El querido restaurante mexicano Alma del Mar, conocido por su aparición en el programa de Netflix «Queer Eye«, anunció su cierre definitivo, dejando un vacío en el corazón del Mercado Italiano y en la comunidad latina de Filadelfia. La noticia publicada en The Philadelphia Inquirer ha entristecido a sus clientes habituales, quienes lamentan la pérdida de un espacio que no solo ofrecía deliciosa comida, sino que también servía como punto de encuentro y celebración de la cultura mexicana y latina en general.
Alma Romero y Marcos Tlacopilco, propietarios de Alma del Mar, revelaron que la decisión de cerrar fue extremadamente difícil y se debió a una serie de desafíos que superaron su capacidad para mantener el negocio a flote, entre ellos los constantes incidentes de inseguridad, la falta de apoyo por parte de las autoridades locales y las dificultades económicas derivadas de la pandemia de COVID-19.
Los robos y actos de vandalismo se convirtieron en una constante en el negocio. Desde el robo de sus vehículos de reparto hasta el asalto a la propietaria, Alma Romero, los Tlacopilco se vieron obligados a lidiar con una situación cada vez más insostenible. A pesar de las denuncias a la policía, la respuesta fue lenta y poco efectiva, lo que reportan generó un sentimiento de frustración y desprotección en la comunidad latina.
La barrera del idioma también representó un obstáculo significativo, tuvieron dificultades para comunicarse con las autoridades y solicitar la ayuda que necesitaban. Esta situación es común entre muchos miembros de la comunidad latina, quienes a menudo se sienten marginados y desatendidos por las instituciones.
Problemas de fondo que afectan a los latinos de Filadelfia
El cierre de Alma del Mar ha puesto de manifiesto una serie de problemas más profundos que afectan a la comunidad latina en Filadelfia, como la discriminación, la falta de recursos y la inseguridad. Muchos residentes han expresado su preocupación por la creciente criminalidad en el Mercado Italiano y han exigido a las autoridades locales que tomen medidas para garantizar la seguridad de negocios y residentes.
Además de los desafíos de seguridad, la pandemia de COVID-19 tuvo un impacto negativo en Alma del Mar. Las restricciones impuestas para contener la propagación del virus obligaron al restaurante a cerrar temporalmente y a reducir su capacidad, lo que generó una disminución en los ingresos. Si bien logró reabrir sus puertas, la recuperación fue lenta y difícil.
Un golpe a las raíces latinas
La pérdida de Alma del Mar es un duro golpe para la comunidad latina de Filadelfia, porque en sus instalaciones solía celebrar sus tradiciones y conectar con sus raíces, y su cierre sirve de llamado a la acción para abordar problemas profundos que afectan a la comunidad migrante de la ciudad.