Cuando el papa Francisco besó a aquel niño en Filadelfia

(I-D) José Somalo, silueta del Papa Francisco, Virginia Esteban–Somalo cubriendo la información de la visita papal y de la expo que tuvo lugar con motivo de la visita en el Centro de Convenciones de Filadelfia. (Foto: Cortesía HOY en Delaware)

Cuatro millones de peregrinos dolientes acudieron a Roma con motivo del fallecimiento y entierro de Juan Pablo II. Para el entierro del papa Francisco se espera que estas cifras sean superadas ampliamente y alcancen máximos historicos (más de 32 millones de personas habían acudido a Roma desde el extranjero con motivo del año jubilar, a las que hay que añadir la presencia regular de fieles que el año pasado alcanzó 37.3 millones). Y es que, Francisco, como pidió que se le llamase, imprimió su propio sello al papado, mostrando el “alma” de la iglesia, cercana a la gente. Esto ha hecho que muchas personas que no profesan el catolicismo quieran presentarle sus respetos antes de ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma. 

De los estimados 1,400 millones de católicos en el mundo, según Gallup News, la confesión católica es la más profesada en las áreas noreste y midatlántica de los Estados Unidos (New Jersey 34% , Pensilvania 24%, Delaware 22% y Maryland 15%), según estadísticas de World Atlas.

El año 1994 fue declarado por las Naciones Unidas “Año Internacional de la Familia”. También en la Iglesia, el papa Juan Pablo II quiso que se celebrase contemporáneamente un Año de la Familia y tuvo lugar el I Encuentro Mundial de las Familias, en Roma el 8 y 9 octubre 1994, promovido, al igual que todos los encuentros sucesivos por el Pontificio Consejo para la Familia.

Desde ahora, cada tres años, en diferentes lugares del mundo, se ha celebrado un Encuentro Mundial de las Familias introducido por un Congreso teológico-pastoral internacional y finalizado, en presencia del papa, con una vigila- festival de las familias y con una gran celebración eucarística de clausura.

El 26 y 27 de septiembre de 2015 Filadelfia albergo el VIII Encuentro Mundial de las Familias, en el que Francisco dejo una gran huella a su paso.

No solo la ciudad sino todo el área y estados circundantes se volcaron en esa visita que marcó un fin de semana histórico en el que Francisco habló de fe, santidad y generosidad, entre otras virtudes.

“El amor se demuestra con las pequeñas cosas” dijo Francisco entonces. Algo que practicó durante su vida.

Cientos de miles de creyentes católicos se volcaron a las calles de la “Ciudad del Amor Fraternal”, y entre los que acudieron al llamado me encuentro yo.

Algunos tuvieron mayor fortuna, y pudieron estar cerca de él. Otros no fuimos tan afortunados y solo pudimos estar físicamente cerca de alguna de las imágenes y siluetas que llenaron los lugares en los que se encontraba. Sin embargo, todos estuvimos cerca de su mensaje y a todos nos hizo sentir “importantes” en algún momento de su visita. No hay más que ver que con motivo de su fallecimiento, muchas personas asistentes a aquel fin de semana histórico en Filadelfia han compartido sus imágenes e historias con su santidad.

(I-D) Papa Francisco, Christopher García y Nancy Lemus, en el momento en que el Papa besó al pequeño en uno de los eventos en su visita a Filadelfia. (Foto: Cortesía/Nancy Lemus)
 

Destaco de entre todas ellas una historia que me resulta cercana. Comenzó en Delaware y acabó frente al papa en Filadelfia; refleja el espíritu del Evangelio que Francisco predicó y practicó a lo largo de su vida. Es la historia de Christopher García, quien entonces era un niño de apenas 10 años.

Lo que hace especial la historia de Chris, es que no es un niño como los demás. Él es un superhéroe. No se me ocurre otra forma para calificar la vida de un niño en ese entonces, y joven en la actualidad, que nació contra todo pronóstico con numerosísimas necesidades especiales, comenzando por una parálisis cerebral que a lo largo de los años se ha ido complicando con enfermedades añadidas. Desde pequeño Chris ha mostrado su belleza y la belleza de la vida a través de su sonrisa y de su madre Nancy Lemus, una mexicana “madre valiente” que ha encontrado en su hijo y en las circunstancias con las que vive, el propósito de su vida. Lejos de amedrentarse por la situación que le ha tocado vivir, Nancy ha hecho de la visibilidad de los niños con necesidades especiales y de su derecho a una vida digna, su bandera.

Hablar de Chris, es hablar de Nancy su madre y viceversa.

Y por supuesto, viviendo en el norte de Delaware, Nancy y Chris no perdieron la oportunidad de continuar su causa con motivo de la oportunidad de la visita de Francisco a Filadelfia en 2015.

Tras sortear numerosos obstáculos, de transporte, médicos, y de logística, Nancy y su hijo se encontraron en un momento de su visita frente a su santidad, a quien le regalaron una pequeña capa blanca (el color del Papa) de superhéroe. El papa se la pasó inmediatamente a uno de sus ayudantes para poder dejar sus manos libres y darle la mano a Nancy y, acariciar y besar la cabeza del pequeño Chris, quien, pese a un día lleno de luchas y contrariedades para estar en ese momento en Filadelfia, consentido con el séquito de su santidad, sonrió a Francisco.

Y a todos los que de una forma u otra tuvimos la oportunidad de estar cerca de esa historia, de ellos dos, o, mejor dicho, de ellos tres, (Francisco, Chris y Nancy) de una forma u otra se nos pasó por la cabeza que ese es verdaderamente el significado del Evangelio cuando Jesús dijo: “Dejad que los niños se acerquen a mí” (Mateo 19:14) y que Francisco así lo vivió. DEP papa Francisco.

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Virginia Esteban-Somalo
Originaria de España, en la pasada década ha acumulado éxitos en su nuevo hogar en el estado de Delaware. Sus columnas y artículos han sido publicados tanto en medios nacionales como internacionales (entre otros HOY en Delaware, el periódico hispano más grande y antiguo del Primer Estado, del cual es editora). Ha recibido importantes premios de periodismo de la Asociación Nacional de Publicaciones Hispanas (NAHP por sus siglas en inglés) y Asociación de la Prensa de Delaware (DPA por sus siglas en inglés), entre otros, como el “José Martí Gold Award” a la Columna Editorial Destacada por NAHP, y ha sido reconocida por su trayectoria con el premio “Hispanic Community Journalism Excellence Award” en los Delaware Hispanic Awards. Activa en organizaciones comunitarias, se siente especialmente orgullosa de haber impactado en el mundo de las artes en Delaware y alrededores, a través del Festival de la Herencia Hispana (Hispanic Heritage Festival) organizado por HOY en Delaware en Wilmington, DE desde 2017.

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