento independentista”.
Cuando llegó la pandemia, esta comunicadora, apasionada por informar lo que estaba sucediendo, se percató de que “ni en la web, ni por texto había información suficiente en español para nuestra gente, y no traducían las conferencias de prensa”. Por eso creó en Facebook “Coronavirus, recursos para la comunidad”.
Anteriormente Vanessa había participado en el registro de votantes, y este año no iba a ser la excepción; Philly Boricuas se unió a otras organizaciones como la Unión Americana de Libertades Civiles(ACLU) por sus siglas en inglés, y otra latinas como la Asociación de puertorriqueños en Marcha, Concilio, West Kensington Ministry, Puertorican Agenda, entre otras, para movilizar la inscripción de votantes puertorriqueños y educar sobre el voto; especialmente en los barrios de Kensigton, Juniata y Fairhill.
Parte importante de este proceso, puntualiza Vanessa, es “enseñarles a los líderes que los latinos sí votan y que nos tienen que escuchar, para saber nuestras necesidades como comunidad”. La activista quien también es productora en PhillyCam, añade:
“Lo que observé es que los que se registraban por primera vez eran menores de 30 años, mientras la gente mayor quería hacerlo por correo, debido al COVID 19”. Vanessa hizo hincapié en que “hay muy poca gente bilingüe que ha votado, que entiende el proceso, que están en el barrio y pueden educar a otros; además, los candidatos no dan los recursos necesarios para movilizar a los votantes de las comunidades más necesitadas”. La realidad, según dice, es que “no todos tienen acceso al internet o a una computadora, entonces, hay información que nunca les llega”. Mientras que otros “necesitan ayuda para llenar las aplicaciones, saber cómo y a dónde mandarlas”, indicó.
María concluyó explicando que el puertorriqueño que llega aquí se encuentra con un proceso electoral, con solo dos partidos, algo muy distinto a lo que ocurre en la isla, donde también hubo elecciones el 3 de noviembre, para elegir a los alcaldes, representantes locales y al gobernador. Los que están en la isla no votan ni por el presidente estadunidense, ni tienen representante en el Congreso de los Estados Unidos. Solamente cuentan con un representante en la Cámara de Representantes. Esta comunicadora de IMPACTO enfatiza la importancia de votar “un voto de la diáspora es un voto para la isla”.