Cory Booker, senador demócrata por el estado de New Jersey comenzó un discurso el lunes 31 de marzo a las 7 p.m., y lo concluyó el martes 1 de abril a las 8:05, completando así 25 horas y 5 minutos de pie frente al atril del Senado.
El objetivo de su larga intervención no era hacer un “filibuster”; es decir, bloquear con un discurso muy largo la aprobación de una ley con la que no están de acuerdo; sino más bien, establecer un récord de oposición simbólica a las políticas y las iniciativas del Gobierno de Donald Trump.
Booker leyó cartas que había recibido de sus constituyentes donde se quejaban de haber sido afectados por algunas de las políticas de la actual Administración.
El demócrata, quien aseguró que por sus venas corre sangre de esclavos y también de esclavistas, se refirió varias veces a su mentor, el activista por los derechos civiles John Lewis, y trató de establecer paralelos y contrastes entre la larga lucha por los derechos civiles de las minorías y los intentos del actual gobierno por ignorar algunos de esos derechos.
Varios senadores demócratas tuvieron expresiones de aprobación para Booker y su discurso, aclarando que sus elogios no eran necesariamente por el contenido de sus palabras, sino por la importancia del hecho simbólico, de permanecer 25 horas sin alimento y sin permisos para ir al baño, esencialmente reprochando y contradiciendo las ideas y la visión con la cual la nueva Administración trata de cambiarle el perfil a la sociedad norteamericana.
No es posible saber cuál pueda ser el impacto real de la hazaña del senador Booker, pero su gesto sí debe inspirar a muchos para hacer actos simbólicos de protesta de todo tipo, siempre y cuando se mantenga el llamado a la no violencia y a la resistencia pacífica, que ayuden a defender las conquistas que tantos luchadores pudieron alcanzar.
Se espera que el movimiento nacional contra el presidente Trump, “Hands Off!» ¡Manos Fuera!, que se llevará a cabo el próximo sábado 5 de abril, sea la mayor protesta de un solo día desde que asumió el cargo. Un sector diverso de estadounidenses afectados por cambios políticos, económicos, sociales y legales se están movilizando.
Hasta el pasado miércoles por la tarde, se habían programado más de 1100 manifestaciones, eventos de visibilidad y reuniones en los 50 estados.

Los organizadores informaron haber recibido casi 250 000 confirmaciones de asistencia hasta el 29 de marzo.
Los manifestantes protestan contra varias políticas de la Administración Trump, incluyendo su gestión de las prestaciones del Seguro Social, los despidos en la plantilla federal, los ataques a las protecciones del consumidor, las políticas antiinmigrantes y los ataques a las personas transgénero.
Las protestas, que también se realizan en Filadelfia se dirigen contra la participación de Elon Musk en el gobierno federal a través de DOGE, tras haber enfrentado una ola de manifestaciones en concesionarios de Tesla en todo el mundo a través del movimiento #TeslaTakedown.
Las manifestaciones de «¡Manos Fuera!» tendrán lugar en capitales estatales, edificios federales, oficinas del Congreso y centros urbanos.
El movimiento organizó una capacitación virtual sobre seguridad y desescalada el grabada para la posteridad, donde se brindó información general sobre las protestas y la Administración Trump.
Además de esta manifestación de resistencia, consumidores también han estado protestando contra las corporaciones con boicots.
El Senador Booker recalcó: “John Lewis, muchos héroes antes que nosotros dirían que este es el momento para actuar y hablar. Este es el momento para que nos metamos en algunos ‘buenos problemas’, para que nos metamos en los problemas que son necesarios. No puedo permitir que este organismo continúe con sus operaciones sin denunciar que las amenazas al pueblo estadounidense y a la democracia estadounidense son graves y [requieren atención] urgente. Todos debemos hacer más”. La Historia juzgará.