La segunda Conferencia Latinoamericana sobre la Diversidad en el Periodismo, presentado de manera virtual los días nueve y diez de septiembre, ofrecido por el Knight Center y con el apoyo de Google News Initiative, invitó a los comunicadores sociales y periodistas, en ejercicio de la vocación, a desarrollar reportajes de investigación desde la perspectiva de los “derechos humanos” en sus historias. Además de poner en primer plano no solo a las voces que no son escuchadas en los medios convencionales; sino, también, de explicar en profundidad sus problemáticas y posibles soluciones en los medios masivos alternativos.
En el primer panel titulado: “Pueblos Indígenas y Poblaciones Afrodescendientes y Negras”, los expositores coincidieron en la necesidad de hacer el trabajo de reportería desde el lugar de los hechos respetando las tradiciones culturales, las etnias lingüísticas y su visión del Cosmos en el abordaje de la historia. Por ejemplo, Diana Manzo de Istmo Press Agencia de Noticias, —quién se identifica como reportera indígena zapoteca—, mencionó la importancia de “descolonizar el periodismo”, respetando las diversas identidades de los protagonistas. Por otro lado, dijo que es importante usar recursos humanos locales —como un traductor nativo— que pueda explicar, de manera bilingüe, el punto de vista de los lugareños. De acuerdo con Manzo, no se debe ver las historias de estas comunidades como una “mercancía” que se puede comercializar en los medios masivos; sino, como una oportunidad de exponer temas que aquejan su desarrollo en la sociedad.
Indhira Suero, creadora de Negrita Come Coco, en su presentación sobre los “Afrodescendientes en la República Dominicana”, señaló que se debe contextualizar la narrativa que se quiere transmitir conociendo, en profundidad, sobre los relatos y los aspectos culturales de este pueblo; combatiendo, de esta manera, “la invisibilidad” y “los estereotipos”. Recordó a la audiencia, que a través de la historia más de diez millones de personas fueron esclavizadas durante viajes transatlánticos. Suero, dijo que este pueblo tuvo “un trayecto largo y doloroso”.
En relación con la metodología de cobertura en el periodismo, Edilma Prada, de Agenda Propia, mencionó la necesidad de crear una agenda de temas comunitarios a cubrir usando el procedimiento “colaborativo-intercultural”. Esta técnica implica desarrollar un acercamiento más íntimo, con el grupo de trabajo desarrollando contenido que sea de su interés. A su vez resaltó la importancia del “retorno de la información” a los pueblos, evitando así convertirnos en “extractivistas” de los reportajes. Señaló, también, que en América Latina existen alrededor de ochocientos pueblos nativos, cada uno de ellos con una perspectiva de vida y connotación espiritual diferente. Recalcó que, durante la cobertura en campo, es importante ubicar a los periodistas indígenas como fuentes de información y que ayuden a transmitir de forma más fidedigna la problemática que los aqueja, incluyendo voces que han sido marginalizadas. Al cubrir temas sobre estas comunidades, sugirió no revictimizarles.
En el segundo panel sobre temas de “migración”, Patricia Mercado Sánchez, de Conexión Migrante, dijo que esta versión digital habla “para” y no “sobre” los inmigrantes. Mercado, recomienda a los colegas, cubrir historias de lucha, esfuerzo y éxito al emigrar a otro país para cambiar el “discurso de odio” hacia esta comunidad. Por otro lado, Ángeles Mariscal, Chiapas Paralelo y Aristegui Noticias, señalaron la importancia de la “empatía” como un instrumento de importancia en la narrativa periodística.
En los dos días de conferencia, muchos de los panelistas concordaron en la necesidad de ampliar las temáticas de cobertura que reflejen la pluralidad de voces marginalizadas. Se habló de una conciencia colectiva de deuda con la diversidad en el periodismo —en la cual se enfoque los derechos humanos—, sin olvidarnos de la fiscalización de los poderes del estado. Se sugirió desarrollar tópicos de investigación con un enfoque en la equidad, inclusión y diversidad, tomando en cuenta un lenguaje discursivo que reflejen esos “desiertos informativos” que existen en los medios convencionales. En estas presentaciones se sugirieron temas que se podrían cubrir más ampliamente, como, por ejemplo: configuraciones familiares, heterogeneidad de identidades, contextos históricos-culturales y geopolíticos, visiones femeninas, exclusión histórica, crónicas individuales y macro-narrativas de esperanza y éxito, entre otros.