Ciudad de México.- El Gobierno de México prepara un plan intersecretarial ante la posible deportación masiva de migrantes mexicanos desde Estados Unidos, en caso de que las amenazas de deportaciones del presidente electo estadounidense, Donald Trump, se cumplan, luego de que asuma el poder el 20 de enero de 2025, indicó este martes el canciller mexicano Juan Ramón de la Fuente.
De la Fuente participó en una reunión encabezada por la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en Palacio Nacional, a la que asistieron los titulares de las Secretarías (Ministerios) de la Defensa Nacional (Defensa), Ricardo Trevilla; de Marina, Raymundo Morales; del Bienestar, Ariadna Montiel, así como de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano, Edna Vega.
Además del comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Francisco Garduño, y quien lo reemplazará en el cargo Salomón Céspedes, actual gobernador del estado de Puebla y quien dejará su puesto el 5 de diciembre para integrarse al INM.
«Estamos trabajando para tomar todos los posibles escenarios y hay un plan intersecretarial que en su momento lo va a dar a conocer la presidenta», dijo De la Fuente a medios tras la reunión.
Al ser preguntado si el plan era solo para atender a los migrantes mexicanos deportados, o de otras nacionalidades, el canciller respondió: «La responsabilidad y la obligación del Estado mexicano es con los mexicanos, obviamente. Entonces, ellos son la prioridad y a quienes, en su momento, se les va a recibir como se lo merecen».
Este martes, la presidenta Sheinbaum aseguró que su Gobierno ya se está preparando para recibir a miles de mexicanos que viven en Estados Unidos en caso de que Trump concrete su intención de realizar deportaciones masivas.
“Aun en estos casos, que hubiera una deportación (masiva), también nos estamos preparando para darle la bienvenida a México a todas las y los mexicanos que por alguna razón son deportados desde Estados Unidos. Es nuestra obligación”, apuntó la mandataria durante su conferencia de prensa matutina.
Cuestionada sobre su postura respecto a los amagos del futuro mandatario estadounidense, quien asumirá el próximo 20 de enero y comenzaría una deportación masiva de indocumentados, la gobernante mexicana señaló que dialogará con Trump.
Resaltó que existe una colaboración y una relación con Estados Unidos que va más allá de los 3.000 kilómetros de frontera, pero subrayó la importancia de que se respete la soberanía de México, como ocurrió durante la Administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024).
El 26 de noviembre, Tom Homan, considerado el ‘zar de la frontera’ del próximo presidente estadounidense, aseguró que ya planean las deportaciones masivas para que empiecen el 20 de enero.
Organizaciones en defensa de los derechos humanos y activistas en EE.UU. han rechazado los planes de deportación masiva de Trump, al advertir de repercusiones humanitarias y un impacto negativo en la economía del país norteamericano.
Una acción de esta magnitud podría provocar una caída del producto interior bruto (PIB) anual de entre el 4,2 % y el 6,8 %, lo que equivale a pérdidas de entre 1,1 y 1,7 billones de dólares anuales, según un informe de la organización American Immigration Coalition.