
En un momento en que el mundo cristiano conmemora la Semana Santa que culmina en el Domingo de Pascua, el Departamento de Estado estadounidense emitió un llamado a sus empleados para que informen sobre casos de presunto sesgo anticristiano, incluyendo medidas formales o informales debido a la oposición a las vacunas o la elección de pronombres personales, que pudieron haber ocurrido durante el gobierno del presidente Joe Biden.
El exhorto se produce en medio de un aumento de temor y ansiedad en el cuerpo diplomático estadounidense, que se prepara para una nueva actualización sobre los recortes de presupuesto y personal inspirados por el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés), que se presentará a la Casa Blanca el lunes. Se tiene previsto que esa actualización incluya las últimas estimaciones del Departamento de Estado sobre jubilaciones y separaciones voluntarias y cómo éstas afectarán los posibles despidos futuros para cumplir con los puntos de referencia del DOGE que encabeza Elon Musk y la agencia de recursos humanos del gobierno, según funcionarios familiarizados con el proceso.
En un movimiento inesperado, Pete Marocco, designado por el gobierno del presidente Donald Trump para supervisar el desmantelamiento de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), ha dejado el Departamento de Estado, informaron funcionarios. Se había trasladado al Departamento de Estado como director de asistencia extranjera en marzo, después de que los programas restantes de USAID fueron transferidos a esta dependencia.
La portavoz de la agencia, Tammy Bruce, dijo a los periodistas en ese momento que Marocco desempeñaba “un papel indispensable en alinear toda la asistencia extranjera del gobierno federal con las prioridades del presidente”.
Pero al confirmar la salida de Marocco el domingo, los funcionarios destacaron que Marocco se fue después de completar el trabajo para el que fue contratado, el cual era desmantelar USAID.
Se tiene previsto que la actualización que se presentará el lunes también aclare los planes para integrar cualquier programa sobreviviente de USAID al departamento.
Sin embargo, estos funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato para discutir asuntos de personal, dijeron que la actualización a la Oficina de Gestión de Personal de la Casa Blanca no será la última palabra sobre la reorganización del Departamento de Estado. Además, negaron las especulaciones entre el personal de base de que el secretario de Estado Marco Rubio se había negado a aprobar el documento.
Al tiempo que los empleados del servicio exterior y civil esperan noticias sobre su futuro, el Departamento de Estado ha avanzado con una iniciativa destinada a erradicar el sesgo religioso en sus políticas y prácticas de contratación, con un énfasis específico en la actividad anticristiana que pudo haber ocurrido en el gobierno de Biden.
De momento no hay indicios de que hayan ocurrido tales actos de discriminación, como lo definió el Departamento de Estado de Trump, durante el mandato de Biden.
En un cable enviado el viernes a todas las misiones diplomáticas de Estados Unidos, Rubio pidió que el personal reporte cualquier medida discriminatoria percibida contra los cristianos o empleados que aboguen a su nombre entre enero de 2021 y enero de 2025. El cable, al cual The Associated Press tuvo acceso, establece que todas las denuncias reportadas serán investigadas por un grupo de trabajo gubernamental sobre el sesgo anticristiano y, si se encuentra discriminación, los culpables pueden ser sancionados. También deja en claro que las denuncias pueden presentarse de forma anónima.
“El grupo de trabajo recopilará información e ideas de individuos y grupos, incluidos empleados del Departamento, afectados por el sesgo anticristiano u otra conducta discriminatoria religiosa”, se lee en el cable.
“El grupo de trabajo está solicitando ejemplos de sesgo antirreligioso, particularmente de los últimos cuatro años, donde el Departamento haya dirigido acciones contra alguien por su religión, incluyendo discriminación, acoso, exclusión, medidas disciplinarias, revocación de permisos de seguridad, o cualquier otra acción adversa, o en represalia por ejercer sus derechos religiosos”, indicó el cable. “Esto incluye el sesgo antirreligioso cometido por empleados del Departamento en sus funciones oficiales contra miembros de la población”.
Ejemplos de posibles violaciones incluyen medidas formales o informales tomadas contra una persona porque solicitó una exención religiosa “para no recibir vacunas obligatorias o para celebrar días festivos religiosos” y “maltrato por negarse a participar en eventos y actividades que promovían temas inconsistentes u hostiles a las creencias religiosas personales, incluyendo políticas o prácticas relacionadas con la preferencia de pronombres personales”, según el cable.
Otros incluyen “maltrato por oponerse a la exhibición de banderas, pancartas u otros objetos en instalaciones gubernamentales debido a objeciones religiosas o por oponerse al contenido de medios oficiales debido a objeciones religiosas, obligando a los empleados a retirar artículos personales de fe o conciencia religiosa, ya sea como partes de ropa y accesorios, artículos en escritorios o en el espacio de trabajo personal”, detalló el cable.
Algunos empleados del Departamento de Estado expresaron alarma por el cable en grupos de chat o por otras vías, en especial porque se emitió poco después de la promoción de un funcionario junior del servicio exterior para dirigir temporalmente la oficina de recursos humanos del Departamento, la Oficina de Gestión Global de Talento.
Lew Olowski asumió el cargo la semana pasada y en sus primeros comentarios a los empleados dio un discurso de bienvenida a una nueva generación de diplomáticos en el que citó tanto versículos bíblicos como citas con temas religiosos del presidente Abraham Lincoln.
Después de juramentar a la nueva generación, Olowski les dijo: “Los juramentos y las palabras son diferentes. Las palabras son para hablar. Los delfines pueden hablar. Los juramentos son pactos. Los animales no hacen pactos. Sólo Dios y el hombre pueden hacer pactos”.
“Para un funcionario de Estados Unidos como tú y yo, la Constitución es nuestro mandamiento. Sus palabras son como la palabra de Dios y las palabras del juramento son nuestra creación como funcionarios”, según una transcripción de sus comentarios.
“Y estas palabras son nuestro comienzo. En el principio era la Palabra y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios”, dijo, antes de elogiar a los funcionarios del servicio exterior que han muerto sirviendo al país.
En una coincidencia quizás inusual, los reportes de sesgo anticristiano u otro sesgo religioso deben ser reportados a la esposa de Olowski, Heather, quien es la jefa de la Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Estado.
La semana pasada, la Asociación del Servicio Exterior Estadounidense, que representa a los diplomáticos de Estados Unidos, y la Academia Estadounidense de Diplomacia señalaron que el nombramiento de Olowski era una afrenta a la norma de larga data de que el puesto sea ocupado por un diplomático de carrera actual o retirado. Sus numerosos escritos pro-Trump y antiinmigrantes en publicaciones conservadoras durante los últimos años habían sido ampliamente compartidos entre los chats de grupo internos.